Ganó el Bayern de Múnich porque fue mejor, fue mejor que un gran Borussia, que resistió hasta donde pudo en con equipo cogido con alambres, sin sus cuatro defensas titulares. Aguantó hasta el minuto sesenta y seis que apareció, para más inri, Mario Gotze. Hasta ese moento del partido, en el que se derrumbó el equipo de Klopp fue algo superior el Bayern, pero era un partido trepidante, con un Borussia que salía con mucho peligro a la contra y que volvió a encontrar en Lewandowski a un bastión ingobernable para la defensa rival.

Primera parte de igual a igual

La empezó y la terminó mejor el Bayern, pero tuvo veinte minutos formidables el Dortmund, donde dispuso de alguna acción aislada para poder adelantarse en el marcador. El Bayern siempre fue un equipo muy unido, especialmente en el centro del campo. Aquí es donde se ve el gran esfuerzo de Guardiola por redirigir a este equipo. Alineó a Lahm por detrás de una línea de cuatro bien definida, con Robben pegado a la banda derecha, Javi Martínez replegando en las contras y Kroos y Muller permutando y llegando desde segunda línea. 

Enfrente Klopp, consciente de su ligera fragilidad defensiva, cedió espacio a su rival, presionó algo más atrás de lo que lo suele hacer, y confió en los balones en largo a un gran Lewandowski y a unas salidas a la contra fulgurantes. Por un momento pareció encontrar el escenario soñado desde el inicio. Los de Múnich no encontraban soluciones ofensivas y el Borussia robaba y salía rápido, sin embargo, en esos instantes en los que fue mejor que su rival el gol soñado no llegó y, tras la reanudación, el equipo de Guardiola mostró su cara más autoritaria.

El mejor Bayern

La llegada del mejor Bayern de Múnich al partido, casualidad o no, se produjo con la entrada en el césped de Mario Götze, exjugador local. El aleman le dio otro aire y otra sensación a los suyos. La pelota empezó a rodar más rápido y cada vez más por el suelo. El Bayern empezó a arrinconar a su rival, más cansado y con menos ideas y pronto llegó el tanto que fue demasiada losa para el Dortmund. El propio Gotze, que ya estaba liderando a los suyos, anotó ese tanto que liberó a unos y atormentó a los otros.

Lo intentó el Borussia hasta el final, que no se fue del partido hasta los últimos cinco minutos cuando llegaron los otros dos tantos del Bayern, sin embargo, fue una cuestión más de corazón que de cabeza. El Bayern volvió a recordar a aquella versión del mejor Barça y convirtió el partido, por momentos, en un gran rondo. Entró a participar en él Thiago Alcantará, que dejó buenas sensaciones y se permitió el lujo de ofrecer el segundo gol de la noche a Arjen Robben. El holandés volvió a cuajar un gran encuentro, arrancando esta vez desde la derecha, debido a la ausencia de Frank Ribery.

Disparado hacia el título

Más allá de lo que fue el partido, marcado por las ausencias de futbolistas como Subotic, Gundogan o el propio Ribery, la noticia más destacada de la tarde se ve reflejada en una clasificación en la que cada vez el equipo de Guardiola está más lejos. Con la victoria de hoy sobre su gran rival, el actual campeón de la competición aventaja ya en siete puntos al propio Borussia Dortmund, mientras que un gran Bayer Leverkusen, que hoy volvió a ganar, aguanta el pulso y se mantiene a tan solo cuatro puntos en la clasificación.