
Liverpool y Atlético de Madrid volvían a cruzarse en Anfield. Los reds, con sangre de venganza, venían con el objetivo de borrar de sus memorias el mal trago que sufrieron en marzo de 2020. El impacto anímico reconvertido en un desquite aplastador que dejó sin opciones a los hombres del Cholo Simeone.
Las principales novedades del Liverpool fueron Oxlade-Chamberlain y Kostas Tsimikas. El griego se ganó la titularidad con sus buenas actuaciones tras la baja de Robertson y Jürgen Klopp lo recompensó sacando el siguiente once: Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Tsimikas; Fabinho, Henderson, Oxlade-Chamberlain; Salah, Jota, Mané (4-3-3).
El Atlético, sin Griezmann sancionado en el anterior encuentro en el Wanda Metropolitano, apostó por un João Félix que parece recuperar el nivel que mostró en Benfica. El Cholo alineó a: Oblak; Felipe, Giménez, Mario Hermoso; Trippier, Correa, De Paul, Koke, Carrasco; Félix, Luis Suárez (3-5-2).
Anfield, lleno hasta la bandera
Si algo tiene Anfield de particular es su magia en días tan importantes como estos. You'll never walk alone sonando y miles de aficionados recibiendo a un club poco amado en Liverpool. El choque, como era de esperar, comenzó de tú a tú, encontrando las primeras intervenciones por la banda de Carrasco.
El Atlético, bien plantado en su bloque, presionaba a los extremos rivales con dos o tres hombres debido al peligro que suponen Salah y Mané en el duelo individual. En un descuido de este tipo llegó la primera tarjeta amarilla para Mario Hermoso tras derribar en el minuto 8 al egipcio en una acción en la que se marchaba por velocidad.
El asedio red no tardó en golpear, y por partida doble. Alexander-Arnold sigue demostrando que es uno de los mejores pasadores del mundo, y de sus botas nacieron los dos goles. En el minuto 13 metió un centro desde la banda derecha que aprovechó Diogo Jota a bote pronto para abrir la lata, mientras que Mané puso el segundo en el marcador en el minuto 21 tras conectar un potente centro raso del lateral inglés desde el balcón del área.

Una jarra de agua fría sobre la cabeza del Atleti
Los hombres de Diego Pablo Simeone comenzaron el encuentro mirando de frente al gran estado de forma del Liverpool, sin embargo, los dos goles sentaron como una jarra de agua helada para un Atlético que fue deshinchándose conforme llegaron los tantos en contra. Salvo alguna aparición de Carrasco o Luis Suárez, que estiraba al equipo y arrastraba a los centrales, los colchoneros no mostraron ni un ápice de peligro en la portería de Alisson.
El guion con respecto al partido en el Wanda fue similar. El Liverpool demostró su superioridad tras adelantarse por partida doble y el Atlético acabó con un jugador menos antes de finalizar la primera mitad. En esta ocasión, Felipe recibió una tarjeta roja que acabó por machacar el estado anímico de los visitantes. Desde ese momento, Jan Oblak parecía estar solo contra el mundo, aguantando las embestidas de Salah y compañía.

Entra Firmino y el Atleti se estanca
Klopp introdujo en el descanso a Roberto Firmino por Mané en lugar de Diogo Jota. El luso respondió ipso facto a esa confianza con un gol en el minuto 48 que quedó anulado por fuera de juego. La jugada parecía dudosa por la posición de Trippier, pero el colegiado, con la ayuda del VAR, dictaminó que el marcador no se moviese. Por la parte contraria, la alegría del Atleti también se difuminó en la única jugada con peligro. El tanto de Luis Suárez se invalidó igualmente debido a la colocación de Giménez por delante de la línea defensiva red.
El Atlético de Madrid se encontraba hundido en un pozo del cual no podía salir. Los colchoneros cometían numerosos errores que se toparon con la suerte de que Mohamed Salah no tenía la mira afinada. La capacidad para ensanchar el campo del Liverpool, sumado a la entrada de Thiago, le permitió respirar al conjunto del Cholo Simeone.
El Liverpool permite descansar al Atlético
Los visitantes, si pueden presumir de algo, es de la profundidad de banquillo que poseen. Pese a que fueron sustituidos Carrasco, Koke, Luis Suárez, João Félix y Ángel Correa entraron otros como Matheus Cunha o Héctor Herrera, que pudo recortar en el minuto 73 en una jugada en la que Correa puso la pausa y De Paul el pase, pero el centrocampista mexicano desaprovechó la poca intensidad del Liverpool en este último tramo de partido.
Por parte de los reds también entraron jugadores como Minamino, Origi o Thiago, que son cambios normales realizados por Klopp en un contexto en el que el técnico alemán sabía que el partido estaba de cara. El belga entró por un Roberto Firmino que salió lesionado sin haber entrado mucho en juego. Las oportunidades cesaron, pero Jordan Henderson intentó ampliar el marcador con un disparo lejano que no sorprendió a Oblak. La réplica llegó con la volea de Mario Hermoso en el descuento con la pierna derecha, pero sin mucha fe tras poner el punto y final al partido.
Con esta victoria, el Liverpool cosecha su venganza y se convierte en el primer equipo inglés que se clasifica a octavos de final en esta edición de Champions. Se une a Ajax, Bayern y Juve como cabeza de serie.
