Antoine Griezmann, actual jugador del FC Barcelona, llegó por primera vez a la selección francesa en 2014, convocado por Didier Deschamps. Tuvo la oportunidad de debutar en un amistoso contra Holanda. Además, también ayudó a su país a jugar los cuartos de final en el Mundial de Brasil. A partir de ese momento, Antoine comenzó a escribir su historia como blue. Una historia que aún está por completar.

  • Su sello en el Mundial de Rusia

Francia consiguió alzarse con su segundo mundial tras vencer a Croacia en la final del Mundial de 2018. Los jugadores más destacados fueron Kylian Mbappé, Pogba, y como no, el mismísimo Antoine Griezmann. 

El futbolista nacido en Màcon, fue una de las estrellas de la Copa del Mundo, anotando cuatro goles y haciéndose con la Bota de Plata tras quedar segundo máximo goleador del torneo. También fue nombrado como tercer mejor jugador de la competición, adquiriendo el trofeo del Balón de Bronce

Sus destellos en este certamen futbolístico hicieron posible su nominación al Balón de Oro, y aunque no logró ganarlo, se posicionó como uno de los mejores jugadores del mundo.

  • Las estadísticas, a la altura de leyenda

Lo cierto es que sus números no dejan de crecer, y cuando Antoine juega con Francia, deja huella, asumiendo liderazgo en una de las mejores delanteras de la presente Eurocopa. Solo tenemos que volver al partido de ayer para darnos cuenta de la importancia de su presencia en el cuadro que dirige Deschamps.

Ayer, ante Gales, anotó su 36º gol con la selección, conformando el puesto de cuarto máximo goleador histórico. Está solamente a seis goles de superar a Michel Platini, y a nueve de superar a uno de sus compañeros, Oliver Giroud.

Antoine ha efectuado 21 asistencias y 36 goles en 90 partidos, cifras que lo convierten en un héroe nacional. El jugador blue no quiere dejar de causar sensación y ya ha dejado más de una vez claro que su deseo es convertirse en una de las máximas leyendas de Francia.