Etapa clave en la UEFA Europa League donde ya los sólo quedan los mejores de la competencia europea, incluidos los equipos que quedaron relegados de la Champions League, pero que tienen una segunda oportunidad en esta competencia que también tiene su importancia porque significa un título más en su palmarés y un lugar en la Champions League. 

Esto toma más importancia para el Tottenham. El equipo de José Mourinho, fuera pero no tan lejos de puestos de Europa en la Premier League, y con ansias de volver a levantar un título que no consigue sumar desde hace 14 años cuando levantó la Copa de la Liga y 37 años del último internacional, la Liga Europa de la UEFA en 1984.

Mourinho lo sabe. No quiere perder la oportunidad de ser el conductor para que los Spurs vuelvan a reencontrarse con la gloria y no hay mejor oportunidad que esta Europa League. Por eso, a diferencia de partidos anteriores en esta competición, el entrenador portugués no quiere dudas y fue con lo mejor: Kane, Son y aprovechar el buen momento de Dele Alli. 

El primer tiempo, estuvo controlado para el equipo local. No pasó sobresaltos, estuvo ordenado, a pesar de que no fue un encuentro en donde se destacó por la gran cantidad de jugadas de peligro a la portería del Dinamo de Zagreb, pero si el dominio del juego. 

Eso le dificultó mucho el encuentro al equipo de Croacia, que no supo cómo generarle peligro a la portería defendida por Hugo Lloris, que no tuvo gran trabajo en los primeros 45 minutos. Los que si tuvieron un gran trabajo fue la zaga central, ya que tanto Davinson Sánchez como Eric Dier, estuvieron firmes a la hora de la marca, Sissoko y Ndombelé los dos sólidos a la hora de la marca.

Pero los que más se destacaron fueron Dele Alli y Erik Lamela, ambos se movieron permanentemente en el frente de ataque, el inglés se encargó de asistir y recuperar, mientras que el argentino de romper líneas y desequilibrar a la defensa rival con el objetivo de poder abrir juego para los laterales, Aurier y Ben Davies, aprovechar la velocidad de Son para poder asistir a su máxima estrella, Harry Kane. 

Así, a los 25 minutos de juego llegó el gol. Un balón largo para Son de Dele Alli que logró interceptar la defensa, el mismo mediocampista recuperó para Ben Davies que jugó con Lamela, el argentino se sacó un hombre de encima con un enganche, condujo hasta encontrar lugar para rematar con su pie izquierdo, pero el poste le negó un gran gol, aunque, en el rebote, Harry Kane empujó el balón para anotar el primer tanto del encuentro. 

Luego, los Spurs pudieron anotar algún gol más para aumentar la ventaja en la primera mitad, aunque no fueron lo necesariamente profundos porque sabían de la importancia de no recibir goles en su portería que lo harían complicar la clasificación a la próxima ronda. 

La segunda parte poco cambio de lo que sucedió en los primeros 45 minutos, pero el Tottenham creció aún más en el campo. Los Spurs se adueñaron más del balón para no tener ningún sobre salto y eligieron defenderse en la portería local, pero siempre manteniendo el orden. 

Fue de tal forma que, a 20 minutos del cierre de juego, Harry Kane encontró un balón perdido en el área que los defensores del equipo croata no supieron despejar tras un centro de Aurier, el delantero se acomodó para su mejor perfil y sacó un disparo cruzado para darle mayor tranquilidad a su equipo y sentencia el 2-0 final del encuentro. 

De esta forma, Tottenham se quedó con un gran resultado en Londres. Ventaja de dos goles a su favor, ningún gol marcado en su propia puerta y en una semana la revancha en Croacia que, con sólo marcar un gol, podría ayudarlo a sellar la clasificación a los cuartos de final de la Europa League.