Dinamarca da miedo. Eso es la principal conclusión que se puede extraer este sábado del choque de octavos de final entre los nórdicos y Gales en el Amsterdam Arena. Los de Hjulmand no dieron opción a su rival y volvieron a demostrar, al igual que en el duelo ante Rusia, una gran pegada. Enfrente, Gales apenas tuvo opción y acabó el partido muy desquiciada.

  • Primera parte danesa

Arrancó el partido con una Gales intensa y bien plantada sobre el terreno de juego, que impedía a Dinamarca avanzar en exceso hacia el área de Ward. Pudo marcar Bale en el minuto 10 tras una buena diagonal partiendo desde la derecha que terminó con un remate fuerte que salió desviado por poco. James emuló la misma jugada desde el otro lado poco después con la misma suerte.

A partir del minuto 15, sin embargo, Bale y el resto de los hombres Rob Page perdieron la energía, el fuelle, el duende... llámenlo como quieran, pero lo que está claro es que no se volvió a saber de Schmeichel y los daneses se hicieron con la pelota para no soltarla. Inicialmente, aplacaron el dominio galés a base de empuje y córners, y finalmente se hicieron con el cuero y avasallaron a su rival, gracias especialmente a un inspirado Damsgaard (qué futuro tiene este jugador). 

El gol, no obstante, fue obra de Kasper Dolberg, que jugó hoy por la lesión de Poulsen. Tras una buena jugada combinativa entre Maehle y Damsgaard, el balón llegó a botas del delantero, que se giró con clase y realizó un fuerte y colocado disparo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Ward. 1-0 y corría el minuto 27. Alguno más pudo marcar Dinamarca antes del descanso, por ejemplo en un taconazo en el área pequeña de Dolberg que solventó Ward o con un muy claro remate de Maehle que el portero del Leicester repelió a córner. Sin embargo, los galeses resistieron y se fueron al descanso con vida. Entre medias, perdieron por lesión a Connor Roberts, que se dolió de la ingle tras intentar evitar que un balón saliera por línea de banda. Esperemos que sea leve.

  • Golpe mortal para Gales tras el descanso

Nada más volver de vestuarios, Braithwaite superó a su par en una gran carrera por la derecha, puso un pase de la muerte... y Neco Williams despejó horrorosamente mal, entregando el cuero franco a Dolberg, quien agradeció el regalo y fusiló a bocajarro a Ward. 0-2 y todos los planes trazados por Gales en el descanso al traste. Para más inri, los de Page pidieron una falta al inicio de la jugada sobre Kieffer Moore, falta que probablemente el VAR debería haber señalado.

Esto dejó a los dragones con una gran desventaja tanto en el marcador como en el ánimo. Se vio a un equipo desdibujado, sin ideas y sin la sensación de poder crear peligro sobre la puerta de Schmeichel. Cuesta destacar alguna ocasión clara en toda la segunda mitad.

  • Dinamarca festeja a placer

El partido estaba para que los daneses hicieran sangre en la herida. Pudieron marcar en varias ocasiones, como una triple chance inverosímil en la que ni Cornelius (que cuajó unos minutos excelsos) ni Braithwaite ni Maehle pudieron anotar. No pasó nada. Poco después el lateral del Atalanta recibió un balón en el área, quebró a su par y definió con la zurda. 0-3. Ya con el partido languideciendo, Braithwaite estrenó al fin su cuenta anotadora en esta Euro con un gol de bonita factura. A punto estuvo de no celebrarlo, pues el árbitro lo anuló en primera instancia por fuera de juego. El VAR le echó un cable al barcelonista. 

Gales acabó el partido irritada. Bale vio una amarilla por protestar y Wilson fue expulsado tras una entrada innecesaria en la recta final del partido. Los dragones no encontraban la forma de penetrar en la defensa danesa y la contundencia del marcador final les dejó anonadados y enfurecidos.

Maehle firmó un gran partido, culminado con un muy buen gol.
Maehle firmó un gran partido, culminado con un muy buen gol.

Dinamarca se enfrentará a Países Bajos o Chequia... con un ojo en la enfermería

Los chicos de Kasper Hjulmand esperan ya rival en cuartos de final, que disputarán en Roma el día 3 de julio. Lo conocerán tras el duelo que enfrentará a Países Bajos y República Checa. Sea como fuere, no parece que teman a nadie tras el gran nivel que han exhibido en los dos últimos partidos.

Sin embargo, el seleccionador deberá mirar de cerca la evolución de su enfermería, pues con la situación actual tendría que hacer malabares para configurar un once competitivo. A las ya conocidas ausencias de Eriksen, Poulsen y Wass (habrá que ver si estos dos últimos se recuperan) quizás se les sumen las de Kjaer, Delaney y Larsen, retirados hoy con molestias. Esperemos por el bien del fútbol que todos ellos puedan ser de la partida.

Gales, por su parte, se despide de esta Euro tras haber cuajado una primera fase más que aceptable. El país británico participaba en una Euro por segunda vez en su historia y si bien el resultado no es comparable al de su anterior participación (semifinales en 2016) hay que poner en valor el mérito de Rob Page y sus jugadores. Solo 4 de ellos estaban en la última edición. Se construyó un equipo nuevo, se llegó a la Euro y se pasó de fase de grupos. El partido ante los daneses es sin duda un borrón, pero la buena labor de Gales no debe quedar en el olvido.