El polémico y útil Video Assistant Referee (VAR) desembarcaría en la liga argentina el próximo año. Desde la AFA, buscan modernizar la máxima competición argentina con la implementación de este sistema, hoy en día en varias competiciones de la FIFA y varias ligas europeas. La medida le costará a la AFA varios millones de dólares en equipo y entrenamiento, ya que no sólo se necesita instalar cámaras específicas, sino también adiestrar a los árbitros sobre el uso de las mismas y añadir un grupo de colegiados específicamente centrados en revisar las imágenes del VAR y comunicar la jugada al árbitro principal. El pasado fin de semana, varios árbitros argentinos participaron de un curso oficial de la CONMEBOL sobre el uso del VAR y su correcta y ética implementación en un partido.

El CEO de la Superliga, Mariano Elizondo, declaró a los medios argentinos que el VAR es “un recurso tecnológico muy importante, porque el cuarteto arbitral de campo se encuentra en inferioridad de condiciones al momento de dirigir un partido. Al instante de sucedida una acción de juego, todos los espectadores del partido podemos ver en nuestro teléfono cómo fue la jugada y si hubo error o acierto”.

Uno de los momentos claves para la decisión de implementar (o no) esta tecnología será la semifinal de la Copa Libertadores entre River Plate y Lanús (ya que la CONMEBOL obliga el uso del VAR en sus competiciones continentales).

Los aficionados y los periodistas argentinos han reaccionado con una doble postura ante la mención del posible uso de la tecnología en el fútbol local. Algunos, como Horacio Pagani, afirmaron que dejarían de ver fútbol cuando el VAR llegue a la Superliga. Otros, como el exárbitro mundialista Horacio Elizondo afirmaron que “es necesario probar primero el VAR (quizás en semifinales o en la final de la Copa Argentina) para sacar conclusiones”.