Cruce londinense para cerrar la jornada 18. Arsenal Crystal Palace completaron la fecha intrasemanal en un Emirates Stadium que permanece a puertas cerradas para la afición debido a la situación sanitaria. De cualquier manera, un cruce interesante por donde se mire.

Además de tratarse de un duelo entre equipos de la capital inglesa, el choque tenía toda la incógnita que ofrece la Premier League. Un gigante en busca de continuar por buen camino frente a un respetable conjunto que ya supo frustrar a los del Big 6

El Arsenal atravesó un momento de crisis semanas atrás, pero una racha positiva le ha brindado aire a Mikel Arteta. Los gunners llegaron a este cotejo luego de acumular tres victorias consecutivas por la liga, sumada a otra por FA Cup. Con el reto de no caer, recibieron a los eagles, que se marcharon alegres de sus últimas visitas al Norte de la ciudad.

  • Mucho orden y ausencia de protagonismo

Fue tanta la paridad al inicio del juego, que las emociones tardaron en aparecer. Los gunners comenzaron bien, con una mejor versión comparada a la de otras derrotas en casa esta temporada.

Foto: Premier League
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La presencia de Emile Smith-Rowe volvió a ofrecer la conducción, asociación y creatividad que al equipo le faltaba. En este último aspecto también mejoró Dani Ceballos, así como mostró más compromiso para marcar. Sin Kieran Tierney, Ainsley Maitland-Niles se ocupó de atacar como lateral izquierdo, mientras Héctor Bellerín lo hizo por la derecha. Pierre Emerick-Aubameyang pisó el área, pero tuvo poco peso luego de un intento negado por Vicente Guaita. 

Lo que más sorprendió de la primera mitad fue el orden que tuvo cada equipo, en unos 45' sin goles. Roy Hodgson complicó al local con un 4-4-2 que le permitió a los eagles hacer transiciones parejas. Generó peligro con Eze y Townsend por las bandas, junto a las incorporaciones de Mitchell y Ward en ataque, pero también se hizo sentir la amenaza de su delantera. Christian Benteke Wilfried Zaha, de pasos importantes por la liga, no brillaron pero obligaron a los gunners a sentirse alerta. 

Aún en un encuentro relativamente correcto de la defensa de Arsenal, Crystal Palace tuvo las ocasiones más claras en la primera parte: un cabezazo de Tomkins en el travesaño, y otro de Benteke bien salvado por Leno. El local no pudo tener situaciones similares, pero también se debió a su falta de decisión: se aproximó al área, pero sin dañar. 

Foto: Crystal Palace
Foto: Crystal Palace

En el regreso del descanso, el Arsenal inició con otra actitud. Agresivo, buscó en la primera jugada ser punzante. Con el correr de los minutos, creció su dominio de la posesión. Hubo asociación entre sus futbolistas de buen pie, con Xhaka y Ceballos activos en el eje, mientras que por afuera se complementaron sus atacantes con laterales. Pero era necesario que esas conexiones crezcan. Hubo sólo una jugada interesante entre Ceballos, Maitland-Niles, Aubameyang y Lacazette. Por ahí era el camino, pero no fue logrado fácilmente.

El compromiso de ambos equipos, sin embargo, fue notorio. En el local, hubo voluntad para asociarse, aunque les costara penetrar la defensa, y para retroceder. La visita tuvo 11 soldados que bloquearon los espacios para el rival, con intención de lastimar cuando se presentara la ocasión. Pero fue bueno el trabajo gunner sin el balón. Cortaron los contraataques rivales a tiempo.

Aunque no sufrió en defensa, tampoco prosperó con la pelota en su control. Esa agresividad con la que empezó el complemento disminuyó, no incomodaron a Guaita y el partido seguía 0-0 a pocos minutos del final. 

Foto: Premier League
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  • Un empate con distinto sabor para cada lado

Y nada cambió en el cierre. El Arsenal no fue productivo con la posesión y repartió los puntos con el Crystal Palace. Fin de la racha ganadora para los de Arteta, que no llevan un buen registro como local en este campeonato. Además, continúan sin vencer a este rival en el Emirates (la última victoria fue en enero de 2018). 

No hubo demasiadas emociones en la noche londinense. El resultado, carente de goles, es el reflejo de un partido en el que ninguno se lució ni pudo doblegar al contrincante. La igualdad es un tanto frustrante para un Arsenal que necesita mejorar su lugar en la tabla de posiciones, pero si quiere mejores resultados, debe hacer más méritos para merecerlos. La realidad de los gunners en el presente parece ser la de un equipo al que no le sobra mucho, y requiere esfuerzo para progresar. El próximo lunes, ante Newcastle, es una nueva oportunidad para volver a sumar de a tres unidades. 

El Crystal Palace, en cambio, puede marcharse con más satisfacción con el punto obtenido. Sumar nunca viene mal para transitar con comodidad la temporada, y más ante un adversario de renombre.