El derbi de Merseyside sumó otro capítulo apasionante luego del duelo de este lunes entre Liverpool y Everton. Conociendo un poco la historia, apenas 1,6 kilómetros separan los hogares de estos dos equipos, Anfield Road y Goodison Park, respectivamente. De hecho, Everton disputaba sus partidos como local en Anfield, hasta que en 1892 decidieron dejar de alquilarlo debido a los altos intereses que cobraba John Houlding, propietario en ese momento de los terrenos donde se erige el mítico estadio.

Ante esta situación, Houlding decidió crear un nuevo equipo para que utilizara el estadio, al que llamó Everton Athletic, pero la Liga le prohibió utilizar dicho nombre y debió cambiarlo a Liverpool FC, dando paso así a la historia de uno de los clubes más ganadores de Inglaterra.

Desde entonces, Everton y Liverpool protagonizan este duelo que siempre está marcado en el calendario por parte de ambas aficiones. En esta oportunidad, llegan con realidades distintas pero muy decepcionantes. Por un lado, el Everton lucha por escapar de la zona de descenso y ya le soltó la mano a Frank Lampard, quien había comenzado la temporada al mando del club. En cambio, Liverpool lleva una campaña tan irregular que, a día de hoy, está fuera de cualquier competencia europea.

Dos que regresaban

Si bien Klopp intentó alinear lo mejor que tenía a su disposición, quedaron en el banquillo Virgil van Dijk y Diogo Jota para ver desde allí el inicio del encuentro, dos hombres sumamente importantes que recupera el entrenador alemán, especialmente pensando en el choque con el Real Madrid, por UEFA Champions League.

Comenzó el partido en Anfield Road y, como era de esperar, el Liverpool fue el que propuso en el principio. Apenas pasado el primer cuarto de hora, una rápida combinación de los locales dejó cerca del gol a Cody Gakpo, quien no pudo direccionar su remate de cabeza a portería, pero seguramente paralizó algunos corazones del Everton.

A los 35 minutos, primero fueron los visitantes quienes tuvieron su chance, con un cabezazo de Tarkowski que se estrelló contra el poste lejano de Alisson. En la réplica, Liverpool sacó un veloz contragolpe que acabó en el mano a mano y la definición al primer toque de Salah, para que el egipcio abriera la cuenta.

Salah le dio la ventaja definitiva a los locales | Foto: Liverpool
Salah le dio la ventaja definitiva a los locales | Foto: Liverpool

Se acababa el primer tiempo y el Liverpool encontraba una ventaja mínima pero merecida, especialmente viendo las ambiciones de ambos equipos. Sin embargo, el complemento inició y los ‘Reds’ rápidamente ampliaron la diferencia gracias a Gakpo y otro error defensivo del Everton, luego de un centro rasante de Alexander-Arnold para que el neerlandés solo tuviera que empujar el balón.

Por supuesto, ante la inmediata necesidad de descontar que tenían los ‘Toffees’, el Liverpool comenzó a encontrar cada vez más espacios y ahí fue casi todo de los dueños de casa, con un Salah que se pareció mucho más a ese que deslumbraba en el tridente conformado con Firmino y Mané, este último hoy en Bayern München.

Una diferencia que pudo ser mayor

Para los últimos minutos, Klopp probó a Diogo Jota para ver si el portugués puede ya ser una variante o aún le falta acabar su recuperación. El ex Wolverhampton reemplazó a Darwin Núñez, quien otra vez estuvo muy errático a la hora de definir, pero que se vistió de asistidor en el primer gol.

Unos instantes más tarde, Davies dejó pasar una excelente chance para recortar distancias. Iwobi envió un centro desde la derecha, Alisson salió a ver las estrellas de la noche de Liverpool y Davies, en soledad, envió su cabezazo muy por encima del poste horizontal.

Poco hubo para agregar hasta el final del partido, más que una sensacional salvada de Pickford ante Salah, a escasos instantes de que se cumpliera el tiempo reglamentario. Finalmente, el Liverpool se quedó con tres puntos vitales para la clasificación a algun certamen europeo, mientras que el Everton sigue hundiéndose en la tabla.

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