La UEFA Euro 2020 continúa con su camino y entra ya en etapas decisivas, definiendo cada grupo sus clasificados. En esta oportunidad, el primero fue el Grupo A, con Italia ya habiendo asegurado su boleto, mientras que Suiza y Gales debían definir el segundo y tercer lugar.

Los italianos han demostrado ser un equipo sumamente confiable, sólido en defensa, de transiciones rápidas y con un tridente impecable en ofensiva que es una garantía de goles para, si bien no llegar a deslumbrar totalmente, brindar un espectáculo que ya disfrutan propios y ajenos.

Roberto Mancini planteó el clásico 4-3-3 tan característico de su Italia, con Federico Bernardeschi y Federico Chiesa como extremos, asistiendo a Andrea Belotti, mostrando así un ejemplo de la rotación a la que apeló el entrenador, ya en la previa clasificado a la siguiente ronda.

Además, se sumó Marco Verratti, recuperado ya de la lesión que sufrió en los días previos al inicio de la Euro y que había puesto en duda su presencia en el máximo certamen europeo.

Por su parte, Gales fue con lo mejor que tenía disponible, apelando al 3-4-3 con Aaron Ramsey apareciendo de sorpresa en la zona de definición, sumado a los aportes en los laterales de Daniel James y la experiencia de Gareth Bale.

El partido comenzó a pedir de los italianos, que controlaban a un Gales poco peligroso e imponían sus condiciones desde el primer minuto. Italia apostaba a doblar por los laterales y lograr así superioridad ante una endeble línea de tres hombres que propuso la escuadra visitante.

Sin embargo, pese a que los de Mancini merecían la ventaja, la misma no llegaba, hasta que al minuto 39, un tiro libre casi rasante al área de Gales encontró a Matteo Pessina, quien llegó a desviar el balón y así abrir la cuenta para los dueños de casa. Italia abría la cuenta y la responsabilidad pasaba a Gales, no tanto por un riesgo serio en la clasificación, sino para poder al menos asegurar el segundo lugar y no depender de lo que pasara con Suiza - Turquía para comenzar a hacer cuentas.

Concluyó la primera mitad y, salvo algunas tibias aproximaciones, nada hacía pensar que el encuentro se le podía siquiera llegar a escapar a Italia, claro dominador y que solo esperaba atrapar a la contra a Gales para liquidar el triunfo. Ya en el complemento, a solo diez minutos de iniciado, Ethan Ampadu fue expulsado por una muy dura entrada contra Bernardeschi.

Pese a que incluso la derrota podía clasificarlo, Gales sabía que no podía especular demasiado, pero no lograba romper la maraña defensiva de Italia, más allá de alguna tímida aproximación.

Los minutos pasaban y pasaban, la tarde se consumía en el bello Estadio Olímpico de Roma, con los italianos ya celebrando la clasificación de una plantilla que los ilusiona con volver a festejar un título desde el Mundial de Alemania 2006.

Finalmente, el árbitro rumano señaló el final del encuentro y toda Italia celebró la clasificación a la próxima ronda. Roberto Mancini se dio el lujo de guardar a algunos de sus jugadores más importantes e incluso así los italianos siguieron siendo un equipo totalmente fiable, demostrando así la gran plantilla que conformó el entrenador.

Tanto en las gradas como en el verde césped, con el festejo de los jugadores, quedó reflejada la enorme ilusión que tiene Italia, que llegó a esta Euro con un gran rendimiento previo y logró demostrarlo en esta fase de grupos, con un pleno de victorias y sin recibir goles en contra.

Pese a la derrota, Gales también clasificó y ahora, junto con Italia, esperan por ver quiénes serán sus rivales en la próxima ronda de esta UEFA Euro 2020.