Con una alta dosis de empuje, esfuerzo y voluntad, el Bayern de Múnich pudo encontrar la forma de darle vuelta al gol de Wagner en la primera parte y conquistó una nueva victoria de 3-1 ante el Darmstadt, en un partido donde los bávaros pusieron la posesión y verticalidad ofensiva, ante la increíble aplicación táctica de sus visitantes y su ferocidad al contragolpe. La lucha fue intensa y el equipo de Guardiola tuvo que emplearse a fondo para sobreponerse, encontrando en la segunda parte su mejor inspiración y derribando la muralla azul con goles de Müller, por partida doble, y Lewandowski para cerrar la cuenta. Mucho tuvo que ver el ingreso de Ribéry, quien volvió a asociarse con Robben y dejaron en claro que 'Robbery' tiene mucho kilometraje que dar, siendo uno de los factores claves para la victoria bávara. Además, Tasci hizo su debut y tuvo un aceptable rendimiento junto a Kimmich en el fondo.

Que comience el duelo

Aceptó el desafío y se plantó con sus mejores galas sin dudarlo. En esa frase podría describirse a la línea táctica implementada por el Darmstadt, quienes, desde el comienzo, apretaron sus líneas y dejaron claro que, con Wagner como poste, estarían dispuestos a dar el golpe mortal al contragolpe, ante un Bayern cuyos centrales titulares no terminan de recuperarse de sus lesiones. Por su parte, el equipo de Guardiola plantó a Tasci y Kimmich en el fondo, dejando que Vidal fuera el único mediocentro y apostándole al desequilibrio y verticalidad de Coman, Robben, Müller y Coman para acompañar a Lewandowski, lo que lo llevó a tomar la batuta del partido desde el comienzo.

Con el pitazo inicial, el terreno del Allianz Arena pareció inclinarse hacia un solo lado: la portería de Mathenia.

Con el pitazo inicial, el terreno del Allianz Arena pareció inclinarse hacia un solo lado: la portería de Mathenia. El Bayern de Múnich comenzó a vascular hacia el ataque con rapidez, dejando que Robben funcionara como interior junto a Müller y dejando que Costa y Coman se posicionaran como extremos en sus respectivos carriles. Ya con esa idea, Arturo Vidal tuvo la primera chance del Bayern al 10', cuando, una excelsa jugada de Costa por la izquierda, desembocó en un centro mal rechazado por Caldirola y que el chileno conectó desde fuera del área, pero el disparo se estrellaba en el larguero para mala fortuna de los locales. El segundo intento correría por cuenta de Rafinha al 14', quien tomaba un pase magnífico de Robben y colocaba un disparo potente que se estrellaba por fuera de la puerta rival.

Un minuto después, al 14', Lewandowski tomaba en el área ubna pared fenomenal entre Müller y Coman y se sacaba la marca de Garlics para rematar a puerta, pero Mathenia iniciaba su show con una salvada fenomenal al remate potente del polaco. Con la posesión de balón totalmente de su lado, el Bayern generaba transiciones rapidas y dejaba en claro que el gol podría llegar en cuestión de minutos. La más clara chance previo a la apertura del marcador se daría al 22', cuando Thomas Müller tomaba un centro de Coman y remataba de volea ante un atento Mathenia que controlaba a dos tiempos. Sin embargo, el contragolpe se haría presente como el veneno mortal que enveneraría las venas defensivas del Bayern.

Mathenia fue clave para frenar la ofensiva del Bayern el mayor tiempo posible. // (Foto de fcbayern.de)
Mathenia fue clave para frenar la ofensiva del Bayern el mayor tiempo posible. // (Foto de fcbayern.de)

El contragolpe se haría presente como el veneno mortal que enveneraría las venas defensivas del Bayern

El Bayern dominaba y Mathenia frenaba los gritos de gol del público. Pero, la poca comunicación entre los centrales del Bayern era evidente y eso se pagaría caro al 26', cuando, Junior Díaz colocaba un centro al área que Wagner no podía rematar, pero Heller conseguía el rebote por el otro costado y recentraba al área donde Wagner, anticipándose a Tasci, vencía a Neuer con un soberbio remate de cabeza desde primer poste. La jugada era la primera transición hacia el ataque del Darmstadt y encontraban el resultado que el Bayern no conseguía con sus cuatro oportunidades anteriores. El partido comenzaba a tomar matices de pesadilla para los locales, con la obligación de acelerar más la marcha y dejarse mucho más expuestos en el fondo de su zaga, donde Tasci y Kimmich aún dejaban en claro su escaso entendimiento.

La reacción del Bayern no se hizo esperar y, al 28', Douglas Costa tomaba el balón sobre loa izqierda, enfilaba en diagonal hacia el centro y conectaba un soberbio remate de zurda desde larga distancia que se estrellaba en el travseño, luego del ligero roce de la mano salvadora de Mathenia al disparo del brasileño. El Bayern siguió empujando y, con un claro mensaje de Guardiola desde el banquillo, el equipo se desdobló por completo al ataque, dejando a Tasci como líbero y con la ligera ayuda de Kimmich, aunque con el joven alemán más en tareas de volante que de defensa central. Alaba y Rafinha se corrían como interiores y dejaban que Costa y Coman abrieran las bandas, pero la defensa rival seguía sólida en los rechazos, aunque se veía claramente superada por el vértigo bávaro.

El Bayern siguió empujando y, con un claro mensaje de Guardiola desde el banquillo, el equipo se desdobló por completo al ataque

Sobre el 35', era Robben el que enfilaba en diagonal desde la derecha y sacaba un zurdazo potente que Mathenia enviaba a tiro de esquina tras una gran estirada bajo palos. Luego, al 39', Costa volvería a probar desde larga distancia para que, una vez más, Mathenia arrancara aplausos desde las gradas del Allianz Arena al tapar de manera casi imposible el remate cruzado de Costa que ya se abría y buscaba la red del visitante. El primer tiempo se cerraría con una tremenda jugada de Müller, al 43', quien, sorprendiendo a todos, decidía con tocar hacia fuera del área para que Kimmich, como efecto sorpresa, sorprendiera a todos con un remate potente que Mathenia volvía a sacar con otra estirada divina en favor de su equipo. El Bayern seguía y empujaba y el Darmstadt resistía. El partido pintaba para mucho más vértigo en el complemento. No decepcionó.

Costa volvió a ser una pesadilla para sus rivales. // (Foto de fcbayern.de)
Costa volvió a ser una pesadilla para sus rivales. // (Foto de fcbayern.de)

El que persevera, alcanza

Para la segunda parte, el Bayern no cambió el chip y salió con la clara misión de empatar y ganar el juego. La voluntad bávara fue inquebrantable y el espíritu de sus graderíos parecía ser el combustible perfecto, creando una vorágine celestial cargada de un miedo a perder, que potenciaba su espíritu de supervivencia. Supervivencia es el espíritu y el Bayern demostró la supervivencia misma de un equipo llenó de ambición. El resultado de toda esa entrega y voluntad se manifestó al 48', cuando, con el Darmstadt aún recolocándose en sus líneas tras el pitazo inicial de la segunda mitad, Robben gambeteaba a dos al borde del área y abría para la subida de Rafinha por derecha, quien centraba al área donde Müller, acrobáticamente, acomodaba de pecho y sacaba una volea a contrapique que vencía por fin la estirada de Mathenia y empataba el marcador en Allianz Arena.

Müller marcó un golazo de volea para el empate. // (Foto de fcbayern.de)
Müller marcó un golazo de volea para el empate. // (Foto de fcbayern.de)

Con una ovación impresionante y toda la algarabía generada desde que saliera a calentar, Franck Ribéry hacía su ingreso al 53' por Kingsley Coman

Con el empate y el impulso anímico que el Bayern ganó tras el gol de Müller, Guardiola tomó el riesgo y sacó su varita mágica desde el banquillo. Con una ovación impresionante y toda la algarabía generada desde que saliera a calentar, Franck Ribéry hacía su ingreso al 53' por Kingsley Coman, regresando así a Allianz Arena y dejando que, como de un acto de rejuvenecimiento absoluto se tratara, 'Robbery' volviera a tomar el control de la ofensiva del Bayern y a ser ese dueto peligroso y mortal que siempre han sido en el Bayern. Es así como, al 56', Ribéry descontrolaba a Junior Díaz y Garlics y centraba al área, pero el remate de Lewandowksi se iba totalmente por encima de portería. Luego, al 59', Robben se colaba entre toda la defensa, cedía hacia la derecha en diagonal y dejaba que Müller probara a marco, pero Matheni seguía impasable y ahogaba el grito de gol con una tapada magistral a dos tiempos.

El Bayern seguía presionando y ahogando a su rival. La inspiración se trasladaba a todas las zonas de la cancha, inyectando a Tasci al 61', quien aceleró a toda velocidad junto a Heller y barrió de forma titánica el contragolpe que intentaba el Darmstadt. Kimmich hacía lo suyo también, tomando el balón, conduciendo la salida y bloqueando la primera línea de salida rápida de su rival. La ofensiva no se quedaba atrás y, al 67', Lewandowski anotaba el gol tras un remate dentro del área a centro de Costa, pero el árbitro sancionaba un correcto fuera de lugar, por lo que la ventaja era nada más una ilusión. Sin embargo, el empuje del Bayern era tan descomunal que ese gol anulado serviría de presagio y antesala para una maravillosa obra de arte que Müller tenía preparada en este partido.

Ribéry regresó a las canchas y demostró toda su calidad una vez más. // (Foto de Getty Images)
Ribéry regresó a las canchas y demostró toda su calidad una vez más. // (Foto de Getty Images)

La obra divina de 'San Thomas XXV' llegaría al 71', justo cuando, a base de toques cortos y pequeños rondos y paredes, el Bayern entraba a línea final por intermedio de Robben. Sin embargo, el holandés quedaba de espaldas a portería y sin opciones de remate, por lo que tocaba hacia atrás donde Arturo Vidal, cargado sobre la izquierda, recortaba hacia adentro y conectaba un centro a punto penal. Ahí, como iluminado por seres subliminales y divinos, Thomas Müller acomodó de pecho y conectó una volea increíble que se colocó en el rincón superior izquierdo de la puerta de Mathenia, quien hizo más grande la postal con su estirada improductiva. La locura total se desataba tras ese golazo de Müller tanto en los jugadores como el afición, quienes coreaban el nombre de su ídolo y empujaban a su equipo a buscar mucha más sangre en las heridas abiertas del Darmstadt.

Thomas Müller firmó un golazo impresionante en el segundo del Bayern. // (Foto del fcbayern.de)
Thomas Müller firmó un golazo impresionante en el segundo del Bayern. // (Foto del fcbayern.de)

El Bayern escuchaba los cánticos de agradecimiento por la entrega del equipo y por el éxtasis que el paso de 'San Thomas XXV' había dejado en Allianz Arena

El milagro desató el instinto voraz del Bayern, quienes dejaron la caballerosidad y elegancia de su juego y se fueron a clavar sus colmillos en la yugular abierta de sus rivales. El Darmstadt, por su parte, navegaba en la inconsciencia y semi estado comatoso, ante un equipo que lo desbordó por completo, que puso más garra y corazón que ellos y que, unido a su calidad, lo dejaban demasiado arriba de sus posibilidades. Mathenia seguía siendo el héroe de los suyos al 75', al sacarle un gol ya hecho a Müller, tras un cabezazo del alemán a centro de Costa. Luego, Ribéry hacía de las suyas y desbordaba hasta línea final al 81', pero Mathenia volvería a tapar un remate de volea de Lewandowski, cuando el polaco ya se disponía a celebrar la posible anotación. De no ser por su guardameta, las heridas del Darmstadt hubieran sido mucho más profundas y numerosas.

Sin embargo, a pesar de la resistencia del guardameta, el golpe final llegaría al 84', por intermedio de Robert Lewandowski, quien no dejó solo a Müller en la fiesta y firmó su 22º gol de la temporada en Bundesliga, tras un gran centro de Ribéry y un remate sobre primer poste para descolocar el lanzamiento de Mathenia. El propio Lewandowsi tendría al 89' la posibilidad de un doblete, pero Mathenia hacía su última gran salvada de la noche y ahogaba el grito de gol de los bávaros con una soberbia estirada al remate de Lewandowski. Con esta jugada, el partido llegaba a su final y el Bayern escuchaba la locura desatada en su grada, con los cánticos de agradecimiento por la entrega del equipo y por el éxtasis que el paso de 'San Thomas XXV' había dejado en Allianz Arena.

Lewandowski celebra el último gol del partido. // (Foto de Getty Images)
Lewandowski celebra el último gol del partido. // (Foto de Getty Images)

Con este resultado, el Bayern de Múnich llega a 59 puntos, con un increíble balance de 19 victorias, 2 empates y 1 tan sola derrota en 22 partidos disputados. Con 56 goles a favor y 11 en contra, el equipo de Guardiola llega a once puntos de diferencia sobre el Borussia Dortmund, quien juega el domingo un partido clave contra el Bayer Leverkusen donde una derrota comenzaría a establecer una diferencia casi insalvable para los de Thomas Tuchel. Por su parte, el Darmstadt se ve frenado con 24 puntos y comienza a sentir el frío del abismo a sus espaldas, con el puesto de promoción más cerca de lo que se imaginaba hace unas cuantas fechas atrás. El milagro lo obro 'San Thomas XXV', pero la felicidad la puso el regreso de Ribéry y la capacidad de recuperación de un equipo que tiene un duelo a muerte por Champions este próximo martes ante la Juventus de Turín.