Luego dos meses de receso, es hora de que la UEFA Champions League se ponga en marcha. Este miércoles, fue el turno del Liverpool enfrentar al Inter en el Estadio Giuseppe Meazza, por la ida de los cuartos de final de la tan preciada orejona.
El enfrentamiento entre ingleses e italianos es uno de los más atractivos de esta instancia, ya que era una prueba de fuego tanto para el actual campeón de italiana, como para el campeón de la edición 2018/19.
Sin embargo, en los últimos cuatro encuentros en la Serie A, el equipo de Milán consiguió dos empates, un triunfo y una derrota, ante su clásico rival, el Milan, lo que le permitió al equipo rojinegro instalarse en el liderato de la liga italiana, a pesar de tener sólo un punto más y un partido menos que los Nerazzurri.
Mientras que, por el lado del Liverpool, en la senda ganadora luego de haber conseguido un triunfo ajustado contra el Burnely, pero con la esperanza de conseguir más peso ofensivo con la llega de Luis Diaz. Lejos del Manchester City en la Premier League, por lo que hace que sus objetivos estén centrados en la orejona.
De esta forma, en Milan, el Inter quiere repetir la historia del 2009/10 de la mano de José Mourinho y que no volvió a repetir, mientras que el Liverpool quiere demostrar que sigue estando a la altura de ser uno de los mejores equipos de Europa y que es candidato a levantar la Champions League.
Juego igualado
El encuentro se puso en marcha en el Giuseppe Meazza y el equipo italiano fue el primero que quiso generar peligro en la portería de Alisson, pero el remate desde afuera del área de parte de Lautaro Martínez tras una recuperación de Denzel Dumfries, se iba desviado.
La respuesta del Liverpool iba a llegar rápido, que fue el que más intento buscar la portería rival y tuvo más control de juego, con un remate de Thiago que se iba muy cerca de la portería.
Los de Jürgen Klopp seguían atacando y generando peligro, aunque sin tanta claridad para abrir el marcador. Sadio Mané intentaba un buen cabezazo que pasaba toda la portería, una pirueta un remate de libre directo de Trent Alexander Arnold.
De todas formas, la más clara de la primera parte fue para el equipo local que, en una con un remate cruzado desde la izquierda de Hakan Calhanoglu, donde el balón se estrellaba en el poste y salía del área para alejar el peligro del equipo inglés.
Sin goles y con un encuentro parejo, tanto Liverpool como el Inter se iban al descanso igualando en cero. De todas maneras, el equipo inglés fue quien más dominó y generó situaciones de peligro, aunque sin la claridad necesaria para abrir el marcador.
Lo definió en pocos minutos
En el segundo tiempo fue otra historia, el Inter salió más decido a quedarse con la ventaja en su casa, aprovechando a que siempre sus dos delanteros, Martínez y Edin Dzeko, quedaban ante Virgil van Dijk e Ibrahima Konate, pero con la subida de sus dos laterales volantes que conformaban la línea de cinco, y lo alto que juegan las líneas en Liverpool, hacían lío en la defensa rival.
Así, parecía que en los primeros minutos del complemento el dueño de casa iba a conseguir la ventaja. Tanto Ivan Perisic como Dzeko siempre buscan a Martínez para que definiera, primero no pudo con centro desde la izquierda y luego le quitaron el balón al argentino antes de que pudiera definir. Es por eso que el encuentro seguía igualado.
Luego de los primeros minutos de superioridad local, y viendo que a su equipo le faltaba peso ofensivo y un poco más de juego, Klopp mandó al campo a Naby Keita y a su nueva figura, Luis Díaz, quienes fueron los encargados de cambiarle la cara a los ingleses.
Desde ese momento, el encuentro cambió. Los Reds pudieron anotar tras una gran asistencia de Alexander-Arnold donde Luis Díaz se cruzó, remató, pero el balón se desvía un defensor que se encargó de desviar al saque de esquina.
Diez minutos más tarde, saque de esquina del colombiano, logra desviar Roberto Firmino para cruzar el balón con su cabeza y marcar la apertura del marcador. Luego, llegaría la respuesta de Inter con un disparo preciso de de Perisic apenas desviado.
Sin embargo, el Liverpool daba el golpe final con un centro al área que baja Virgil van Dijk, Konaté le deja el lugar a Mohamed Salah que saque su zurdazo y anote el segundo tanto del partido y ponga cifras finales al encuentro.
De esta forma, los de Klopp se llevan un resultado positivo para jugar la revancha en Anfield la primera semana de marzo. Pero, ya sin la ventaja del gol de visitante, los ingleses deberán defender y hacer valer esa ventaja para poder clasificar a la siguiente fase de la UEFA Champions League.