Una nueva edición de la UEFA Champions League se puso en marcha este miércoles con un partidazo. No solo en la previa, ya que se enfrentaban dos de los equipos más ganadores de esta competición, sino por lo que mostraron en el campo de juego. 

Liverpool y Milan abrieron su participación en el grupo B del torneo más importante de toda Europa a nivel de clubes, uno de los más difíciles de todo el torneo, donde lo completan el Atlético Madrid y el Porto. 

Sin embargo, en la previa era imposible no ilusionarse con este partido. Remontarse al 2005, en la final de este torneo en Turquía entre italianos e ingleses, donde los de Rafa Benítez remontaron un 3-0 y se consagraron campeones por quinta vez. De todas formas, el equipo rojo y negro se tomó la revancha dos años más tarde, en Grecia. 

Partidazo en Anfield, otra vez con público para recibir partidos de Champions League, dos de los más ganadores de este trofeo - entre los dos suman 13 -, cuando solo se encontraron en finales, les tocaba abrir la primera fecha del grupo. 

Ráfaga del Milan

No desilusionaron. El equipo conducido por Jurgen Klopp arrancó con todo. Presionando alto, sin dejar jugar al rival y a puro toque para generarle peligro al portero Maignan, lo lograba en apenas cinco minutos a través de un centro de Andrew Robertson desde la izquierda, pero que conectó mal Divock Origi, que jugó en reemplazo de Sadio Mané.

La superioridad del equipo Red fue tal que solo le bastó nueve minutos para abrir el marcador. Una buena pared entre Trent Alexander-Arnold y Mohamed Salah, el lateral derecho encaró, se metió al área por el sector derecho para sacar su remate cruzado, se desvía en Fikayo Tomori y se mete para anotar el 1-0 en favor del dueño de casa. 

Alexander-Arnold para el 1-0. Foto: Liverpool.
Alexander-Arnold para el 1-0. Foto: Liverpool.

Los de Anfield no se conformaron y siguieron atacando para aumentar la ventaja. Lo pudo conseguir mediante un penalti otorgado por una mano en el área, pero la ejecución de Salah a su izquierda no fue suficiente para el portero Maignan que terminó tapando su disparo.

Errar el penalti no fue impedimento para que Liverpool se quede, al contrario, siguió intentándolo ante un Milan que no lograba salir de su defensa, pero no lo definió cuando pudo y, cuando eso pasa, se paga en el arco propio. 

Y esa ley del fútbol no falló. Un error en la defensa del Liverpool le dio la oportunidad a Ante Rebic de definir ante Alisson, luego de una asistencia de Rafael Leao y marcar la igualdad. Dos minutos más tarde, un error de Gomez le dio la oportunidad a Brahim Diaz, solo ante la portería, para darle la ventaja al equipo italiano. 

De esta forma, Milan se llevaba una ventaja desmerecida al descanso, ya que el local fue el encargado de brindar juego y situaciones de gol, pero que no pudieron ser concretadas. En un descuido en defensa, pagó caro todo lo que no definió. 

Otra remontada

El segundo tiempo arrancó con un Liverpool dormido. Los de Stefano Pioli fueron desde el minuto cero a buscar aumentar la ventaja, que lo conseguían en apenas tres minutos, pero el línea marcaba posición adelantada lo que anulaba el tercer gol del encuentro. 

Desde ese momento, se repitió la película que se vio en los primeros 45, un Liverpool que fue con todo en búsqueda de la igualdad que llegó a conseguir tres minutos más tarde, con una gran asistencia de Origi que levantó el balón, el portero no salió y Salah desvió para marcar el 2-2.

Los de Klopp pudieron aumentar la ventaja mediante Diogo Jota, pero su disparo se fue desviado. El gol que tanto había buscado, finalmente, llegó tras un saque de esquina en donde rechazaron al medio, le quedó a Jordan Henderson, que sacó un gran derechazo para marcar el 3-2 del partido. 

El 3-2 de Henderson. Foto: Liverpool.
El 3-2 de Henderson. Foto: Liverpool.

Merecido era ese tercer gol para el Liverpool, que intentó liquidarlo, pero que no pudo hacerlo antes. En los últimos minutos, Klopp quiso cerrar el encuentro sacando a Diogo Jota y Salah ingresando por Curtis Jones y James Milner para darle equilibrio al mediocampo, pero queriendo salir de contragolpe. 

De todas formas, el Milan no supo ir a buscar el resultado, mientras que el local estaba conforme con el triunfo por eso es que sacó el pie del acelerador. Es por eso que los tres puntos se quedaron en Anfield, que son muy importantes en un grupo muy parejo. Tal es así que fue empate entre Atlético de Madrid y Porto, lo que le permite al Liverpool ubicarse como líder en esta primera fecha.

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