Italia tuvo una gran decepción al no llegar al Mundial de 2018 en Rusia. El equipo con cuatro mundiales vivía uno de los peores momentos a nivel internacional cuando Mancini asumió el cargo de seleccionador.

La squadra azzurra se presentó en esta Eurocopa con una apariencia renovada. El aparecimiento de algunas jóvenes promesas del fútbol italiano, la gestión del grupo bien como las opciones tácticas del seleccionador han hecho con que Italia sea uno de los mejores equipos del torneo, hasta el momento.

Los italianos se encargaron de disputar el partido inaugural de la Eurocopa, frente a Turquía, y desde ese primer partido que este equipo enseñó a lo que venía. La victoria por 3-0 fue justa y la manera perfecta de empezar el torneo y demostrar lo que viene siendo este equipo: seguridad defensiva y mucha calidad e imaginación en el ataque.  Lorenzo Insigne hizo un gran partido.

En el segundo partido otra victoria por 3-0 y una exhibición increíble de Locatelli. Suiza fue el rival de esta vez y no tuvo manera de parar lo que fue el partido de los italianos. Otra vez muy bien defensivamente, cerrando espacios y los caminos hacia la portería y luego muy rápidos y creativos saliendo al ataque, con el doble pivote de Jorginho y Locatelli dando le al equipo mucho equilibrio.

Con la presencia en los octavos asegurada, Italia volvió a ganar en el último partido de la fase de grupos. Mancini hizo varios cambios en el equipo inicial y, pese a notarse que la segunda línea de opciones no estaba tan fina como la primera, el equipo hizo un buen partido y terminó ganando frente a Gales por 1-0, terminando la fase de grupos con 3 victorias, 7 goles a favor y 0 contra, un claro aviso para los restantes países de que Italia volvió a los grandes torneos para ganar.

El partido de octavos fue más complicado para los italianos. Austria se plantó con un posicionamiento defensivo bien sólido, creando dificultades a la creación de juego de los delanteros de Italia. La eliminatoria solo fue resuelta en la prórroga con dos goles de dos jugadores salidos de banquillo, una prueba de la calidad que Italia tiene fuera del once de inicio y una prueba de las buenas opciones que el seleccionador Mancini viene tomando. En la secuencia de un córner, Italia encajó un gol, el primero en toda la competición.

  • Una defensa de hierro

Un buen equipo se construye basado en una buena defensa. Este siempre ha sido uno de los principales y más trabajados aspectos del fútbol italiano y el equipo de Mancini no es distinto. Donnarumma es un seguro en cualquier portería. El prodigio italiano, pese a sus 22 años, lleva ya varios partidos con su selección. Alto, bueno de reflejos y en los balones aéreos, el portero que deja el AC Milan este verano le da mucha seguridad a la defensa de Italia.

Los italianos nos acostumbraron a la defensa de 3 zagueros y dos laterales, tanto en la selección como en varios equipos de la Serie A. Mancini no optó por este sistema y depositó su confianza en la experiencia de la conocida dupla de Chiellini y Bonucci, viejos conocidos. Chiellini terminó sufriendo una lesión en el segundo partido y no ha vuelto a jugar en la Euro. Su sustituto viene siendo Acerbi, otro zaguero con mucha experiencia. Esta dupla protege muy bien la zona central de la defensa italiana, creando dificultades a los delanteros contrarios. Su mayor debilidad es la falta de velocidad, por culpa de la edad, y eso puede ser aprovechado por los rivales. Aún así el equipo es muy solidario en las ayudas defensivas y se protegen muy bien. Para añadir a la seguridad defensiva, los zagueros italianos tienen una muy buena salida con el balón, lo que permite al equipo avanzar en el terreno de juego y salir a jugar corto o con pases largos a la espalda de la defensa contraria. Bonucci se viene destacando en esta característica.

Los laterales también lo están haciendo muy bien. Spinazzola viene siendo uno de los mejores en el conjunto italiano con buenas acciones defensivas y con mucha llegada al campo contrario, ayudando al equipo en crear más ocasiones de gol. Florenzi fue titular en el primer partido, pero Di Lorenzo le ha ganado la plaza en la lateral derecha.

  • El centro de toda la acción

Todo el proceso de juego italiano depende del juego del doble pivote en el centro del campo. Jorginho y Locatelli vienen haciendo una dupla de mucha calidad y que se presenta a un gran nivel en todos los momentos del juego. Los dos centrocampistas le dan el apoyo necesario a la defensa en las tareas defensivas, cerrando espacios para la segunda línea atacante de los rivales (en el caso de Bélgica son muy fuertes en esa zona con De Bruyne, Hazard y Carrasco).

Jorginho y Locatelli también son importantes en la salida del balón, con buena capacidad de pase y creación de juego, acelerando o retrasando el juego de su equipo. Una vez más el banquillo italiano tiene mucha calidad para suplir a estos jugadores con Verrati y Cristante.

El jugador del Inter, Barella juega en una posición más adelantada del centro del campo, con menos tareas defensivas y más libertad de llegar al ataque. Barella es un jugador importante para dar creatividad al juego italiano, sea en juego de toque o en salidas rápidas en contra. Aún si, se le puede pedir un poco más al jugador del Inter, ayudando más a Immobile que muchas veces está muy solo en el ataque.

  • Un ataque muy suelto y letal

La fluidez, los movimientos y la eficacia del ataque de Italia viene siendo el sector más impresionante del conjunto liderado por Mancini. Ya es conocida la vena goleadora de Ciro Immobile. El delantero de la Lazio es muy rápido, se mueve bien cuando tiene espacio y, por encima de todo, tiene mucho gol, sea dentro del área o con disparos de lejos. Encaja perfectamente en el estilo de juego de los italianos.

Las bandas están a cargo de Insigne y Berardi. Los dos jugadores vienen haciendo exhibiciones muy buenas. Insigne tiene mucha calidad y eso le permite buscar muchos espacios. Es costumbre verle dejar la banda para buscar zonas más centrales, entre líneas, ayudando a Immobile. El jugador del Napoli tiene un disparo con mucha calidad lo que representa un peligro constante para el adversario.

Por la otra banda esta Berardi que viene siendo una de las revelaciones de este equipo italiano y de la Eurocopa. Más vertical que Insigne, Berardi le da mucha profundidad al equipo con su rapidez. Es muy fuerte llevando el balón a la línea y poniendo centros al área. Bernadeschi y Chiesa son opciones de banquillo con una calidad impresionante y que, en el caso de Chiesa, ya fueron muy importantes saliendo del banquillo para resolver un partido.

Es un cambio impresionante por parte de Italia: de quedar fuera del Mundial a ser unos de los favoritos a ganar la Eurocopa. Bélgica tendrá que luchar mucho para lograr un lugar en las semifinales de la Euro 2020.