Polonia llega a su tercera Eurocopa con ilusiones y banquillo renovados. Aunque no quedan demasiado lejos aquellos años en los que la mera clasificación para el torneo se consideraba un éxito rotundo, la mentalidad del país con respecto al equipo ha cambiado, y las expectativas, aunque moderadas, son más optimistas que en los últimos torneos. De esto tiene parte de la responsabilidad Adam Nawalka, que, apoyándose en una buena generación de futbolistas, ha conseguido levantar el vuelo de la selección polaca desde su llegada.

Tanto desde el césped como desde el banquillo, Adam se ha ganado a pulso ser toda una institución en el fútbol de su país. A sus 17 años, debutó en la primera división polaca como futbolista del Wisla de Cracovia, equipo de su ciudad natal, con el que jugó 190 partidos y anotó nueve goles antes de retirarse a la liga estadounidense en  1985 obligado por sus lesiones. La selección de Polonia, a la que dirige actualmente, también le conoció como jugador, pues disputó con su elástica 34 encuentros en los que logró marcar un tanto.

Nawalka ha estado en la selección como jugador, ayudante y entrenador

Ya a finales de los 90, Nawalka volvió a vincularse profesionalmente al fútbol, esta vez como técnico, y ha ido pasando con mayor o menor éxito por varios equipos de su país desde entonces. En 2007, formó parte del cuerpo técnico de la selección sustituyendo a Dariusz Dziekanowski como ayudante de Leo Beenhakkerowi en los partidos ante Azerbaiyán y Armenia, y en 2013 le llegó la oportunidad de comandar por fin al equipo nacional. Fornalik fue destituido de su cargo tras no lograr la clasificación para el Mundial de Brasil, y solo 11 días después, el 26 de octubre de 2013, Adam fue anunciado como su sustituto.

Foto: Federación Polaca de Fútbol
Foto: Federación Polaca de Fútbol

Los primeros encuentros amistosos le permitieron ir tomando contacto con el equipo, y su debut en partido oficial no pudo ser mejor. En el primer encuentro de la fase de clasificación para la Eurocopa, los polacos vencieron por 0-7 a la selección de Gibraltar, y un mes después se hicieron con el liderato de su grupo al derrotar a Alemania, vigente campeona del mundo, por 2-0. A base de victorias, Nawalka consolidó a los suyos como uno de los equipos a tener en cuenta en el continente, y logró el pase a la fase final del torneo tras perder un solo partido en toda la fase de grupos. El objetivo estaba cumplido.

Con este panorama y con el nuevo formato del torneo, las esperanzas de pasar por primera vez de la fase de grupos en una Eurocopa son más grandes que nunca. El buen trabajo del seleccionador y el buen nivel de la plantilla hacen que la polaca sea una selección a la que tener en cuenta. Solo su trabajo y los cruces dirán hasta dónde son capaces de llegar al final. Nawalka ha cumplido de momento, pero aún le queda mucho trabajo por hacer.