El último partido de la temporada en Goodison Park tenía un sabor especial y diferente, sabiendo que dependían de sí mismos. Comparándolo con el año pasado no había ninguna diferencia, ya que se seguían jugando el descenso, esta vez ante el Bournemouth y con otro detalle, con la mirada puesta en otros partidos como el de Leicester West Ham o Leeds Tottenham, partidos con mismos objetivos que este.

El Everton de Sean Dyche salió al campo para intentar seguir siendo el equipo más longevo de la Premier League con Pickford en la portería. En defensa, salieron con la zaga de cinco con Tarkowski , Coady y Yerry Mina en defensa central, McNeil y Garner en bandas como carrileros y Doucouré y Gueye controlando el centro del campo. Para apoyar el ataque salieron Iwobi y Onana y arriba en punta Demarai Gray.

Sean Dyche llegando a Goodison Park. Fuente: Twitter Everton
Sean Dyche llegando a Goodison Park. Fuente: Twitter Everton

Por su parte, los Cherries de Gary O’Neil jugaron con Travers en portería, Smith, Zabarnyi, Senesi y Kelly en defensa. Lerma y Billing en la sala de máquinas. Por delante de ellos salieron David Brooks, Ryan Christie y Ouattara, y arriba para rematar todos los balones, Dominic Solanke.

Inicio a la altura del partido

El partido comenzó con los 'Toffees' en un bloque alto con una intensidad a la altura que el partido exigió. Idrissa Gueye y Abdoulaye Doucouré empezaron el partido dominando el medio campo y el conjunto de los Cherries concretaron una estrategia más conservadora, esperando al contraataque con David Brooks como protagonista de toda jugada.  

El Everton lo intentó en todo momento, con disparos lejanos pero cada vez acercándose más al área del Bournemouth, en algunas ocasiones la tensión de la situación hizo que se precipitaran en algunas jugadas. Lo intentaron desde fuera, con centros por la izquierda de Iwobi aprovechando las subidas de Onana y Abdoulaye Doucouré,

Esfuerzo físico

Una de las fases a destacar de la primera parte fue la actuación de James Garner como carrilero, a pesar de ser mediocentro, hizo un trabajo excepcional en defensa con un gran despliegue físico y acudiendo al ataque con apoyos a sus compañeros.

A partir del minuto 30, Gueye dio un paso adelante en el equipo y comenzó a disparar y a intentarlo para adelantar a los 'toffees' en el marcador, una de ellas fue aprovechando un pase al hueco de Doucouré que le dejó solo en el área, pero Travers despejó bien. Otra actuación a destacar fue la del portero 'cherrie', Travers logró mantener vivo al Bournemouth en toda la primera parte, llegando a detener hasta tres disparos a puerta.

Demarai Gray fue la referencia en el ataque del Everton, estuvo muy activo atacando y un tanto precipitado, protestando todas las decisiones del árbitro, pidió un penalti de Senesi, pero el árbitro no vio suficiente contacto como para decretar la pena máxima.

Antes del 45 el Bournemouth intentó su primera llegada de peligro tras una internada de Brooks y pasándole el balón a Solanke, que disparó, pero Yerry Mina logró bloquear el disparo para evitar el primer gol del partido.

La última jugada de la primera parte fue un disparo de Garner tras un rechace que rebotó fuera del área, pero una vez más, Travers la despejó con una muy buena atajada.

Segunda parte condenada al gol

La segunda parte comenzó con más intensidad por ambos equipos, Billing cometió una falta a Onana en una jugada prometedora del Everton. En la siguiente jugada, tras un rebote en el área, Demarai Gray volvió a tener una oportunidad de oro para hacer el primer gol del partido con un remate de cabeza al lado de la línea de gol, pero una vez más, volvió a aparecer Travers. En esta misma jugada Coady pidió un posible penalti tras recibir un empujón intentando rematar el balón.

Tres minutos más tarde, Lerma abrió a Brooks y el atacante galés la centró con media altura al segundo palo en el que se encontraba Ouattara, que logró rematar, pero se marchó a córner, daba la sensación de que el Bournemouth con poco tenía más peligro que los 'Toffees'.

Goodison Park como una fiesta

Los locales siguieron intentándolo y tras el rechace de un córner, Gueye la puso al corazón del área en busca de un remate, le quedó el rechace a Doucouré al borde del mismo, y la empaló de volea que fue directa al fondo de la portería para poner el primer gol del partido que podía significar el gol de la permanencia.

Tras el gol, Goodison Park se activó, era lo más parecido a una fiesta, aún con el Leicester ganando su partido, incluso se veía ya alguna bengala azul.

Gol de Abdoulaye Doucouré. Fuente: Twitter Everton
Gol de Abdoulaye Doucouré. Fuente: Twitter Everton

En el minuto 68, Kieffer Moore remató un balón peligroso dentro del área, pero el capitán de los 'Toffees' logró despejar el balón. Tras esa jugada, se ocasionó una tangana entre Pickford y Solanke, que significó la amarilla para ambos. En los últimos minutos de partido, Solanke intentó centrar un balón raso en el área del Everton pero Conor Coady sacó fuerzas de donde no las había, y logro bloquear el balón con un tackle dentro del área.

Tres minutos más tarde y a cinco de terminar el partido, Matías Viña remató una volea desde fuera del área a Pickford y el portero inglés salvó un balón que pudo significar la permanencia.

Finalmente, tras el pitido final, el Everton logró la ansiada permanencia y la temporada que viene seguirá siendo equipo de Premier League. Ya que dependía de sí mismo, la victoria del Leicester no fue suficiente para la permanencia de los “foxes”, por lo que los descendidos que acompañaron a Southampton a la Championship fueron Leeds United y Leicester City.