Magia, carácter y garra son los ingredientes que hacen al capitán sueco un futbolista que no deja desapercibido a nadie. Un jugador singular que, a pesar de su larga trayectoria en lo más alto, no parece tener en mente retirarse de la élite del fútbol.
En la temporada 2015/2016, Ibrahimović y Paris Saint-Germain se han alzado con los títulos de la Ligue 1, la Copa de la Liga y la Copa de Francia. El delantero a pesar de sus 34 años, y a falta de unos meses para cumplir 35, ha sellado una temporada de lujo. Ha sido su temporada más goleadora, y es que sus 38 goles en la Ligue 1, 5 en Champions y 7 en la Copa de Francia suman un total de 50 goles en 51 partidos disputados.
Se despidió del club parisino después de cuatro temporadas y su futuro sigue sin ser desvelado, a pesar de los muchos rumores de su marcha a la Premier League. No obstante, en estos momentos Ibra solo piensa en lo que está por venir: la Eurocopa.
La estrella sueca, que ha brillado a lo largo de su carrera con los equipos en los que ha desempeñado su trabajo, buscará en esta Eurocopa hacerlo con su selección nacional. Desde que Zlatan figura en la selección de Suecia ha disputado tres Eurocopas. La primera de ellas la de Portugal en el año 2004 donde la selección amarilla consiguió llegar a cuartos de final, momento en que fueron derrotados por Holanda. En los dos campeonatos siguientes (Austria y Suiza 2008 y Polonia y Ucrania 2012), la selección de Ibra corrió peor suerte, no pasando de la primera fase.
El ex del PSG, que acumula 62 goles como internacional, será un jugador destacado en la presente competición, ya que según informaciones de los diarios suecos Dagens Nyheter y Expressen, el delantero dejará la selección de su país tras la Eurocopa de Francia. Es por ello que, buscará en el campeonato que dará comienzo del próximo 10 de junio, conseguir dejar una huella que no se ha marcado en las anteriores competiciones.