Se cierra este último día de la jornada 1 con uno de los partidos más esperados desde que se conocieron los cruces. Este Brasil - Serbia ponía a prueba a la gran favorita de la competición y a una de las que puede ser las grandes tapadas en un duelo que, pese a ser dominado de principio a fin por los pentacampeones, no decepcionó en absoluto.

  • Alineaciones 

Brasil: Allison, Alex Sandro, Thiago Silva, Marquinhos, Danilo, Lucas Paquetá, Casemiro, Vinícius Júnior, Neymar, Raphinha, Richarlison. 

Serbia: Vanja Milinkovic-Savic, Nikola Milenković, Milos Veljkovic, Strahinja Pavlović, Andrija Zivkovic, Nemanja Gudelj, Sasa Lukic, Filip Mladenovic, Sergej Milinković-Savić, Dušan Tadić, Aleksandar Mitrović.

  • Partido de desgaste 

Un primer tiempo donde la intensidad fue más protagonista que el peligro. Aunque no vimos a la Brasil arrolladora que muchos preveían ver antes de su debut, el dominio de la Canarinha sobre el verde se hizo evidente desde el minuto 1. 

Sin embargo, destacó enormemente una Serbia estrictamente disciplinada que, pese a ser sometida por el juego rival, supo cómo defenderse de la gran favorita casi a la perfección. 

Un estreno donde las individualidades, brillantes muchas de ellas, destacaron por encima del juego colectivo. No supo fluir bien Brasil, pero no dejó de rondar el área de Vanja Milinković-Savić hasta lograr hacer sus ocasiones. 

Vinícius y su desborde, Neymar con un intento de gol olímpico e, incluso, Raphinha rematando de forma centrada y tibia una pared dentro del área eslava. Sin éxito ninguna de ellas, no obstante. No así por parte de Serbia que, a pesar de su excelente planteamiento ofensivo, no generó ningún peligro sobre la portería de Alisson en la primera mitad. 

Casemiro y Pavlović, los mejores.

  • El ‘jobo bonito’ apareció en la segunda parte 

Todo lo que no vimos en el bloque inicial, se manifestó en tromba en los segundos 45 minutos. 

Raphinha avisó ya en la primera pelota jugada que Brasil no iba a salir con la misma actitud que al inicio, y no tardaron las acciones con valor de gol en empezar a manifestarse sin descanso con el pasar del cronómetro. Neymar lo intentó de falta y Alex Sandro hizo temblar los cimientos del estadio Lusail con un disparo desde fuera del área que acabaría chocando contra el palo.

El acoso y derribo a la portería serbia tuvo finalmente su recompensa, y la magistral actuación defensiva del combinado dirigido por Dragan Stojković se diluyó tras el minuto 62. Un balón que interna Neymar en el área, remate de Vinicíus que detiene Vanja y pase a la red de Richarlison, que se acabaría convirtiendo en uno de los grandes protagonistas de esta primera jornada. Este primer tanto dio alas a una Brasil que se hizo enorme y acabó gustándose durante toda la segunda parte.  

Serbia intentó responder desde el banquillo con la entrada de jugadores como Radonjic o Vlahovic, pero la reacción fue ilusoria

El paso al frente de las águilas blancas, que ya no se podían permitir especular con el empate, dio espacios y huecos donde hacer daño a los de Tite, un escenario donde futbolistas como Vinícius saben brillar

El extremo del Real Madrid fue protagonista en todas las acciones de peligro que tenía su equipo y, tras un resbalón que le privó de encontrar su momento de delicia, en el 73' puso un balón excelso con el exterior a un Richarlison que haría historia en la Copa del Mundo. Controló, elevó el esférico e hizo de semi-chilena uno de los mejores goles que tiene y tendrá el torneo.

La acrobática maniobra de Richarlison que ya es historia de los Mundiales / Foto: @CBF_Futebol
La acrobática maniobra de Richarlison que ya es historia de los Mundiales / Foto: @CBF_Futebol

El delantero del Tottenham desató la locura sobre el cielo de Qatar y el famoso ‘jogo bonito’ que tanto caracteriza a la Canarinha alcanzó su punto álgido. 

  • La nota amarga 

Aunque el partido estuvo resuelto durante los últimos compases, Neymar tuvo que retirarse antes de tiempo por lesión. El jugador del PSG sufrió 9 de las 12 faltas hechas contra Brasil y en el minuto 79 su cuerpo diría basta. 

Con las revoluciones en disminución y siendo más consciente de la gravedad de su estado, la estrella nacional cayó en llanto una vez se sentó en el banquillo. Su tobillo derecho acabó inflamado y se desconoce si podrá participar próximamente en los duelos que tengan los auriverdes.

Su maldición con los Mundiales parece no tener fin y, esperemos que, al menos esta vez, podamos seguir disfrutando de su fútbol en la mayor fiesta del deporte rey.