El Arsenal llegaba al partido en un momento crítico para ellos en la temporada, décimos en la Premier League y con la vuelta de dieciseisavos de final de la Europa League a la vuelta de la esquina, que parece la única vía que tienen para poder clasificarse para la próxima Champions League. Arteta afrontaba el partido rotando mucho al equipo, dejando fuera a jugadores clave como Cédric, Gabriel, Smith-Rowe y Lacazette en el banquillo, dando entrada a otros que apenas han tenido oportunidades en los últimos meses como Marí o Elneny.

 Por su parte, el Manchester City llegaba con una racha de veinticinco partidos consecutivos sin perder, de los cuales los últimos diecisiete han sido victorias. La novedad más importante que introducía Guardiola era la colocación de Bernardo Silva como hombre más adelantado, dejando a Gabriel Jesus en el banquillo. 

 Los citizens se adelantaron en el primer minuto de partido aprovechando la habitual falta de intensidad y concentración de los jugadores del Arsenal cada vez que salen a jugar un partido, Tierney le dejó espacio y tiempo para pensar a Mahrez y el argelino puso un balón perfecto a la cabeza de Sterling, que le ganaba el salto a Holding de manera incomprensible y ponía el balón fuera del alcance de Leno. Los jugadores visitantes generaron muchísimas ocasiones en los primeros quince minutos y pudieron sentenciar el partido en este tramo, pero no lograron conseguir claridad en la finalización de dichas jugadas. Los gunners poco a poco intentaban meterse en el partido, pero aunque dejaron de conceder tantísimas ocasiones, el equipo de Guardiola era el que dominaba el partido en todos sus registros y apenas daba chances a un Arsenal que se veía muy falto de creatividad en su centro del campo, ya que Bukayo Saka era el único que intentaba hacer algo diferente.

 Tras el descanso, los jugadores de Arteta salieron con una mejor actitud y consiguieron incluso tener mayor posesión en algunos tramos, pero la creatividad de sus centrocampistas seguía siendo muy limitada y Odegaard estaba desaparecido. Cuando el City necesitó defender, siempre aparecían Fernandinho y Rúben Dias para solucionar todos los problemas, ambos firmaron un partido fantástico. Arteta hizo los cambios mal y tarde, mientras que Guardiola los utilizó para dar refresco a los jugadores que más cansados estaban, ya que su equipo se encontraba cómodo tanto con balón como sin él. En esta segunda mitad no hubo ningún tiro a puerta por parte de ninguno de los dos equipos.

 Al final, el Arsenal cosecha otro resultado negativo que lo coloca tan cerca del descenso como de la Champions, mientras que el Manchester City se mantiene como líder incontestable de la Premier League con una diferencia de diez puntos con respecto al segundo clasificado.