El Chelsea ya es equipo de cuartos de final de Champions League. El cuadro londinense le dio la vuelta a la eliminatoria en su feudo ante un Borussia Dortmund irregular durante el partido e inseguro atrás. Con esta victoria, sumada a la cosechada contra el Leeds en el pasado fin de semana, permite al club de Todd Boehly y entrenado por Graham Potter dar una gran bocanada de oxígeno.

El equipo de Terzić partía con ventaja de la ida tras la victoria con el solitario gol de Adeyemi (hoy ausente por lesión) en un partido donde el cuadro 'blue' mereció más.o

Las dinámicas en las que llegaban ambos equipos eran tremendamente opuestas. El Chelsea se encuentra en situación limite en liga (a 11 puntos de los puestos de Champions) y la competición continental era y es prácticamente su única vía para jugar Europa la próxima campaña. Por contra, los alemanes llegaban en plena lucha con el Bayern por la Bundesliga (y Union Berlin) y encadenando diez victorias de manera consecutiva.

Dos cambios en el once titular hicieron los locales respecto al partido contra el Leeds. Al no estar inscrito en Europa Badiashile ha tenido que jugar Cucurella como tercer central improvisado y ha entrado Reece James tras recuperarse de unas molestias. Por parte de los alemanes, tan solo se tuvo que anotar la entrada de Guerreiro en el lateral zurdo en deterioro de Julian Ryerson. Además, fue baja el portero suizo Kobel, clave en el partido de ida.

  • Intenso primer tiempo

Desde los primeros compases del partido se notaba que el Chelsea no iba a perder ni un solo momento en intentar buscar la remontada. Aparte de la lesión prematura de Brandt (minuto 4), el conjunto local empezó frenético con un João Félix inspiradísimo generando dos ocasiones en los primeros minutos, una para él y otra que desperdició Havertz. El Dortmund se repuso a base de posesión y de un grandísimo toque de pelota, con el que neutralizó muchos minutos a su rival, aunque tan solo un remate de Reus de falta repelido por Kepa pudo inquietar la portería del portero español.

Reece James con Sule en una disputa de balón. Fuente: Getty Images
Reece James con Sule en una disputa de balón. Fuente: Getty Images

Superado este tramo, Havertz la volvió a tener, esta vez con un disparo que rebotó en la base del palo y milagrosamente no entró en la portería. Un gol anulado al alemán y una clara doble oportunidad de Koulibaly y João Félix tras un saque de falta desquiciaba a los de Potter, hasta que finalmente Sterling tras una jugada enrevesada, empataba con justicia la eliminatoria al borde del descanso.

  • Segunda parte "tranquila", pero con mucha polémica

Nada más reanudarse el choque, una mano en su propia área de Wolf en un centro de Chilwell, hacía que los locales contaran con una pena máxima (revisión de VAR de por medio). Havertz asumiría la responsabilidad, aunque en el lanzamiento el disparo fue al palo. Pero, la historia no se quedó ahí. Vía VAR de nuevo, se comprobó que varios jugadores del equipo alemán se habían adentrado en el área, por lo que el lanzamiento tendría que repetirse. Tirándolo al mismo lado, el alemán puso por delante al Chelsea en la eliminatoria.

Los jugadores alemanes reclamando una acción al colegiado. Fuente: Getty Images
Los jugadores alemanes reclamando una acción al colegiado. Fuente: Getty Images

Les costó reaccionar a los alemanes, a los cuales pilló totalmente por sorpresa el gol de los locales. Kepa repelió un buen disparo de Wolf y Bellingham y Haller desaprovecharon dos ocasiones claras. El tiempo corría, y Terzić arriesgó quitando a un centrocampista (Özcan) para que entrara un extremo (Bynoe-Gittens). Los cambios no surgieron efecto cómo desearía el técnico alemán y la última gran oportunidad la tendría Bellingham de cabeza, pero no pudo concretar ese cabezazo dentro de los tres palos. Después de los vagos intentos en el descuento, el árbitro señalizó el final del partido, donde los locales celebraron con rabia y efusividad su pase a la próxima ronda de la Liga de Campeones.