Criado en una localidad con una gran tradición futbolística, Darío Cavada destacó por su polivalencia y desborde, pudiendo desempeñar su función en diversas zonas del terreno de juego. En la actualidad, forma parte del éxodo de jóvenes deportistas españoles rumbo a Estados Unidos, país que ofrece un sistema educativo laxo que permite compaginar lo deportivo y lo académico, brindando, además, numerosas facilidades. El futbolista de 19 años permaneció en las categorías inferiores del Real Racing Club de Santander un total de siete años, erigiéndose como un activo en la siempre prolífica cantera de la escuadra cántabra. 

Pese a haber marcado un antes y un después en su hasta ahora corta trayectoria en el mundo del balompié, Darío Cavada también probó suerte en otros elencos, militando en las filas de equipos como el Fútbol Club Cartagena o la Gimnástica de Torrelavega; en esta última entidad, su periplo se vio condicionado por la crisis sanitaria a razón de la COVID-19. Sin embargo, el fútbol no cesa, y hace escasos meses, el ex-jugador del Racing de Santander emprendió nuevos horizontes, enrolándose en proyectos deportivos de renombre. Se sumó al equipo masculino de soccer de la Universidad de Hartford, donde compagina su pasión con una carrera universitaria. 

Pregunta: Buenas, Darío. En primer lugar, muchas gracias por acceder a contarnos su historia en el mundo del fútbol. Para quienes no le conozcan, cuéntenos un poco cómo se inició en el mundo del balompié, si fue gracias a alguien, y cuáles fueron sus primeros equipos. 

Respuesta: A mi padre siempre le ha gustado mucho el fútbol, me ha llevado a muchos partidos desde pequeño, sobre todo a ver al FC Barcelona y al Racing de Santander. Él me inculcó todo, aunque yo no me despegaba del balón en la calle, me pasaba horas y horas en el jardín de casa. La figura central fue mi padre, pero también fue cosa mía. 

Empecé a jugar en el equipo de mi pueblo, que es el Santoña, hice tres años de fútbol sala y, luego, el primer año en campo. Después me llamó el Bansander, donde hice mi segundo año de benjamín. Pasé siete años en el Racing de Santander, estuve en todas las categorías, hasta que llegué al Juvenil Liga Nacional. 

P: Santander, y en general el fútbol cántabro, ha visto crecer a magníficos deportistas; en el mundo del fútbol, Sergio Canales, los hermanos San Emeterio o Amavisca. ¿Cree que se trata de una Comunidad Autónoma en la que el deporte tiene una relevancia considerable?

R: Sí, está claro. Si te fijas en las disciplinas profesionales de cada uno de los deportes, siempre hay presencia cántabra. El hecho de ser una Comunidad Autónoma pequeña no implica que no saquemos deportistas profesionales, porque a la vista está que sí que los hay, en casi todos los deportes. 

Un paso impoluto por la cantera del Racing de Santander

P: Estuvo un total de siete años en las filas del Real Racing Club, pasando por numerosas categorías inferiores. ¿En qué año entró y cómo se produjo su llegada al equipo santanderino? 

R: Jugaba mi segundo año de benjamín en el Bansander, y me contactaron para entrar en la cantera del Racing de Santander, el primer año en el que se podía. Lo pensé mucho, sobre todo con mis padres, tuve reuniones y decidí dar el paso e irme al equipo en el que quería estar. Allí empecé mi etapa en La Albericia, fui año tras año progresando, estuve muy contento en todo momento y llegué a juveniles, que fue cuando creí que debía salir cedido, de nuevo, a Bansander; era la mejor opción que podía escoger. 

P: De esos siete años que militó en el Racing de Santander, ¿recuerda con especial cariño algún momento? ¿Por qué?

R: He tenido temporadas mejores y temporadas peores, pero recuerdo cuando fuimos campeones de la Oviedo Cup, que es un torneo al que el Racing de Santander suele asistir con frecuencia. Ganar a equipos de la talla del Sporting de Gijón o el Athletic Club de Bilbao fue algo muy bonito para nosotros. Luego, recuerdo muchos partidos sueltos contra los mejores equipos de España, como el RCD Espanyol, el Villarreal... los mejores que puedes encontrarte en el país. 

Instantánea de Darío Cavada durante su estancia en la cantera del Racing de Santander | Fuente: @dariocavada7 (Instagram)
Instantánea de Darío Cavada durante su estancia en la cantera del Racing de Santander | Fuente: @dariocavada7 (Instagram)

P: En el mundo del fútbol, las lesiones son cada vez más asiduas y frecuentes, ¿le ha tocado sufrir alguna? Si es que sí, ¿qué le hizo ver la luz al final del túnel y qué consejo daría y, si es que no, sigue algún tipo de rutina de ejercicios que 'eviten' o esquiven ese tipo de contratiempos?

R: Por desgracia, tuve dos lesiones de gravedad en la clavícula cuando era pequeño; además, las dos en un mismo año. Ahora mismo y desde hace un tiempo, mi alimentación y mi rutina de prevención de lesiones es muy importante, me hace evitar contratiempos y mantenerme en buen tono físico. Eso me permite rendir al cien por cien cuando regresa la competición. No sigo la dieta, por ejemplo, de Marcos Llorente, que sigue la 'dieta paleo', pero sí otorgo mucha importancia al tema de alimentación y descanso, que tienen que ver con mejorar el rendimiento. 

Otorgo mucha importancia al descanso y a la alimentación; son muy importantes en clave rendimiento

P: ¿Cómo de complicado fue poner punto y final a su aventura en el Real Racing Club de Santander? ¿Fue una decisión unilateral o un acuerdo consensuado entre las dos partes?

R: En ese momento y antes de salir cedido al Bansander, yo tomé la primera decisión. Necesitaba volver a sentirme futbolista, a ser feliz con un balón en los pies, y el Racing creyó que sería una buena oportunidad para que recuperase mi mejor nivel. Mi segunda etapa en el Bansander no fue buena, pasé por la Selección Cántabra y allí me sale la opción de irme al FC Cartagena.

P: Abandona el Racing de Santander y prueba suerte el el FC Cartagena. Un cambio de aires drástico , pero, ¿qué tal le fue en el equipo cartagenero? ¿Le costó cambiar Santander, o en su caso Santoña, por una ciudad nueva? 

R: Para mí, empezó otra etapa totalmente distinta. Me mudé a una ciudad que estaba lejos de mi casa, de mi hogar y de mi familia; no fue fácil. Dejar atrás a tus amigos y a tu familia te hace aprender a lidiar con ello, aunque los compañeros de allí me ayudaron mucho; me ofrecieron su casa, su compañía y eso es algo que no voy a olvidar nunca. Fueron cuatro o cinco meses en los que aprendí mucho, además, también crecí como persona y jugador.

Darío Cavada controla el esférico durante un partido con el FC Cartagena | Fuente: @dariocavada7 (Instagram)
Darío Cavada controla el esférico durante un partido con el FC Cartagena | Fuente: @dariocavada7 (Instagram)

P: Indagando en sus cualidades y aptitudes, se desenvuelve en varias zonas del terreno de juego, pudiendo rendir con creces como extremo en ambas bandas; además, en algún partido ha portado el dorsal número 2, típico en los laterales. ¿En qué posición se siente más cómodo y qué virtudes de su juego destacaría?

R: Desde chiquitín, siempre he sido muy polivalente. A edad muy temprana, pasé de jugar de delantero centro a extremo. En el Racing de Santander he jugado de lateral, también como interior en el centro del campo, pero yo considero esa polivalencia como una virtud. También creo que tengo velocidad, muy buen centro y saber jugar en equipo; son tres de mis virtudes, y donde me encuentro más cómodo es en la demarcación de extremo, en ambos costados. 

P: ¿Algún referente o jugador que le haya servido de inspiración? 

R: No tengo un único referente, tengo muchos. Amo el fútbol y los buenos jugadores. Veo mucho fútbol y me fijo en jugadores a los que me quiero parecer. Por ponerte un ejemplo, me fijo mucho en Marco Asensio; no tenemos el mismo perfil, pero jugamos en la misma posición. Es un jugador que me encanta.

P: También tuvo una breve estancia en la Gimnástica de Torrelavega, aunque la COVID-19 le impidió disfrutar del fútbol en el cuadro torrelaveguense; no obstante, ¿cómo se sintió al volver a casa, esta vez, defendiendo los colores un elenco que no era el Racing de Santander? ¿Fue raro?

R: La decisión de volver a casa tiene nombre y apellidos: Manu Vacas. Él fue el encargado de dirigir a la Selección Cántabra por la que yo pasé antes de irme al FC Cartagena; siguió mis pasos desde que me fui y fue el que me abrió las puertas de la Gimnástica de Torrelavega para volver a casa. Decidí volver porque quería irme a Estados Unidos, y era lo mejor que podía hacer; preparar todas las cosas, los papeles, los exámenes y muchas más cosas, desde casa, con mi familia. Es un proceso largo y bastante complicado, pero EEUU fue el motivo por el que volví a casa, necesitaba ponerme manos a la obra con el proceso. 

P: Llega verano de 2020 y podría decirse que su vida cambia para siempre, ya que se enrola en el proyecto del equipo de fútbol masculino de la Universidad de Hartford. En su caso, ¿cómo fue el proceso de selección de la universidad? ¿Qué le hizo decantarse por los Hartford Hawks y no por otras instituciones?

R: En verano de 2020 se abre una nueva etapa y aventura para mí. En mi caso fue muy fácil, aunque en otros casos es complicado decantarse por una opción u otra. El coach de la universidad vio mi vídeo de highlights y conoció mi trayectoria, lo que provocó que se interesase mucho por mí. Un sábado, me hizo una oferta y me dijo que el miércoles le tenía que dar la respuesta definitiva, saber qué quería hacer. La universidad me convenció mucho, así como la localización, que está entre dos grandes ciudades como Nueva York y Boston, y las características me encantaban. La beca era inmejorable, y en mi caso fue fácil.

Presentación de Darío Cavada como integrante de los 'Hartford Hawks' | Fuente: Darío Cavada
Presentación de Darío Cavada como integrante de los 'Hartford Hawks' | Fuente: Darío Cavada

P: El tema de las becas a jóvenes deportistas es una cuestión compleja y, en algunas ocasiones, bastante polémica. En su caso, ¿considera que fue un apartado clave para tomar la decisión de desembarcar en la Universidad de Hartford?

R: Sí, sin duda. Desde luego. Todos los factores cuentan, pero tú, entre otras cosas, te vas a Estados Unidos por la beca, es algo muy importante. Además, la experiencia que vives es increíble. En el caso de la beca, es un factor a tener muy en cuenta. En mi caso, fui con una agencia que se llama WLE Group, aunque sopesé varias opciones.

P: ¿Cómo descubrió WLE Group y la experiencia de emprender nuevos retos en EEUU?

R: Descubro todo el mundo de Estados Unidos y las becas deportivas a través de un anuncio en internet. Se lo comenté a mis padres y nos pusimos manos a la obra, aunque, al principio, estuvieron un poco asustados. Tuvimos varias reuniones con otras agencias, pero me decanté por WLE Group. El trato fue excelente, su fundador es muy majo, me aconsejó, me ayudó y estoy encantado de haber llevado a cabo todo el proceso con esta empresa.

P: Nuevo equipo, nueva universidad, nueva cultura, manera totalmente diferente de entender el fútbol, nuevo idioma... ¿Qué tal fue el periodo de adaptación y los primeros días en Estados Unidos, conociendo a gente de diferentes nacionalidades y visitando lugares de ensueño?

R: Mis primeros días allí fueron muy buenos, aunque parecía que estaba en un mundo totalmente diferente al que había estado antes. El campus de mi universidad era casi tan grande como mi pueblo, y me sentía perdido, pero lo he llevado bien desde el día uno. Estoy rodeado de gente que me quiere ayudar, que quiere que des siempre lo mejor de ti, y fue fácil. Aun no teniendo un nivel de inglés excelente, me facilitaron mucho las cosas para estar a gusto. 

Interior de las instalaciones de los Hartford Hawks | Fuente: Darío Cavada
Interior de las instalaciones de los Hartford Hawks | Fuente: Darío Cavada

También tienes tiempo libre para ti. No es solo fútbol y estudios, también tenemos nuestro tiempo libre que lo podemos invertir conociendo ciudades. En mi caso, tengo Nueva York bastante cerca y he ido un par de veces, me sirve para desconectar y lo agradezco. Por ahora, no he ido a Boston, pero estoy seguro de que será otra ciudad impresionante a la que acuda con frecuencia. EEUU también te permite este tipo de cosas. 

Visita a uno de los lugares más emblemáticos de EEUU | Fuente: Darío Cavada
Visita a uno de los lugares más emblemáticos de EEUU | Fuente: Darío Cavada

En cuanto a la diversidad de nacionalidades, es uno de los factores más importantes. Conocer a personas de todo el mundo, con sus culturas, tradiciones y hábitos, te enriquece mucho culturalmente. No sé cuántas nacionalidades hay en mi equipo, pero yo vivo con dos israelitas; les debo mucho, me han ayudado desde el primer momento. Su cultura es totalmente diferente a la nuestra y es algo increíble, estoy aprendiendo a ver la vida desde otro punto de vista. En mi equipo, hay jugadores de todas las partes del mundo, y eso está muy bien. Además y en otros deportes de la universidad, igual, hay gente que procede de muchísimos países. El día de mañana seguro que me servirá de mucho. 

P: En su mismo equipo, figuran dos españoles más. ¿Le facilitó esto la adaptación al equipo y qué tal es compartir pasión y propósitos con gente de diferentes países?

R: Sí, sin duda, aunque ha sido sencillo desde el primer momento. Conocer a tanta gente, de tantos países, es impresionante. Y claro, parece que vives en dos mundos totalmente diferentes: uno, cuando vuelves a casa y estás con tu familia y amigos, y otro, cuando estás en EEUU y todo parece una película de Hollywood (risas); es increíble. 

Imagen de un entrenamiento de Darío Cavada con los 'Hartford Hawks' | Fuente: Darío Cavada & Universidad de Hartford
Imagen de un entrenamiento de Darío Cavada con los 'Hartford Hawks' | Fuente: Darío Cavada & Universidad de Hartford

P: En la misma línea, cada vez son más los jóvenes deportistas españoles que apuestan por EEUU como destino idóneo para compaginar el ámbito deportivo y el académico. En lo que a usted se refiere, ¿qué estudia y cómo de flexibles son en la Universidad de Hartford con el tema de las cuestiones ligadas al equipo de fútbol?

R: Estudio Business Management y, en mi caso, el ser conocido como student-athlete me ha ayudado bastante, no es que te de ventajas, pero sí te ofrece facilidades a la hora de la flexibilidad. Estás en la División I, que es un nivel alto, todo es muy profesional, y te exigen lo mejor de ti. Es como una balanza entre lo deportivo y lo académico. En mi universidad, hay mucha flexibilidad con temas así y, por ello, este primer semestre ha sido excelente, consiguiendo un 4.0 de GPA (Grade Point Average), que es lo máximo, y eso se debe a las facilidades que tenemos. Por ejemplo, a la hora de cambiar exámenes, de todo en general. 

He estado, durante toda mi vida, yendo desde Santoña hasta Santander; me ha marcado mucho, son 35 ó 40 minutos, ida y vuelta, y aquí, voy andando. Los horarios se adaptan unos a otros, eliges tus horas de clase y es muchísimo más sencillo. Es otro mundo, no me tengo que preocupar por nada. 

Físicamente, el fútbol estadounidense es más exigente que el europeo; no hay pausas y todo se reduce al ida y vuelta

P: Desde su llegada a Estados Unidos, ¿ha notado algún cambio a la hora de preparar los partidos, ya sea con entrenamientos o con pautas a seguir a la hora de estudiar a los rivales?

P: Por ahora, no lo sé. Todavía no hemos jugado ningún partido oficial, pero sí que es verdad que es un fútbol más exigente en el apartado físico. El fútbol es distinto en EEUU, es mucho más físico, mucha ida y vuelta, el balón no para y la actividad es muy alta; tampoco hay descansos entre jugada y jugada y tienes que estar muy preparado. Técnicamente y aun estando en un país en el que el fútbol no es el primer deporte, hay gente muy dotada, sobre todo por los internacionales, que suben el nivel. Yo confío mucho en mi equipo, hemos hecho un grupo muy bueno, de jugadores y de personas.

Darío Cavada pugna por el balón | Fuente: Darío Cavada & Hartford Hawks
Darío Cavada pugna por el balón | Fuente: Darío Cavada & Hartford Hawks

P: La llegada de jóvenes deportistas, en su caso futbolistas, puede relacionarse con el crecimiento en el seguimiento de la MLS. ¿Cree que el nivel de los equipos y sus integrantes continuará creciendo y podría hablarse de la Major League Soccer como una liga a tener en cuenta a corto-medio plazo?

R: Estoy seguro de que eso, tarde o temprano, va a suceder. El país está invirtiendo una gran cantidad de dinero en el tema del soccer. A nivel universitario, las instalaciones y facilidades también ayudan, se ve que es algo importante para que la MLS crezca. Esta Liga se nutre del fútbol universitario a través del draft y, poco a poco, cada vez hay más internacionales. El nivel está subiendo, y todo eso va a hacer que la MLS suba de nivel y crezca en todos los aspectos. 

La MLS, una de las ligas a tener en cuenta a medio plazo

P: De no ser considerada como una liga profesional, a copar apartados de medio de comunicación de renombre. ¿A qué achaca que la MLS cada vez genere una mayor expectación? 

R: Lo económico es el factor que está empezando a hacer que crezca, pero creo que lo más importante es el seguimiento. Los americanos empezarán a enamorarse de este deporte, como ya se ha hecho en muchos otros países, y acabarán abriéndose a este deporte. Son ellos los que tienen que dar el paso para que la MLS crezca; el fútbol, sin expectación, no es nada. El aspecto económico es importante, pero el más importante es otro. Tienen que acudir a ver el fútbol, y están haciendo una labor muy importante. 

P: Ahora que la entrevista está llegando a su fin y aprovechándome de lo que me comentó hace unos días, ¿por qué clasifica como peculiar su historia? Cuéntenos, si quiere, un poco más sobre ella. 

R: Es peculiar porque, cuando terminé bachiller e hice selectividad, no tenía las cosas claras. Tenía la opción de irme a Estados Unidos, pero no había seguido el proceso, porque no lo tenía claro. Me fui a Cartagena y todavía tenía presente lo de marcharme a EEUU. Fue allí, cuando coincidí con jugadores que habían jugado en las mejores canteras de España, cuando me di cuenta de que la mejor opción era irme, cambiar de aires. Pasé de tener muchas dudas, a tener un único objetivo. El simple hecho de darme cuenta allí, a 900 kilómetros de mi casa, fue especial. Las instalaciones deportivas de EEUU no las tiene ningún otro equipo de España; fue un tren que no podía dejar escapar. 

Volví a Santoña, preparé mis exámenes, mis vídeos de highlights y los documentos, y lo tenía claro. Es un proceso duro y largo, pero merece la pena, es una experiencia muy enriquecedora. A día de hoy, reflexiono y pienso en lo que podría haber pasado, y quizá, de haberme ido cuando hice selectividad, me hubiese vuelto al mes, porque no lo tenía claro, veía la opción de irme a EEUU como una especie de renuncio a cumplir mis sueños, pero no ha sido así. Sinceramente, ha sido la mejor decisión que he podido tomar en mi vida, una oportunidad única. Cartagena me hizo darme cuenta de lo que verdaderamente quería, allí abrí los ojos y me di cuenta de lo que quería hacer, de adónde quería irme y de cómo quería hacerlo. Por eso te comenté que era peculiar y bastante especial. 

Por ejemplo, estar en el Racing, el Bansander y el Cartagena me ayudó a la hora de recopilar los highlights. Ese tipo de clubes graban los partidos y me ofrecieron todas las facilidades para reunir mis mejores jugadas y, con la ayuda de WLE Group, hacérselos llegar a las diferentes universidades de Estados Unidos. Era increíble ver cómo cada día te escribían de una universidad para interesarse por ti u ofrecerte un tipo de beca, la verdad es que lo recuerdo como un momento muy especial. 

P: Por último, ¿cuáles son sus objetivos de cara a esta temporada y qué le pide Darío Cavada a este año 2021?

R: En primer lugar, salud. Mucha salud para mi familia, amigos y para mí. Tengo las expectativas altas para este 2021. A nivel académico, mantener la media que he conseguido este semestre y mejorar en todo lo posible (4.0 de GPA este semestre). En lo que a lo deportivo se refiere, que comienza ahora la temporada, reencontrarme con mi mejor versión, en un equipo en el que confían en mí. Me gustaría llegar a lo máximo con mis compañeros, el año pasado se quedaron en las finales de la conferencia (America East Conference) y ojalá este año acabe el curso con un anillo en los dedos, ganando todo lo posible.