Tras cuatro años trabajando duro al mando de Ucrania, Fomenko ha logrado clasificar al combinado para una fase final de una Eurocopa, hecho que no había conseguido nadie nunca, dado que Ucrania participó en la pasada edición como anfitriona. La ampliación de participantes ha facilitado su logro, pero el trabajo del técnico es innegociable.

A las puertas del Mundial de Brasil

Fomenko cogió las riendas del combinado nacional a principios de 2013, cuando el equipo había conseguido solo dos puntos de nueve posibles en los primeros tres compromisos de clasificación para la Copa del mundo, un Mundial que parecía que se esfumaba. Seis victorias y un empate a cero ante Inglaterra le dejaron a tan solo un punto de la clasificación matemática. La repesca era la vía para ir al Mundial.

El sorteo deparó un hueso duro para Ucrania, la selección gala. Tras realizar un excelente partido en territorio ucraniano, dos a cero a favor de los locales, el sueño parecía más cerca. Pero un choque de vuelta magnífico de los franceses acabó con las esperanzas de Fomenko al culminar una remontada que mandó a Francia directa al Mundial.  

A la segunda repesca, fue a la vencida

La suerte juntó a los de Fomenko en un grupo con España y Eslovaquia como sus máximos rivales para pelear por las dos plazas de acceso directo a la Euro de Francia. Dos derrotas por la mínima ante España, otro partido perdido ante Eslovaquia y un empate a cero ante los mismos, mandó a los ucranianos a la repesca para volver a jugar una Eurocopa solo cuatro años después.

Esta vez la fortuna se alió con los intereses del país del este y el rival no sería tan complicado como en la anterior repesca. Eslovenia era el último escollo de los pupilos de Fomenko para disputar una nueva edición de la competición continental más importante a nivel de selecciones.

Un nuevo dos a cero en la ida encarrilaba el pase a la fase final, pero el miedo de volver a vivir una decepción como la de dos años atrás estaba en el cuerpo de todo el país. Contrariamente a la promoción del Mundial, Ucrania solventó la papeleta a la perfección y sacó un valioso empate a uno que le sirvió para no pasar apuros en ningún momento del encuentro y certificar su presencia en la Eurocopa de Francia.

Un sistema de juego innegociable

El esquema parece ser algo intocable en los papeles del seleccionador y es que el 4-2-3-1 es el sistema de juego más repetido por Fomenko a lo largo de sus cuatro años como seleccionador ucraniano. En ocasiones, ha utilizado el 4-4-2 pero esta opción parece descartada para la Eurocopa viendo el potencial en los costados ucranianos con Konoplyanka e Yarmolenko. Jugar con el 4-4-2 sacrificaría mucho a ambos en trabajos defensivos y perderían parte de su enorme potencial ofensivo, aspecto clave en las opciones ucranianas.