El fin de una era. No hablamos de una era futbolística, ni tampoco podemos hablar del final de una gran leyenda. Sin embargo, Aaron Lennon ha sido y siempre será parte de la historia del fútbol inglés. Un jugador que, lejos de marcar un antes y un después, vive en la memoria de todos los que han crecido viéndole.
El nacido en Leeds ha anunciado su retiro este 15 de noviembre mediante una emotiva carta publicada en sus redes sociales donde se ha mostrado agradecido con los fans, su agente y todas las personas que han tenido oportunidad de jugar al fútbol a su lado.
Sus años dorados
Aaron debutó en la élite en 2003 de la mano del club de su ciudad, el Leeds United, a los 16 años y 129 días, convirtiéndose así en el jugador más joven en disputar un partido de la Premier League.
Desde entonces, su carrera ha estado estrechamente ligada al fútbol inglés. Tras un inicio fulgurante en Elland Road, hizo las maletas hacia el lado blanco de Londres, donde un Tottenham en plena ebullición le daría un papel fundamental durante toda una década, llegando a compartir equipo con nombres tales como Luka Modrić, Gareth Bale, Dimitar Berbatov o Harry Kane.
Posiblemente el mayor recuerdo que tengamos de él sea viéndole volar por la banda de White Hart Line, sitio donde alcanzó sus mayores triunfos deportivos. Lennon fue clave en la vuelta de los Spurs a la Champions League tras medio siglo de ausencia y fue titular en la final que dio lugar al último gran trofeo logrado por la entidad, la Copa de la Liga de 2008.
Todo aquello también le hizo ganarse la recompensa de representar a los Three Lions hasta en dos mundiales: Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, pudiendo lucir con orgullo en sus memorias que dispuso de minutos de juego en ambos eventos.
El principio del fin
Tras ser vital en los esquemas de entrenadores como Juande Ramos, Harry Redknapp, André Villas-Boas o Tim Sherwood, la llegada de Mauricio Pochettino al banquillo y la gran revolución que el argentino inició en la plantilla, le acabó quedando grande.
En 2015 puso rumbo a otro histórico del fútbol británico, el Everton. En los años posteriores también pasaría por Burnley, Kayserispor en la única temporada lejos de su tierra natal y, finalmente, un último baile de nuevo de la mano de los clarets.
Su contrato en Turf Moor expiró el pasado verano y, desde entonces, el extremo se quedó sin equipo a sus ya curtidos 35 años.
El día martes decidió que ya había sido suficiente y, tal y como declaraba en la carta: “Hay mucho que quiero hacer y devolver con toda mi experiencia y vivencias dentro y fuera del terreno de juego y lo haré en un futuro próximo”.
Y que nosotros lo veamos, Aaron.