En el pasado domingo, en uno de los duelos más esperados de la jornada, Stamford Bridge recibía la visita de un amargo invitado, la Covid-19, que nuevamente causaba estragos en el fútbol. Esta vez fue el equipo visitante el afectado, con hasta 5 casos confirmadosSe temía la suspensión del encuentro, pero el balón rodó en la ciudad de Londres.

Los ‘sky blues’ llegaban con las bajas de Eric Garcia, Gabriel Jesus y Kyle Walker. También Ederson, al que sustituía el meta estadounidense Zack Steffen, dormido en su primera acción del encuentro, en la que llegó a cometer una cesión que costaría las primeras acciones de ataque por parte de los de Lampard. A la adversidad se sumaba la controversia generada por un Benjamin Mendy, sentado en el banco, responsable de una fiesta clandestina de fin de año.  

El conjunto dirigido por Guardiola pasó por encima desde el primer minuto a un debilitado Chelsea goleado por Gündogan, Foden y De Bruyne en el primer tiempo. La insistencia de los 'blues' que tuvieron una tímida reacción, solo pudo rescatar el alivio de un gol de Hudson-Odoi antes del pitido final que, por supuesto, no reanimó a un decayente equipo de Londres que continúa en su descenso por la Premier League. 

Un sometedor y un sometido

Empezaron importunando los londinenses, pero por poco tiempo. Los 'citizens' llegaron a tener la primera ocasión clara del partido, por mediación de Kevin de Bruyne. El belga avisó y tan solo tres minutos más tarde, el aviso se materializó en gol. Excelente amago de recibir el balón, acompañado de un ostentoso giro de Gündogan para abrir la lata con una brillante acción del alemán. Para qué esperar más, si antes de que el equipo de Lampard pudiera  digerir su desventaja, una conexión en el área entre De Bruyne y el autor del gol, Phil Foden, puso el 2-0 en el marcador en solo 20 minutos de partido. 

Llegaban una y otra vez los de Guardiola para azotar a un Chelsea aturdido y falto de confianza, en un primer tiempo que tuvo un claro dominador y un dominado. A balón parado la buscó el Chelsea y lo que encontró fue un gol en contra. Una mala acción de Kanté propició un contraataque de Sterling, solo, perseguido por el francés, que intentaba reponerse de su error. En esa acción el delantero inglés se frenó y buscó una pausa que pudo comprometerle, pero consiguió un disparo rechazado por el palo. Ahí no acabó la jugada, pues para desasosiego para los locales, el rechace acabó en manos de Bruyne que definió perfectamente para transformar. 

Pareció reaccionar al atolondramiento el Chelsea antes del descanso, pero una vez más, cuando los hombres de Lampard parecían empujar, ahí llegaba una nueva acción ‘citizen’ para tumbarlos. Gündogan llegaba a rematar con un tacón que a poco estuvo de cerrar el primer tiempo con un tanto más. 

Pulisic, el impulsor de las tímidas acciones del Chelsea. | Fuente: Chelsea FC.
Pulisic, el impulsor de las tímidas acciones del Chelsea. | Fuente: Chelsea FC.

De Bruyne rompió el hielo en el primer tiempo y lo volvió a hacer en el segundo, aunque esta vez sin peligro para Mendy. Y la advertencia casi se materializó por vez consecutiva. El portero senegalés realizó una gran acción para rechazar un cabezazo de Rodri a los diez minutos de iniciarse el segundo tiempo. 

Una tardía y medrosa reacción 

Cuando el Chelsea llegaba a zona rival, lo hacía de forma tímida. Cuando lo hacía el City, temblaban los cimientos de Stamford Bridge. Porque no se puede negar que, aunque pasaran desapercibidos, los chicos de Lampard también generaban y Pulisic fue el gran impulsor. Tampoco se puede negar que los ‘blues’ respondiera al dominio de un City que, a la segunda parte, no era lo mismo que a la primera. El juego de los locales, mucho más notorio y participativo en la segunda mitad, se estrelló contra un marcador muy difícil de rebasar que ya se había firmado en los primeros 45 minutos. No fue obstáculo, sin embargo, para anotar el “gol de la consolación” en el descuento, por mediación de un Hudson-Odoi, en el día reencarnado en los arietes naturales, Giroud y Abraham, que no disputaron un solo minuto de encuentro. Lampard se decidió por Timo Werner, que ya acumula 12 choques sin marcar.

Nada de eso importaba porque el resultado estaba signado con un 3-1. Con este registro, el Chelsea (26 puntos) continúa una mala racha de solo una victoria en 6 partidos y, por el contrario, el Manchester City persiste en su ascenso en la clasificación, con 29 puntos y dos partidos menos.

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