El 29 de diciembre de 2020 dejó la de la dirección técnica del PSG de manera tan sorpresiva como intempestiva tras una serie de diferencias y desencuentros con Leonardo, director deportivo del cuadro parisino. Su salida se dio mientras el PSG viajaba tercero en la clasificación de la Ligue 1 a un solo punto del líder y había clasificado a la ronda de octavos de final de la UEFA Champions League como primero de su grupo.

Menos de un mes después de su polémica recisión de contrato en Francia, Tuchel se habría de convertir en el primer entrenador alemán en dirigir en los banquillos de Stamford Bridge; pues el 26 de enero de 2021 fue presentado oficialmente como el hombre elegido para tomar el sitio que dejó vacante Frank Lampard.

Un panorama desolador

Tuchel llegaba de cara a la jornada 20 de la Premier League y encontraba a un Chelsea desangelado, sin rumbo, y sin una idea de juego sólida; el cuadro del oeste de Londres era octavo lugar con 30 puntos, lejos de los puestos de UEFA Champions League y con un duro duelo ante el Atlético de Madrid en la justa europea. En poco más de 100 días de gestión en el cuadro londinense, Tuchel ha logrado revivir la gran inversión que el club hizo a inicios de la temporada y rápidamente hizo olvidar la infructuosa gestión de una leyenda del club como Frank Lampard.

Activando a sus efectivos

Tuchel tomó la inversión millonaria que Roman Abramovich hizo para la presente campaña; y al compás del orden y el trabajo táctico, lo 81 millones de euros por Kai Havertz y los 92 por Timo Werner y Hakim Ziyech comenzaron a rendir cuentas en el terreno de juego; en una suerte de magia e inspiración, levantó a tres jugadores que la afición no quería debido a su pobre rendimiento inicial.

Los pequeños detalles arrojan grandes cambios, y bajo esa filosofía, el estratega decidió respetar la posición de Ziyech como extremo por derecha para facilitarle el recorte hacia el centro que tantas veces le vimos hacer vistiendo la elástica del Ajax.

En el caso de Havertz, Tuchel, le ha devuelto la confianza y lo ha empleado como extremo por derecha, única punta, doble nueve o como enganche, aprovechándose de su capacidad de jugar en varias posiciones distintas en el frente de ataque y convirtiéndolo en uno de sus elementos más valiosos.

En lo que a Timo Werner respecta, ha estado clavado como centro delantero, aunque Tuchel no ha dudado en usarlo pegado a la banda izquierda o en el carril interior del mismo lado para encontrar variantes según las necesidades del equipo ante diferentes rivales.

Así, el estratega nacido en Krumbach, logró rescatar a tres grandísimos jugadores que pasaron de ser criticados por su nulo aporte ofensivo, a convertirse poco a poco en piezas claves del ataque azul.

Una apisonadora de grandes

El Chelsea de Tuchel posee números envidiables. Desde la llegada del entrenador alemán a Stamford Bridge, han ganado 17 de los 26 partidos que han disputado, empatando seis y perdiendo solamente 3; además de haber blindado defensivamente a su equipo, pues han culminado con la meta invicta en 18 de esos 26 juegos.

Al superar al Real Madrid en las semifinales de la UEFA Champions League, Tuchel ha instalado al Chelsea en su tercera final de la máxima justa europea de clubes, y a nivel personal se posiciona como entrenador finalista por segunda campaña consecutiva, pero con equipos distintos (tras haber caído con su PSG a manos del Bayern München la edición anterior).

Con Tuchel en el banquillo, los blues han vencido a José Mourinho (0-1), Jürgen Klopp (0-1), Carlo Ancelotti (2-0), Diego Pablo Simeone (0-1 y 2-0), Pep Guardiola (1-0) y Zinedine Zidane (2-0) sin encajar un solo tanto en esos siete encuentros. Una estadística escandalosa que demuestra cómo el teutón le ha revolucionado la cara al conjunto de Stamford Bridge en poco más de 100 días.

Por si eso fuera poco, volvieron a dar cuenta del Manchester City de Pep Guardiola, su rival en la ansiada final continental, por marcador de 1-2 en el Eitihad Stadium.

Tuchel encabeza una "Revolución azul" que da para poder soñar con la conquista de la FA Cup ante el Leicester, y ¿Por qué no? Pensar en derrotar al City por tercera ocasión consecutiva y así obtener la segunda UEFA Champions League para las vitrinas del conjunto londinense.