Importantísima victoria de Suecia (1-0) ante Eslovaquia en San Petersburgo, que pone el grupo patas arriba y deja a los de Andersson en una posición privilegiada de cara a la última jornada. El partido fue espeso en la primera mitad y mejoró notablemente en la segunda, gracias especialmente a un activo y acertado Isak.

  • Primera parte para olvidar

Si querían ustedes disfrutar de una buena siesta, eligieron la retransmisión correcta. Suecia y Eslovaquia nos brindaron una primera mitad espesa, excesivamente táctica, sin velocidad ni profundidad y carente por completo de ocasiones de gol que pudieran siquiera alterar el sueño de los espectadores que daban colorido al Krestovski de San Petersburgo.

Quiso empezar medianamente intenso el partido, con llegadas tímidas de ambos equipos (quizás, el momento en que más cercano estuvo el gol fue un cabezazo a la salida de un córner de un muy activo Kucka que acabó 2 o 3 metros desviado de la portería de un dubitativo Olsen). A partir de ahí, Suecia se hizo con el control del balón y Eslovaquia realizó un gran ejercicio táctico y físico de defensa, secando por completo a Isak y Berg y convirtiendo la posesión de los de Janne Andersson en un lento ir y venir del balón de una banda a otra, algo completamente estéril, inerte. 

Los suecos saben defender muy bien (así lo demuestran los números, pues con este partido suman 6 de 7 partidos en 2021 sin recibir gol) pero tienen muchos problemas a la hora de elaborar juego y crear ocasiones con verticalidad, algo agravado tras la baja de Kulusevski. Apenas un par de apariciones puntuales de Forsberg generaron cierta duda en la defensa eslovaca.

Los centroeuropeos aguantaron muy bien, con el bloque junto y la figura del falso 9 ocupada por Duda generando incertidumbre en la defensa sueca. A medida que fue avanzando la primera mitad, incluso gozaron de mayor posesión en campo rival y un par de acercamientos interesantes al área sueca, con buenas aportaciones de Hamšík, Mak o el propio Kucka.

  • Gran mejoría sueca

Tras el paso por vestuarios el partido cobró vida. Fue primero Eslovaquia quien lo intentó mediante un disparo seco de Duda que salió por encima del arco que defendía Olsen, pero fue un espejismo. Alexander Isak empezó a aparecer y se erigió en el mejor jugador del partido. 

Avisaron los nórdicos en el 59. Isak abrió a banda para el centro tenso de Larsson que remató Augustinsson de cabeza y Dúbravka mandó a córner con un paradón descomunal, contrapié incluido. En ese mismo córner pudo marcar Danielson en un nuevo testarazo, y poco después el propio Isak probó el mismo método con la misma suerte que su compañero. El delantero de la Real firmó la mejor jugada del partido, digna de ser calificada como maradoniana, que concluyó con un disparo seco al primer palo que envió a córner el portero eslovaco no sin problemas

  • Forsberg abre la lata

Corría ya el minuto 75 cuando un pase sutil de Isak dejó solo al recién incorporado Quaison ante Dúbravka. El delantero regateó al portero del Newcastle, que le derribó. Penalti claro y amarilla. Forsberg, bastante ausente en el partido, asumió la responsabilidad y transformó la pena máxima ajustando bien el golpeo a la izquierda de Dúbravka, cuya estirada fue acertada, pero inútil.

Tras el tanto, Eslovaquia intentó dar un paso al frente y dejó más espacio a su espalda, que a punto estuvieron de aprovechar Isak y Quaison en alguna ocasión. Lo intentaron los de Štefan Tarkovič con más corazón que cabeza, más empuje que fútbol, y no dispusieron de grandes ocasiones. Únicamente un disparo alto de Kucka ya en el descuento y un posible penalti por mano en un barullo en el área, que fue ignorado con buen criterio por el árbitro y el VAR, habida cuenta de que la mano viene tras un rebote en el cuerpo del propio defensor sueco.

Forsberg celebra el gol mirando a los aficionados suecos en San Petersburgo
Forsberg celebra el gol mirando a los aficionados suecos en San Petersburgo. Foto: Getty Images
  • Cómo queda esto...

Tras esta victoria, Suecia se asegura casi al 100% su presencia en octavos. Los 4 puntos que acumula le garantizan con casi total probabilidad ser uno de los mejores terceros. A partir de ahí, todo lo que sume contra Polonia le puede aupar a posiciones más privilegiadas que faciliten su envite de octavos. La presión, en ese partido, será para Polonia. 

Por su parte, los eslovacos deberán sumar algo ante España si no quieren depender de lo que suceda en otros grupos para finalizar como uno de los mejores terceros. El empate ante Suecia era un magnífico resultado para ellos, y estuvieron cerca de lograrlo, pero tendrán que jugárselo todo ante una España que tampoco dio una impresión muy positiva en el partido ante los nórdicos. Sea como fuere, la última jornada del grupo se presenta apasionante.

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