Los partidos entre Olympiakos y PAOK siempre son partidos de alto voltaje. La rivalidad entre ambos equipos siempre deja encuentros únicos e igualados.

Olympiakos, tras endosarle un 4-1 al Astana en su duelo europeo, llegaba a este partido en buena forma, con tres victorias consecutivas y situado en la primera posición de la competición liguera. Los rojiblancos llevaban cuatro victorias consecutivas ante el PAOK y querían conseguir la quinta.

Por otra parte, el PAOK, después de perder en el campo del Qarabag por 2-0 en su encuentro europeo, donde vió truncada su racha de nueve partidos sin perder, se presentaba al partido en séptima posición, debido a la sanción de tres puntos que le impide ocupar la segunda plaza que debería ocupar. Llevaban cinco partidos sin ganar a Olympiakos y buscaban cortar la mala racha ante ellos. 

El inicio soñado para el PAOK

Inesperado. Asi fue el inicio del partido en el Pireo. La afición de Olympiakos había preparado un recibimiento muy caliente a los suyos, con un bengaleo impresionante antes del partido. 

A pesar del ambiente infernal, a los cinco minutos del partido, el PAOK botó un córner que remató Malezas y detuvó Kapino, pero al rebote, Varela estuvo muy atento y empujó el balón para hacer el primero para los visitantes, 0-1.

Foto de paokfc.gr
Foto de paokfc.gr

El PAOK había echo lo mas difícil, pero ahora le tocaba aguantar, y eso no le iba a resultar para nada sencillo.

Una primera parte con máxima igualdad

A pesar del gol, el PAOK no se echó para atrás, y pudo marcar el segundo por medio de Campos, pero se resbaló y no consiguió rematar bien.

Olympiakos buscaba reaccionar y en una jugada muy buena de Elyounoussi pudo haber empatado. 

Después de una gran jugada de Fortounis, este se la dió a Ideye, que tras poner el centro vió como el autor del primer gol, Varela, se marcaba esta vez en su propia porteria y empataba el partido, 1-1. 

Tres minutos más tarde del gol local, el partido se detuvo por primera vez unos tres minutos por la poca visibilidad debido a las bengalas de los ultras locales en la celebración. 

Al borde del descanso se pidió la roja de Milivojevic por una patada a Athanasiadis cuando encaraba solo la portería, pero el árbitro decidió no mostrarla, hecho que iba a resultar determinante.

Inicio prometedor de los visitantes

Al iniciarse la segunda mitad se detuvo el partido por segunda vez, esta vez unos nueve minutos por el intenso humo rojo que hacía imposible jugar el partido.

Alrededor del minuto 60 el PAOK dispuso de dos ocasiones que pudieron cambiar el rumbo del partido, la primera una buena jugada de Rodrigues que acabó con el remate de Athanasiadis al palo, y la segunda, la mas clara, un uno contra el portero de Campos, que disparó rozando el palo.

Asedio final de Olympiakos

A partir del minuto 70, los locales cogieron la manija del partido y disponian de una posesión exagerada.

El PAOK en una contra pudo adelantarse, pero Athanasiadis disparó desviado. Desde entonces, el Olympiakos empezó a bombardear la portería resguardada por Glikos.  

En el 78, el portero visitante paró un disparo a bocajarro de Elyounoussi y Ideye no pudo remachar el rebote. En ese mismo córner, Botía remataba muy fuerte y obligaba a Glikos a lucirse. 

A falta de cinco minutos para el final, Rodrigues la tuvo en el area visitante pero desaprovechó la ocasión. 

Debido al parón inicial el árbitro añadió 11 minutos, asi que el partido se iba a alargar. En el 96, Milivojevic remató un centro magistral y le dió la victoria a los suyos.

Foto de olympiacos.org
Foto de olympiacos.org

La afición local estalló y obligó a parar el partido durante 20 minutos, de nuevo por las bengalas. Finalmente Olympiakos se llevó el partido en lo que fue un encuentro muy emocionante. 

Tras esta victoria, Olympiakos mantiene el liderato de la Superliga griega y gana uno de los partidos mas difíciles que deberá disputar durante el año.

El PAOK, que se fue con la sensación de poder haber echo algo mas, se queda en la séptima plaza y encadena la segunda derrota consecutiva esta semana.