Solo unos pocos serán los elegidos para continuar en la siguiente fase, y los requisitos para entrar en el olimpo de los dieciséis mejores equipos europeos no son precisamente fáciles. Si, junto a esto, eres un conjunto que no suele ser asiduo a la máximo competición continental, la oportunidad es única. Y así, Schmidt y Pochettino, que en la campaña doméstica están siendo como la noche y el día, son conscientes de que un solo punto puede ser decisivo para lograr o no el pase. Y más cuando se presenta un grupo tan igualado, en el que un punto separa a cada conjunto. En este caso, además, se trata de dos muy explosivos.

Y es que ahora más que nunca la UEFA Champions League pasa a ser una prioridad importante en Leverkusen, toda vez que el conjunto alemán no está consiguiendo carburar en la Bundesliga en estos primeros meses. Siendo décimos en la competición doméstica, los dirigidos por Roger Schmidt saben que todavía queda un gran trecho de competición para cambiar la tendencia, pero también de que el pase a los octavos de final de la Champions no es algo muy normal últimamente en el BayArena, pese a que su presencia en la fase de grupos ya sea una costumbre. Y no solo eso. Todavía escuece el tanto en el último minuto en Mónaco.

Justamente, todo lo contrario que lo que vive el Tottenham, que está demostrando que lo que ocurrió la campaña pasada no fue, para nada, una casualidad. El empate en West Bromwich evitó, a la postre, que los del norte de Londres se posicionasen líderes de la Premier League, pero la moral alta sigue intacta para los de Pochettino. El traspié de la primera jornada, en Wembley, se arregló con una victoria sufrida pero merecida en Moscú por 0-1, lo que permitió a los lilywhites volver a situarse en puestos de acceso a los octavos de final. El partido de Leverkusen será especial, sobre todo, para un hombre: Heung-Min Son, que regresa a la que fue su casa, donde se hizo grande a nivel europeo, y que llega como el gran hombre de los visitantes, con Harry Kane todavía lesionado.

Sin dormirse en los laureles

Nadie duda del gran mérito que posee Roger Schmidt sobre este Bayer Leverkusen. Dotándolo de un estilo más gustoso para algunos y más arriesgado para otros, el equipo ha respondido, sobre todo, en la Bundesliga, donde desde su llegada siempre se ha posicionado entre las cuatro primeras posiciones. Sin embargo, todavía queda una espina clavada desde hace mucho, mucho tiempo: la UEFA Champions League.

Roger Schmidt, tan discutido como adorado. | Foto: Wikimedia Commons
Roger Schmidt, tan discutido como adorado. | Foto: Wikimedia Commons

Es evidente que, al hablar de esta competición a cualquier hincha del conjunto renano, la primera imagen sea la final perdida en el 2002 ante el Real Madrid. Desde entonces, no han logrado avanzar más allá de los octavos de final, siendo el último verdugo en esta ronda otro conjunto español: el Atlético de Madrid, en la 2014-15. Aquella tanda de penaltis en el Calderón resultó fatídica para los hombres de un Schmidt, aun así, reforzado.

Sin embargo, las dudas fueron palpables en la pasada edición, quedando en tercera posición con muy pocos puntos (tan solo cuatro) y sin lograr una gran participación en la UEFA Europa League. El tercer puesto de la Bundesliga fue un gran logro, pero las expectativas europeas no terminan por volverse realidad.

Ya en esta campaña, hay algo que está pesando al Bayer Leverkusen, y es su tremenda irregularidad en cuanto a marcadores. Solo han ganado un partido fuera de casa, pero solo han vencido en dos en el BayArena. El equipo sigue encajando goles (9, sin ser una mala cifra) pero, aunque resulte paradójico, está teniendo problemas de cara al gol: once goles en siete jornadas, una mala cifra para lo que solía acostumbrar. La gran noticia para ellos es que Chicharito Hernández ha vuelto a arrancar en un gran momento, anotando cinco de esos once tantos, es decir, casi la mitad. La aparición de Pohjanpalo también fue algo extraordinario. No obstante, el problema es otro: falta por definir una alineación ideal, y algunos fichajes, como Kevin Volland o Julian Baumgartlinger, no están funcionando.

Javier Hernández sigue sin fallar de cara al gol. | Foto: Getty Images
Javier Hernández sigue sin fallar de cara al gol. | Foto: Getty Images

Esta irregularidad se ha notado, sobre todo, en la Liga de Campeones: en sus dos partidos disputados empezó ganando, dejándose empatar más tarde. Lo más sangrante y lo que puede costarle su pase a los octavos, probablemente, fue el 2-2 ante el CSKA tras ir ganando por 2-0. Lo de Mónaco, donde encajaron un gol en el último minuto, fue más doloroso, pero al fin y al cabo más lógico, al tratarse de un conjunto, a priori, más fuerte y siendo fuera de casa.

Para este choque, Roger Schmidt no tendrá ninguna baja significativa, por lo que podrá disponer de su mejor once posible en el césped del BayArena. La gran duda parte sobre un hombre que, además, ha de ser crucial en el partido: Hakan Çalhanoglu, cuya posición se debate entre ser el acompañante de Javier Hernández en la punta o partir desde la banda.

La gran duda parte de la posición de Çalhanoglu. | Foto: Wikimedia Commons
La gran duda parte de la posición de Çalhanoglu. | Foto: Wikimedia Commons

Mantener la fiabilidad

Si hay algo que ha caracterizado al conjunto spur durante la estancia de Mauricio Pochettino  ha sido sobre todo un factor clave en ligas tan descontroladas por arriba como la Premier League: la fiabilidad. No solo ha conseguido que su equipo juegue bien, sino que posee garantías suficientes para afrontar objetivos ambiciosos.

El gran papel que Pochettino ha realizado ha servido para que, incluso, se le relacione con la selección inglesa. | Foto: Getty
Pochettino se ha establecido como un técnico de autoridad en Inglaterra. | Foto: Getty

Aun así, pocos imaginaban lo que ocurriría el año pasado, y no solo en clave Leicester. Un Harry Kane celestial se alineó con un Eric Dier emergente, una aparición llamada Dele Alli, un Christian Eriksen brillante y un Erik Lamela regular, junto a una defensa irrompible. No bastó para coronarse como campeones, pero el esfuerzo no fue en vano: retornó al top 3 de la Premier y, seis años después, volvería a la UEFA Champions League. Los tiempos de Gareth Bale y Luka Modric volverían al norte de Londres, transformados.

Una competición, la más grande a nivel europeo, que ha costado volver a asumir para los londinenses. Las obras en White Hart Lane, con vistas a un nuevo y remodelado estadio, obligaron a Daniel Levy y su directiva a trasladar los partidos de Champions a Wembley, lo cual podría ser una dificultad por la falta de adaptación. Lo fue. La derrota por 1-2 ante el Mónaco advertía que, pese a ser un grupo igualado y sin grandes equipos del Viejo Continente, sí iba a ser uno de una gran dificultad.

La derrota ante el Mónaco hizo dudar de las posibilidades en la Champions. | Foto: Getty
La derrota ante el Mónaco hizo dudar de las posibilidades en la Champions. | Foto: Getty

El triunfo ante el CSKA tranquilizó a los aficionados del Tottenham, pero todavía el trabajo no está hecho. El BayArena aparece, ahora mismo, como un punto clave en el camino hacia octavos. Una victoria podría dejar hecha la clasificación, mientras que una derrota volvería a despertar dudas en un escenario que los ingleses ya visitaron en 2006, con triunfo por 0-1.

Además, un aliciente especial se suma a los muchos que ya residían en este partido, y es que Heung-Min Son volverá a la que fue su casa durante dos temporadas, catapultándole a los grandes focos europeos. En Leverkusen, Son maduró, se volvió uno de sus jugadores más importantes y se convirtió en esencial con solo 22 años. Su migración a Inglaterra tardó en arrancar, pero lo acaba de hacer. Sin Harry Kane, ha logrado echarse a los Spurs a las espaldas, sumando ya cuatro goles en cinco partidos. Su participación ha resultado ser clave, por ejemplo, en victorias como la infringida al Manchester City de Pep Guardiola hace dos semanas, lo cual sirvió para que los de Pochettino volviesen a estar en la parte alta de la tabla.

Son vuelve al BayArena dos temporadas después. | Foto: Bundesliga.com
Son vuelve al BayArena dos temporadas después. | Foto: Bundesliga.com

A la baja ya comentada de Harry Kane se suma la de Toby Alderweireld, tras ser retirado en camilla en el partido ante el West Bromwich Albion del pasado fin de semana. Junto a estos dos, Kyle Walker no ha viajado a Alemania para que descanse, tras ser sometido a una gran exigencia en los compromisos internacionales con Inglaterra.

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