El Tottenham se jugaba un partido importante ante el Fulham en Londres, por la fecha 33 que se suspendió por los casos de COVID que surgieron en el equipo conducido por Scott Parker. Esto implicaba un partido más en la agenda tan complicada que tiene los de José Mourinho por delante con varios partidos consecutivos. 

Mientras que los Cottagers están buscando alejarse de la zona tan temida para no regresar al Championship, los de Mourinho estaban con una necesidad de sumar de a tres para ir escalando en la tabla de posiciones y volver a estar entre los primeros con el objetivo de ingresar a la zona de competiciones internacionales. 

Las principales novedades en el equipo de Mourinho pasaron por la inclusión de Gareth Bale y Dele Alli, ambos que de a poco empezaron a recuperar las mejores versiones, junto con los dos delanteros estrellas: Harry Kane y Heung-Min Son.

El partido fue parejo desde el principio, donde no se sacaban ventajas unos y otros, pero el local tenía un pequeño mayor control del equipo dueño de casa, pero la visita, en cuanto con su poderío ofensivo pisara el acelerador, podía generarle problemas a la defensa. Y así fue, porque a pesar de que el Fulham lo intentara, no le generaba peligro a Hugo Lloris, pero si lo hizo Harry Kane con un cabezazo que logró sacar Aréola. 

Pocos minutos más tarde, tras una buena salida rápida entre la transición de defensa ataque que comenzó desde la derecha con Doherty y Bale, terminó por la izquierda con un centro de Heung-Min Son para que Dele Alli que lo había asistido al principio, se meta en el área y defina para la apertura del marcador que, finalmente, terminó empujando Tosin Adarabioyo en propia puerta

Desde ahí, el Tottenham tuvo el control y no pasó mucho más, porque los de Scott Parker no sabían como generarle peligro a la defensa de Mourinho, sólo tuvo tiempo para otra que, a la inversa del gol, Alli asista a Son, pero esta vez el surcoreano definió desviado. Sin tiempo para más, la visita se iba al descanso con el marcador en su favor. 

Para el segundo tiempo, otra fue la historia en la segunda parte. A pesar de que la primera oportunidad en los pies de Dele Alli tras un pase de Kane, los de Craven Cottage se adelantaron más en el campo de juego, estaban más decididos a hacerles daño a la defensa de los Spurs, cosa que iban a poder lograr y exigían las respuesta de Lloris para seguir manteniendo su valla intacta. 

Al minuto 62, luego de una serie de rebotes en donde nadie podía contener el balón, le quedó para que Josh Maja saque un disparo desde fuera del área, donde el portero francés no podía contener el balón y marcaba la igualdad para el conjunto visitante. Sin embargo, y cuando todo el dueño de casa celebraba, la intervención del VAR por una mano en el camino del disparo, invalidaban el tanto de la igualdad. 

Los minutos transcurrían y el Tottenham, fiel a su estilo, se iba más afirmando a ese gol de ventaja, esperando poder encontrar espacios para cerrar definitivamente el partido. Lo pudo hacer Kane con un cabezazo, pero se fue desviado. El Fulham no encontraba la forma de igualar el encuentro, a pesar de que nunca dejaba de intentar ante un equipo de Mourinho parecía estar sólido en la defensa. 

A pesar de que lo intentó, los de Parker se quedaron con las manos vacías en casa, ante un equipo de Mourinho que sacó ventaja y fue sólido ante la falta de profundidad de los dueños de casa. 

De esta forma, el Tottenham escala a la octava posición, con un partido más por jugar de la jornada 29 que es la que se está disputando esta semana, a tres puntos de los puestos de Europa League, al que en este momento está ocupando el West Ham. En cambio, el Fulham desaprovechó una oportunidad única de salir de puesto de descenso e igualar en puntos al Newcastle, pero las Urracas con peor diferencia de gol. 

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