A una selección que debuta en un torneo tan corto como la Eurocopa no se le puede pedir más que represente a su nación con orgullo, dejándose el alma en cada uno de los tres partidos, y sumando todos los puntos posibles que pueda. Cada gol va a ser celebrado como si valiese un título, y las victorias agolparán a la gente en las plazas y calles del país.

​El gran objetivo de Albania: volver con la cabeza alta

Eso es lo que va a vivir Albania, un país de apenas tres millones de habitantes, este mes de junio. Con la incógnita de saber cómo se desempeñarán en su debut, lo único cierto es que el combinado dirigido por Gianni de Biasi no tiene nada que perder en este torneo. Puede pasar cualquier cosa, aunque las apuestas no auguran un periplo demasiado brillante para el conjunto encuadrado en el Grupo A junto a Francia, Suiza y Rumanía. Sin embargo, la ilusión del debutante (uno de los cinco países que se estrenan), se convierte en un arma de doble filo para los conjuntos que se midan a Albania. La inexperiencia puede pasarles factura, o la ilusión llevarles en volandas. Aún es pronto para saber si las calles de Tirana, Elbasan, Korçë, Shkodër… tendrán triunfos que festejar. Como reza su autobús, “es bueno ser albanés”.

La afición albanesa ansía con ver a su selección | Foto: futbolocos.com
La afición albanesa ansía con ver a su selección | Foto: futbolocos.com

Para ello, el primer partido, ante Suiza en Lens del día 11 de junio, se antoja fundamental para soñar con la ‘machada’ de colarse en octavos de final. Es el primer partido de Albania en una Eurocopa, y sumar al menos un punto ante una selección experimentada como Suiza sería un muy buen comienzo para el conjunto albanés.

La batalla más dura será, sin embargo, el duelo ante la anfitriona del día 15 en el Stade Vélodrome de Marsella. Francia, una de las favoritas no solo por su condición de local, sino por la calidad que atesoran los Griezmann, Martial, Pogba o Payet, que podría endosar una abultada goleada a Albania que dilapidaría cualquier opción de colarse en octavos como una de las cuatro mejores terceras. Así pues, evitar una abultada derrota sería fundamental para que el sueño continúe.

Hay antecedentes recientes entre Francia y Albania | Foto: UEFA.com
Hay antecedentes recientes entre Francia y Albania | Foto: UEFA.com

Así pues, en caso de sumar un punto al menos ante Suiza, y no perder de demasiados goles ante Francia, el equipo capitaneado por Lorik Cana llegaría con opciones de clasificarse a octavos al duelo ante Rumanía, el otro contendiente (a priori), por hacerse con esa plaza para estar entre los 16 mejores del continente. De esta manera, Albania lo fía todo a llegar viva a esa tercera jornada. El nuevo formato, donde clasifican los dos primeros de cada grupo y los cuatro mejores terceros en cuanto a puntos sumados y mayor diferencia de goles, hace que solo ocho equipos se eliminen.

En caso de pasar como tercera del Grupo A, los diferentes equipos clasificados podrían encuadrar a Albania contra el primero de los grupos C, D o E. Es decir, a priori, se vería las caras con Alemania, España, Bélgica o Italia. Pero esto son solo habladurías, puesto que los que deben hablar sobre el césped son los futbolistas y sus equipos.

Polémica, susto y a la Eurocopa como segunda

Albania estará en la Eurocopa tras haber clasificado en segunda posición del Grupo I, en el que quedaron encuadrados junto a Portugal, Dinamarca, Serbia y Armenia. Las sensaciones fueron buenas a lo largo de los casi dos años de partidos clasificatorios, pero hasta la última fecha no se certificó el pase a la Eurocopa. El doble enfrentamiento ante Serbia estuvo marcado por la polémica y las disputas geopolíticas que, una vez más, volvieron a manchar el fútbol.

El comienzo fue inmejorable, ya que en la primera jornada Albania vencía en Aveiro a Portugal con gol de Balaj, y en la segunda fecha empataba a uno ante la selección danesa en un encuentro donde los tres puntos se escaparon a falta de diez minutos. La ilusión en Albania empezaba a florecer, el milagro de llegar a la Euro parecía posible.

Sin embargo, la visita a Serbia lo cambió todo. El 14 de octubre de 2014, en el Estadio Partizán de Belgrado, el fútbol pasó a un segundo plano. Las rencillas entre Serbia y Albania fueron las protagonistas durante toda la previa del partido, y en el transcurso del mismo un dron con la bandera de la Gran Albania sobrevoló el estadio. Esto desembocó en una batalla campal entre los jugadores de ambos equipos y lo radicales serbios. Los jugadores albaneses reconocieron, como se puede comprobar en el magnífico reportaje del periodista Gaby Ruiz, que llegaron a sentir miedo y pavor por su integridad física. Aquello les dio más motivos para luchar por estar defendiendo a su país en la cita continental de este verano. La UEFA le dio los tres puntos a Serbia, pero finalmente se los quitó, le restó otros tres, y dio el partido por ganado a Albania.

Un dron provocó la suspensión del Serbia-Albania | Foto: elcomercio.com
Un dron provocó la suspensión del Serbia-Albania | Foto: elcomercio.com

A partir de aquí, Albania logró vencer a Armenia tras remontar un gol en las postrimerías de aquel partido, gracias a los goles de Mavraj y Gashi. Con diez puntos, y cuatro partidos por delante, Albania lo tenía en su mano. La Eurocopa estaba a un paso. Sin embargo, la cosa se torció. El empate en Dinamarca parecía suficiente para celebrar el pase, pero dos tropiezos en casa ante Portugal (0-1) y Serbia (0-2), obligaron a Gianni de Biasi a ejercer cierta terapia psicológica sobre sus muchachos. Les habló de lo que significaba esa Eurocopa para el país, de la gran oportunidad que tenían en su mano, y solo tres días después de haber caído ante su rival histórico, Albania ganó 0-3 en el estadio Vazgen Sargsyan de Ereván gracias a los goles del armenio Hovhannisyan en propia puerta, y de los albaneses Xhimshiti y Sadiku para desatar la euforia en todo el país albano.

Una de las cinco beneficiadas del cambio de formato

Con todo y con esto, será la primera vez de Albania en una Eurocopa. La inexperiencia de este país contrasta con el amplio recorrido de otros países como España (tres títulos en diez ediciones), Alemania (tres de doce) o Rusia (uno de once). Otros países como Francia (dos de nueve), República Checa, Holanda o Italia (uno de nueve), o Inglaterra (nueve participaciones también), las cuales todas, salvo los Países Bajos, estarán en la cita de este verano.

Portugal sucumbió ante Albania | Foto. UEFA.com
Portugal sucumbió ante Albania | Foto. UEFA.com

Sin embargo, el rol de novato del país albanés lo tendrá que compartir con otras cinco escuadras noveles en la primera Eurocopa de 24 países. Precisamente esta ampliación es la que ha beneficiado no solo a Albania, sino también a Gales, Irlanda del Norte, Islandia o Eslovaquia. Será bonito descubrir cuál de estas cinco selecciones logra llegar más lejos en el torneo. En ningún caso debemos restarles mérito, pero la ampliación a 24 países les ha abierto un hueco entre los focos europeos.

Fútbol y más fútbol para unir a una población

La curiosidad de Albania reside en la procedencia de los jugadores preseleccionados por Gianni de Biasi (para más inri, italiano), ya que de los veintitrés jugadores escogidos, hasta once han nacido fuera de Albania.

El país más representado, al que curiosamente se tendrán que enfrentar en la primera jornada de la fase de grupos, es Suiza. A pesar de que la distancia entre Albania y Suiza es de más de 1600 kilómetros, la emigración e inmigración en ambos sentidos es una realidad. Los conflictos albano-kosovares provocaron la marcha de Albania de un éxodo de albaneses por Europa. Las buenas condiciones de Suiza provocaron que, como sucediera con España, una gran parte de la población albanesa viva en Suiza. Al revés también, por supuesto. 

El día 11, podrían jugar con Albania hasta seis suizos: Ajeti, Veseli, Basha, Abrashi, Taulant Xhaka y Gashi. La curiosidad no se detiene ahí, pues con Suiza participarán varios futbolistas con la nacionalidad albanesa, como Xherdan Shaqiri, Granit Xhaka, Valon Behrami, Blerin Dzemaili o Admir Mehmedi.

Amir Abrashi nació en Suiza pero juega en Albania | Foto: kicker
Amir Abrashi nació en Suiza pero juega en Albania | Foto: kicker

La proximidad con Kosovo hace que dos de los jugadores de la selección albanesa nacieran en territorio exclusivamente kosovar: Berisha y Cana. De esta manera, existe la hipotética posibilidad de que haya jugadores de Albania que reclamen la opción de jugar con Kosovo. La lista de “forasteros” la completan el alemán Mërgim Mavraj, que llegó a jugar con la selección sub 21 de Alemania, además del macedonio Aliji y el serbio Lenjani.

Por eso, más que nunca esta selección debe servir para unir a todo un país. El fútbol tiene un poder que no tienen ni políticos ni instituciones, y Albania se sentirá seguro identificada por esta selección. Da igual de dónde vengan, solo importará a dónde vayan. Porque como reza el autobús del equipo, “es bueno ser albanés”.