La tradición y el buen hacer de un proyecto estable volvió a superar a los petrodólares. El Bayern Múnich eliminó al PSG de la Champions League tras ganarle los dos partidos, tanto el del Parc des Princes (0-1) como el del Allianz Arena (2-0). Golpe de autoridad de un equipo bávaro que pasó el duro test con nota, consolidando su candidatura al trono europeo y demostrando que no teme a ninguno de los equipos que se consideren favoritos para ganar la Champions League.

A diferencia de lo que ocurrió en el partido de ida, el PSG empezó muy bien el encuentro y fue claramente de más a menos, pero no fue capaz de aprovechar su buen momento, y eso ante el Bayern Múnich suele ser mortal de necesidad. El cuadro de Galtier estaba bien plantado en el campo y siendo superior en la mayoría de tramos, un panorama alentador que al final se quedó en falsa promesa.

De Ligt salvó el 0-1

Aunque Kylian Mbappé amenazó temprano, la mejor ocasión de los parisinos llegó en el minuto 38, cuando un exceso de confianza de Sommer en la salida de balón con los pies acabó con un tiro de Vitinha a puerta vacía que Matthijs De Ligt, providencial, sacó sobre la línea. La acción del central holandés, de valor gol, fue la más destacada de la primera parte. El Bayern estuvo flojo en ataque en el 1r tiempo, pero aún así tuvo una gran ocasión en las botas de Musiala, cuyo tiro con la zurda fue parado por Donnarumma.

Así fue la salvada clave de De Ligt / FOTO: @FCBayernEN
Así fue la salvada clave de De Ligt / FOTO: @FCBayernEN

Nagelsmann, que quizá se vio sorprendido por el planteamiento del PSG y perdió la partida táctica ante Galtier en la primera parte, hizo los retoques necesarios durante el descanso y el Bayern salió de los vestuarios con otra cara, mostrando una de sus mejores versiones y buscando sentenciar la eliminatoria, sin especular con el 0-1 de la ida aún a favor.

Choupo-Moting y el gol de la tranquilidad

Eric Maxim Choupo-Moting fue el protagonista del tramo inicial de segunda parte, primero negativa y después positivamente. El punta camerunés vio como el VAR anulaba un gol suyo por fuera de juego posicional de Müller y, en la acción posterior, tapó sin querer un tiro de Kimmich. Pero el ex del PSG no bajó la cabeza y finalmente pudo cumplir la ley del ex en el minuto 62, culminando a placer una acción en la que Goretzka le asistió tras robar un balón de oro en zona de castigo a un Verratti demasiado ingenuo.

El 1-0 (2-0 global) prácticamente enterró las esperanzas del PSG, y las pocas que le quedaban se encargó de borrarlas Yann Sommer. El portero suizo, que a punto estuvo de ser villano en el primer tiempo, le negó el gol a Sergio Ramos con una parada sensacional ante el cabezazo del sevillano. Sommer también paró otro intento de Mbappé, y el Bayern, mientras tanto, amenazaba con poner la puntilla al contragolpe.

Gnabry puso la guinda

El PSG careció de espíritu para buscar la remontada, se mostró algo apático y solo se acercó al gol en acciones puntuales. El Bayern apenás sufrió, y finalmente acabó marcando el 2-0 en el minuto 89, cuando Serge Gnabry definió un contragolpe letal iniciado en campo propio tras otra pérdida de un Verratti que protestó, sin razón en ambos goles, por una inexistente falta. Davies y Mané estuvieron a punto de hacer más grande la herida parisina, pero el 2-0 no se movió y el Bayern selló su billete a cuartos de final de la Champions League con solvencia.

El Bayern, firme, y el PSG vuelve a fracasar

No fue un Bayern Múnich arrollador, pero sí uno que se mostró firme en los momentos clave de una eliminatoria etiquetada como final anticipada. Resistió bien ante el arreón del PSG en el tramo final de la ida y pasó sin demasiados apuros el primer tiempo de la vuelta, únicos momentos en los que el equipo francés mostró algún destello de la enorme calidad que tiene en su plantilla. El cuadro parisino firmó otro gran fracaso en la única competición por la que está construido, la Champions League,, que seguirá siendo un sueño para el multimillonario proyecto catarí.