Inicio vibrante en donde los dos equipos plantearon partidos diferentes, buscando llevar la iniciativa fieles a su idea. Mientras que por parte de los locales se pudo ver un equipo más eléctrico, atacando los espacios a la espalda de los laterales, sobre todo la de Oniel Fisher, el LA Galaxy tenía mayor predisposición a controlar la pelota con un Jonathan dos Santos que ayudaba en la circulación.

Conforme el encuentro fue madurando, el control de la pelota por parte de LA Galaxy fue siendo cada vez mayor, aunque no encontró el camino del gol. La defensa de los locales encabezados por un Nicolás Figal en estado pletórico, desbarató todos los acercamientos que pudiese haber sobre su portería. Inter Miami a su vez pudo en contadas ocasiones correr a la contra y en botas de su delantero, Gonzalo Higuaín, tuvo dos oportunidades que se quedaron en nada a causa de la lentitud del argentino al definir.

Con el paso de los minutos y a raíz de las ocasiones generadas por los locales, estos comenzaron a tener un papel protagonista en el encuentro, encerrando a los visitantes en campo propio y tratando de encontrar espacios en una poblada defensa. En estos minutos de control, Higuaín volvió a aparecer en el borde del área con opciones de anotar, pero su disparo se topó con un Jonathan Bond que se estaba convirtiendo en la mayor pesadilla del delantero argentino, deteniéndole el segundo disparo.

La tónica del encuentro fue siendo la misma hasta el final de los primeros 45 minutos, donde Inter Miami continuó siendo el equipo más insistente y activo en el ataque, lo que tuvo su recompensa con el tiempo reglamentario cumplido. En el primer desajuste de la defensa californiana, Higuaín recibió una pelota a la espalda de la defensa con la que se dirigió a portería en un cara a cara con el portero. En lugar de definir, el argentino cedió la pelota a Robinson que acompañaba la jugada para que este anotase a portería vacía y colocase en ventaja a los locales antes del descanso.

La segunda mitad mantuvo el mismo desarrollo de lo visto en los primeros 45 minutos, con ambos equipos tratando de hacer su juego. In embargo, ninguno de ellos encontró claridad en sus acciones lo que impidió que se viesen acercamientos sobre ninguna de las áreas. Solo un par de disparo por parte de los locales desde fuera del área fueron las únicas acciones en las que alguno de los equipos intentó desequilibrar el marcador.

Tuvo que superarse la hora de partido para ver la primera ocasión clara de el equipo californiano, que a su vez terminó en el gol del empate. Una buena acción combinativa en la que la pelota llegó a Zubak en la banda derecha y este colocó un centro en el primer palo. Por ahí apareció un “Chicharito” Hernández experto en este tipo de acciones al primer palo, se anticipó al defensor y a la media vuelta logró batir al portero para marcar su primer gol de la temporada. Sin embargo, la alegría apenas duró unos minutos al equipo visitante ya que prácticamente en la siguiente jugada al gol, Pizarro fue derribado en el interior del área, llevando al colegiado a señalar la pena máxima. Higuaín fue el encargado de volver a poner a su equipo por delante en el marcador, reencontrándose nuevamente con el gol después de un partido muy difícil.

No obstante, el partido se convirtió en un correcalles tras este gol en donde el rigor táctico quedó de lado y la voracidad ofensiva se convirtió en la normalidad durante los siguientes minutos. Fue a causa de estos minutos de locura lo que llevó al LA Galaxy a sorprender a su rival nuevamente, consiguiendo empatar por segunda ocasión el partido. No fue otro que “Chicharito” Hernández quien sacó provecho de un mal despeje del portero para rematar a gol una pelota en la misma línea.

Inter Miami CF no bajó los brazos y continuó percutiendo, con menos suerte que anteriormente, la portería de un equipo californiano que consiguió desprenderse de la presión rival, y con lo cambios realizados, continuar teniendo mayor presencia en el ataque. En una de estas jugadas a pocos minutos del final, un desajuste en la defensa local permitió a Kljestan recibir una pelota en el borde del área, y sin pensárselo, colocar el balón pegado al palo y anotar un tercer gol que significaba una épica remontada.

En los minutos finales, el equipo local trató a la desesperada de llevar la igualdad nuevamente al marcador, y cerca estuvo de conseguirlo en la última acción del partido cuando una acción a balón parado fue rematada de espuela por Nicolás Figal al lateral de la red. Con esta acción finalizó el partido con la victoria del lado del equipo angelino cuando parecía todo decantado para que los tres puntos se quedasen en casa.