El Manchester United jugará la próxima edición de la Champions League. Tras su victoria en su partido aplazado (correspondiente a la jornada 32) ante el Chelsea, pone una renta ya inalcanzable para su consecutivo perseguidor, el Liverpool.

En el partido se vio reflejado lo que han demostrado ambos equipos durante la temporada. Los 'diablos rojos', feroces al contraataque, y el Chelsea, aquel equipo que ni con tres entrenadores ni 600 millones invertidos consigue encontrar un estilo de juego ganador.

Onces iniciales

Para sellar su billete a la Champions League de la próxima temporada, Erik Ten Hag salió con todo y puso su once de gala (dentro de sus capacidades, teniendo en cuenta sus bajas por lesión). Por parte de Lampard, apostó de nuevo por Lewis Hall por el flanco izquierdo (apuesta, por cierto, acertadísima) y amplió el número de sus atacantes, poniendo a Mudryk y Madueke por las bandas. También sorprendió la titularidad de Chukwuemeka, su segunda con el cuadro londinense este curso en Premier League.

  • Efectividad... sólo en una portería

El partido dio comienzo con un susto de los visitantes sobre la portería de De Gea. No pudo concretar bien Mudryk un buen centro raso de Lewis Hall. En la jugada siguiente, los de Lampard concedieron una falta en una situación idónea para poner un centro. Y no iba a ser desaprovechada. Eriksen frotó la lámpara y le colocó un centro medido para la cabeza de Casemiro, que, con un cabezazo inapelable, adelantaba de manera prematura a los locales.

Casemiro celebrando su tanto junto a Martial. Fuente: Getty Images
Casemiro celebrando su tanto junto a Martial. Fuente: Getty Images

La reacción de los visitantes no fue mala. Lograban superar las líneas defensivas del equipo de Ten Hag gracias  a la creatividad de Enzo y movilidad de Gallagher y Chukwuemeka, pero en los metros finales no terminaban de concretar las jugadas. Pero, en cualquiera de esas acciones, podían dejar demasiado descubierta su espalda, que además un equipo como el United tiene muchas opciones de condenarte en ese tipo de ocasiones. Tanto es así, que en una de esas acciones, Martial se quedó solo, pero llegó Azpilicueta 'in extremis' para quitarle la oportunidad. Havertz no concretó un cabezazo, a centro nuevamente de Hall.

Tras eso, llegó la peor noticia del partido: Antony cayó al suelo tras un lance, estremeciéndose de dolor, el producido en su tobillo derecho. No tiene pinta de tener un buen diagnóstico.

El United se antepuso a el dominio que quería tener el Chelsea con balón, y salió a certificar el partido. Tras un gran pase de Casemiro, Sancho se encontró en una posición muy favorable para ceder el pase de la muerte a Martial, que anotaba el segundo de la noche para los locales.

  • Fiesta final

En la segunda mitad, el Chelsea bajó la intensidad, viéndose ya con dos goles de desventaja. Bruno Fernandes pudo ampliar la ventaja ya en el 47', pero su disparo se estrelló contra la madera. El Chelsea, tras un córner, tuvo la opción de dos disparos, uno de Hall y otro de Mudryk, de recortar diferencias. El partido entró en un tramo de "sequía" de juego, pero se reactivó cuando Bruno cayó dentro del área por una zancadilla de Fofana. El mismo capitán del United no perdonó desde la pena máxima.

Bruno Fernandes. Fuente: Getty Images
Bruno Fernandes. Fuente: Getty Images

Poco más pudo hacer Kepa en el cuarto del United. Ya suficiente hizo con la parada a Rashford en el primer disparo, pues en el segundo era imposible porque se quedó ya vencido. Garnacho salió con ganas y tuvo un disparo al travesaño y otra opción que fue repelida por Kepa, por lo que el argentino se quedó con las ganas. Joao Félix, que había entrado por Havertz, anotó un golazo tras trazar una gran diagonal desde campo propio y soltar un latigazo raso cruzado, pero ya en el 89'.

  • Próximos compromisos

El Manchester United tratará de certificar su tercer puesto en casa ante el Fulham. Y el Chelsea, por su parte, le tocará recibir, precisamente al competidor de los de Ten Hag por el tercer lugar: el Newcastle, en Stamford Bridge. Ambos partidos, como el resto de la jornada, se jugarán el domingo a las 17.30 hora española, en el fin de semana que dará fin a la competición doméstica inglesa.