Los cambios, en el fútbol, son un elemento clave para enderezar el rumbo del partido, cambiar el lineamiento táctico inicial y generar una reacción positiva dentro del equipo. Sin embargo, no siempre terminan respondiendo a esta premisa futbolística. Este día, en Colonia, el deporte del balompié nos volvió a dejar una clara muestra de ambas caras de la moneda. Por un lado, Alemania, tras un primer tiempo aceptable, removió sus piezas desde el arranque del segundo y jamás pudo encontrar el rumbo adecuado cayendo derrotado 1-2 ante una Estados Unidos que, por el contrario, vio en su banquillo la esperanza para arrancar un triunfo de tierras teutonas y dar un golpe sobre la mesa en el área de la CONCACAF a pocos días de arrancar la Copa de Oro, máximo torneo de esa confederación. Desde el banco de suplentes, los norteamericanos encontraron la vida que necesitaban para un histórico triunfo ante los campeones mundiales, quienes no ven dicha luz de vida en las múltiples rotaciones practicadas en los recientes amistosos internacionales.

Monólogo alemán

El partido arrancó con la apuesta clara de ambos equipos. Alemania, con Schweinsteiger como eje central, tomó el esférico y rápidamente inició el despliegue de posesión que la ha caracterizado en los últimos años. Por su parte, con Bradley como plataforma de lanzamiento, Estados Unidos apostaba por aguantar la embestida germana y generar contragolpes en base a la velocidad de Agudelo y Johannsson, con el mediocentro Bradley como lanzador desde mediocampo.

Alemania tomó el esférico y rápidamente inició el despliegue de posesión que la ha caracterizado en los últimos años

Esto provocaba que ya, al 2', un cabezazo desviado de Rüdiger, tras córner de Özil, se fuera por encima de portería. Luego, al 6', una gran acción individual de Herrmann, figura germana por derecha, terminara en un centro a segundo poste para Özil, quien remató demasiado suave a manos de Brad Guzan. Para esos instantes, Alemania paseaba el balón y salía con total tranquilidad, dominando los sectores de la cancha y enloqueciendo a Williams y Bradley en el centro del campo.

Las acciones germanas rendirían sus frutos unos minutos más tarde cuando, al 12', un cambio de juego de Schweinsteiger encontraba a Herrmann solo por el carril derecho. El extremo del Gladbach tomó el balón, encaró a Johnson, desequilibró a Brooks y Ventura Alvarado y tocó sobre el sector izquierdo para la llegada en solitario de Mario Götze quien, de primera, le cambiaba el poste a la estirada de Guzan y abría el marcador en Colonia. Gol que encajaba una magnífica jugada del debutante Herrmann y hacía notar un apunte clave para Klinsmann y los Estados Unidos en materia defensiva.

Con el gol en contra, Estados Unidos tardó en reaccionar aunque generó un par de acciones en base a la velocidad de Johannsson y a la llegada de Diskerud sobre izquierda. Sin embargo, Alemania dominaba el balón, tocaba con sentido y orientación y obligaba a Estados Unidos a replegarse con dos líneas de cuatro muy definidas para tapar la mayor cantidad de espacios posibles. Aún así, al 31', Götze encontraría otra joya de pase de Herrmann desde la derecha, pero, ésta vez, el mediapunta del Bayern pecaría de sobrado y remataría suave al cuerpo de Guzan, perdiendo la posibilidad de ampliar el marcador.

Alemania dominaba el balón, tocaba con sentido y orientación y obligaba a Estados Unidos a replegarse

Tras esta jugada, Estados Unidos pareció despertar y adelantó sus líneas con Bradley guiando el toque de balón. Una serie de rondos y cambios de juego acabarían, al 38', con un desborde claro de Chandler por derecha, cuyo centro le llegó a Bradley al borde delárea, pero el remate del "4" norteamericano saldría suave y directo a manos de Zieler. Sin embargo, al 40', con Estados Unidos moviendo el esférico cons entido, Bradley vería la pasividad de Rudy por derecha y generaría un cambio de juego hacia ese sector, donde Diskerud le ganaba la espalda a al defensa y definía por debajo de la salida de Zieler para la igualada en el marcador.

El primer tiempo acabaría con Alemania jugando a la defensa por posesión, ya que Estados Unidos cobró ánimo tras el empate y se adelantó a presionar la salida germana. Sin embargo, con el criterio de Schweinsteiger, los alemanes no viveron más sustos y se fueron tranquilos al descanso, aunque con el sentimiento de unos norteamericanos en ascenso y con la clave encontrada para complicarle la vida a la defensa rival. Por su parte, Alemania, sabedora de las oportunidades que dejó ir, pareció desconcertada tras el empate, pero el pitazo final de la primera parte le servía de tabla de salvación.

"Yes, We can" desde el banquillo

Para el segundo tiempo, Löw tomó la decisión que cambiaría el partido. Pensando en mantenerlo fresco para el partido del sábado ante Gibraltar, el entrenador alemán movió a Schweinsteiger para darle paso a Khedira, cambio que le restó fluidez con el balón a los alemanes y facilitó el empuje norteamericano que no mermó en el descanso. Por su parte, Klinsmann sacó a Johnson y ubicó a Chandler por el carril izquierdo, más acostumbrado a ese sector y acabando así con la figura de Herrmann por ese costado.

Estados Unidos arrinconó a Alemania y asfixió todo vestigio de inteligencia con el esférico del medioterreno germano

Los movimientos generaron cambios en el accionar del partido y, con Beckerman ya en cancha junto a Bradley, Alemania perdió totalmente el duelo en el mediocampo. Khedira no generaba salida y Herrmann ya no conectaba con Götze y Özil. Podolski, recién ingresado, lucía estéril en su tránsito con el balón y, con Yedlin por derecha y Zardes ya como delantero, Estados Unidos arrinconó a Alemania y asfixió todo vestigio de inteligencia con el esférico del medioterreno germano.

En ese tramo de partido, Bradley intentaba un disparo desde fuera de área al 54', mientras que Johannsson hacía lo suyo dentro del área al 58', pero, en ambas acciones, Rüdiger cerraba oportunamente para interponerse entre el esférico y Ron-Robert Zieler. Luego, al 60', Yedlin le hacía un caño a Podolski, trepaba por derecha, enviaba un centro al área, pero Mustafi cortaba la acción antes del cierre de Johannsson solo ante Zieler. Por su parte, Alemania intentaba generar contragolpes, pero Özil y Götze no conectaban dos pases seguidos y cada vez que Khedira tomaba el balón era asfixiado por Beckerman y Bradley en el centro del campo.

Tras el minuto 60', Alemania pareció reaccionar y encontró dos acciones de gran nivel de Özil, pero, en ambas, la defensa norteamericana se adelantaba inteligentemente y dejaba en fuera de lugar a Götze. Luego, al 65', Khedira por fin lograba salir con balón dominada, conectaba con Rudy sobre derecha, pero el centro del lateral le quedaba alto a Khedira, quien alcanzó a rematar de cabeza pero su intento salió totalmente desviado. Estados Unidos movía más piezas y dejaba el paso para las jóvenes figuras que cambiarían el partido: Morris y Wood, este último el autor de la diferencia.

Estados Unidos movía más piezas y dejaba el paso para las jóvenes figuras que cambiarían el partido: Morris y Wood

Ya al 74', el propio Morris era el que controlaba dentro del área, se sacaba de encima a Mustafi y disparaba a marco, pero Zieler enviaba el balón a tiro de esquina. Cuatro minutos después, al 78', una gran pared entre Rüdiger, volcado al ataque, y Özil dejaba al centro de frente a portería, conectando un violento derechazo que se iba apenas rozando el larguero de Guzan. Al 80', Bradley sacaba su estética a balón parado y quedaba a pocos milímetros de convertir un gol olímpico en Colonia, pero Zieler se lo negó con un manotazo oportuno cuando el balón ya ingresaba a portería.

Ya en el cierre del partido, Estados Unidos rompió el juego con verticalidad, profundidad y una agobiante presión sobre Alemania que lo obligaba a rifar el esférico y dejar que la segunda jugada fuera norteamericana. Es así como, al 82', una enorme acción de Yedlin por derecha le permitía enviar un centro que controlaba Bradley, pero cuyo disparo era bien contenido por Zieler para ahogar el grito de gol visitante. Sin embargo, al 87', un pase magistral de Bradley saltando líneas desde el fondo, encontraba a Wood quien, en un giro mágico, dejaba sentado a Mustafi y sacaba un misil de zurda que se colocaba en la base del psote izquierdo y lejos del alcance de Zieler para el 1-2 definitivo en el marcador.

Wood celebra el gol de la victoria para su equipo. // (Foto de @FOXSoccer)

A tres minutos del final el gol fue lapidario y contundente. Alemania, que ya comenzaba a querer congelar el empate, se lanzaba de forma desordenada a buscar la igualada, pero Estados Unidos esperaba bien en su zona defensiva. Sin embargo, al 93', un centro de Bellarabi encontraba a Khedira en el área, pero su cabezazo era apenas rozado por Guzan e impactaba en el larguero para mala suerte local. Con esa acción, el árbitro sancionaba el final del encuentro con la histórica victoria para los Estados Unidos. Ahora, Alemania deberá pensar en el partido del sábado ante Gibraltar, donde no hay margen de error si es que desa disputar la próxima Eurocopa de Francia 2016, dejando atrás sus malos resultados en los recientes partidos amistosos disputados en propior suelo alemán.