Tras su eliminación de la Europa League a manos del Slavia de Praga, el Leicester afrontaba este partido con la gran esperanza de acercarse un poco más a la próxima Champions, pero Brendan Rodgers tenía que hacer malabares para confeccionar la alineación, ya que los foxes contaban con numerosas bajas importantes como las de Maddison y Ayoze entre otras.

 Por su parte, Mikel Arteta realizaba seis cambios con respecto al equipo que consiguió superar al Benfica en la misma Europa League el pasado jueves y dejaba en el banquillo a gente importante como Bukayo Saka y Aubameyang.

 Como viene siendo costumbre desde que Mikel Arteta es el entrenador del Arsenal, su equipo encajaba un gol en los primeros diez minutos de partido(ha sucedido en tres de los últimos cuatro partidos de Premier que han disputado). Una falta de concentración tanto de Willian como de Tierney, permitió a Tielemans robar en campo rival, adentrarse en el área y golpear cruzado para batir a Leno, todo esto pudo hacerlo sin ningún tipo de oposición. El Leicester se encontraba muy cómodo sobre el césped, puesto que se había puesto por delante muy pronto y aunque la presión en campo rival de los gunners no era mala, tampoco les ponía en demasiados aprietos y las veces que no lograban salir con el balón jugado, no tenían problema en utilizar algún pase en largo de vez en cuando y consiguieron crear alguna que otra jugada de peligro como un fuerte disparo de Harvey Barnes desde fuera del área, al que Leno respondió sacándoselo de encima como pudo.

A partir de la media hora de juego, el Arsenal empezó a crecer de la mano de Nicolas Pépé, el franco-marfileño fue el foco de todos los ataques gunners provocando una gran cantidad de libres directos en zonas peligrosas y sacándole la amarilla a su marcador, Luke Thomas. En una de estas faltas llegó el tanto del empate, Willian puso un muy buen centro desde la derecha para que su compatriota David Luiz igualara el partido con un gran remate de cabeza. Ya en el tiempo de descuento de la primera parte, de nuevo una acción de Pépé provocaría el penalti que supuso el gol de la remontada de Lacazette, el fichaje más caro de la historia del Arsenal disparó con la izquierda desde fuera del área y el balón golpeó en la mano de Ndidi, acción que tuvo que revisarse en el VAR, ya que el colegiado del partido no señaló nada en primera instancia.

  Tras el descanso, el partido siguió por el mismo camino en el que iba y en los primeros minutos, Nicolas Pépé redondeó uno de sus mejores partidos con la camiseta del Arsenal anotando un gol en una jugada que inicia él mismo desde la izquierda y, tras asociarse con Odegaard y Willian, termina finalizando a portería vacía. Al Leicester se le juntó este momento con la aparentemente grave lesión de Harvey Barnes y también una lesión de Johnny Evans, más todas las importantes bajas que tenían y se veían incapaces de revertir la situación. Apenas crearon un par de acercamientos tímidos en toda la segunda mitad y el Arsenal pudo controlar el partido sin apenas sufrir. Eso sí, en la última jugada del partido, Iheanacho dispuso de una oportunidad inmejorable dentro del área, pero su disparo se fue muy desviado.

  Los tres puntos le sirven al Arsenal para acercarse un poco a los puestos europeos, pero su situación en la Premier League sigue siendo bastante complicada. Por su parte, el Leicester, pese a la derrota, se mantiene tercero clasificado y afronta un calendario aparentemente asequible.