El Parque de Los Príncipes se convirtió durante 90 minutos en el centro de atención en todo el mundo. Partidos como Paris Saint-Germain frente al Bayern se presencian pocas veces al año. Por este motivo, se trató de una cita importante e ineludible para los enamorados del fútbol. Y nada mejor que en París, en la Ciudad del Amor, para reencontrarse con la mejor competición a nivel de clubes. El equipo de Christophe Galtier llegó abstraído en una minicrisis que le puede alejar de su gran objetivo de conquistar la Champions League. El cuadro francés, eso sí, llegó con bajas importantes a la gran cita.

Eliminado por el Olympique de Marsella en la Copa de Francia, y con la Ligue 1 en el bolsillo -si no lo estropea- le queda la orejona como gran aliciente. Sin embargo, el haber caído a la segunda posición en la Fase de Grupos le condicionó a un sorteo mucho más complejo. Neymar y Messi fueron titulares, y llegó 'in extremis' Mbappé, aunque empezó desde el banquillo. Por su parte, el Bayern es el actual líder de la Bundesliga, pero solo un punto por encima del Union Berlin. Sin Thomas Müller en el once titular, los bávaros estuvieron dispuestos de hacer del Día de San Valentín una pesadilla.

Pitó Michael Oliver y Choupo-Moting no conoció de amores anteriores: el  exdelantero del PSG avisó a los 30 segundos de partido con un disparo que se marchó a la izquierda de la portería de Donnarumma. El Bayern lo tuvo muy claro desde el primer minuto: dominar el balón y buscar los costados de Cancelo y Coman. De hecho, todo el peligro se situó en la banda del jugador francés, que también regresó a la que fuera su casa. Nagelsmann supo que por mucho que domine su equipo tenía a una dupla -Neymar y Messi- que pueden hacer lo que quieran.  El dúo Neymar y Messi, por primera vez se encontró en el partido, pero apareció un polivalente Upamecano para interrumpir la magia.

Precisamente Neymar fue el protagonista de una jugada polémica: se quejó de un golpe en la cara que recibió de Pavard. Hubo golpe, pero no lo suficiente como para que lo pitase Michael Oliver, al menos para el árbitro. Tras esta jugada el Bayern siguió con el guion y dispuso de ocasiones para hacer el primer gol. Sin embargo, todas las oportunidades de los visitantes se quedaron en un intento. Los alemanes fueron mejores, especialmente en los primeros minutos, pero no supieron definir ante la torre Donnarumma.

Las almas presentes en el Parque de Los Príncipes pidieron a Mbappé para la segunda parte con el fin de revertir la situación. Galtier respondió con hacer caso e introducir a la estrella gala al campo. Además, optó por sacar a Achraf Hakimi y apostar por Kimpembe. Un cambio tanto extraño, pero fue para cambiar el esquema y jugar con tres defensas. Pese a tener a Mbappé sobre el verde, llegó el golpe de realidad. Tras un centro desde la izquierda de Davies al segundo palo, Coman disparó de primeras e hizo el 0-1. Coman fue el que más avisó una y otra vez, y es que el que avisó no es traidor.

Los bávaros estuvieron cerca de hacer el segundo tras una espectacular jugada y cabalgada de Musiala por la derecha. El internacional alemán puso el balón atrás para Choupo-Moting y su disparo lo desvió ligeramente Donnarumma para enviar el balón a la madera. El Bayern siguió haciendo sus deberes y ahogó por momentos al PSG, que no supo siquiera cómo llegar al área rival.

Despertó el gigante, pero volvió a la pesadilla

Parece que despertó el gigante tras la pesadilla: el PSG tuvo tres ocasiones consecutivas. Al espacio Mbappé, se echó el balón demasiado hacia adelante y desvió Sommer. El rechace le cayó a Neymar, cuyo disparo terminó en un defensa. Otro rechace que aprovechó Mbappé, recortó a Sommer y marcó a placer. Pero, eso sí, fue gol anulado para el 7 del PSG. La misma historia se repitió en el minuto 83 de partido. Después de una transición de Neymar, pase adelantado para Nuno Mendes, centro al primer palo y apareció desde atrás Mbappé para reventarla a la red. Sin embargo, otro fuera de juego para regresar a la pesadilla. Mbappé y toda la afición parisina no se lo podían creer.

El Paris Saint-Germain lo intentó en los últimos minutos finales, pero finalmente fue el Bayern quien se marchará con ventaja para el partido de vuelta en el Allianz Arena. Los de Nagelsmann no contarán con Pavard, que recibió in extremis la tarjeta roja tras hacer falta sobre Leo Messi. La bestia parisina se durmió en el día de San Valentín y lo pagó muy caro. Los de Galtier tendrán que darle la vuelta al resultado para poder seguir optando por una Champions tan deseada en París.