Luego de siete días duros para el Tottenham Hotspur tras estar a tan pocos minutos de tener chances de ganar la Carabado Cup que, finalmente, quedó en manos del Manchester City de Pep Guardiola, los Spurs tenían que levantar cabeza rápido para soñar con la clasificación a la Europa League la próxima temporada.

Además, mientras las dudas crecen en torno al nombre del próximo entrenador, cuando dos de sus cuanditos confirmaron sus futuros lejos de Inglaterra -Erik ten Hag renovó con el Ajax hasta el 2023 y Julian Nagelsmann seguirá su carrera en el Bayern Munich- Ryan Mason se va haciendo un lugar en el banquillo del Tottenham. 

Nuevamente, tenía un desafío muy importante en la Premier League. Tal vez, el rival no se encuentra en las primeras posiciones, pero duro por las obligaciones del Sheffiled United de sumar de a tres porque ya no tiene más margen de error, si no ganaba está sentenciado su futuro la próxima temporada a jugar el Championship. 

Cambios en la ofensiva propuso el entrenador de 29 años, incluyendo un cambio de sistema. Del 4-3-3 utilizado en Wembley el fin de semana pasado, Mason probó con tres jugadores ofensivos por detrás de Harry Kane, que fueron Gareth Bale, Dele Alli -que son los que menos lugar tenían con José Mourinho- y Heung-Min Son.  

En el primer tiempo, se vio un equipo londinense superior a su rival, que era tímido a la hora de pensar en la portería de Hugo Lloris y le cedió todo el terreno al Tottenham para que fuera el dominador del juego. Sin embargo, no podía sacar la diferencia a pesar de las oportunidades que creaba en ofensiva. 

Tuvieron que pasar 35 minutos para que el Tottenham pudiera derribar la muralla de la visita. Un gran pase Serge Aurier por salteando líneas, Bale se adelantó y puso su pie para desviar el balón y pudiera marcar el primer tanto del encuentro. 

Para más emociones, hubo que esperar a la segunda mitad. Luego de cinco minutos, un balón largo para que Heung-Min Son partiera desde el centro del campo, llegue hasta la portería y defina para poner el 2-0. De todas formas, el VAR anuló la anotación por posición fuera de lugar. 

Pero, y a pesar de que la visita iba con todo sus jugadores en búsqueda de la igualdad, quedaba al descubierto y cualquier contrataque del dueño de casa sería el segundo gol. Y así fue, saque de esquina que el Sheffield quedó con sólo un defensor, ganó Son que metió un pase perfecto para que con un disparo potente, el galés marcara, ahora sí, el 2-0.

Los minutos que quedaban, fueron para que el Tottenham se floree. Lo mismo para Gareth Bale, que iba a conseguir el tercer gol en su cuenta personal, y en el partido, luego de recibir una nueva asistencia de Aurier y el ex Real Madrid defina al ras del suelo al poste más lejano de Aaron Ramsdale. 

Solo le quedó tiempo al encuentro para una recuperación en el centro del campo, un pase para Steven Bergwijn, que ingresó en la segunda parte, este habilitó a Son que enganchó, se acomodó y clavó el balón inalcanzable para Ramsdale y coronar una gran jornada en casa para los Spurs. 

Con este resultado, y a falta de completar el Wets Ham ante Burnley y el Liverpool ante el Manchester United, le permite al Tottenham ubicarse en la quinta ubicación y traer una calma necesaria. En cambio, el Sheffield, se hunde en la última ubicación con sólo 17 unidades y, a falta de cuatro fechas, parece que su destino será el Championship.

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