Soberbio partido del Real Madrid que se ha clasificado para las semifinales de su competición favorita tras lograr la gesta de la remontada. Tres goles de Cristiano Ronaldo, que apareció en una cita importantísima, han servido para que los blancos eliminen a un Wolfsburgo que poco pudo hacer ante las embestidas de los de Zidane que llegaban con sed, con mucha sed de lobos.

Dominio blanco y dos minutos heroicos

Con cabeza y paciencia llegaron los dos goles que le hacían falta al Real Madrid y los hizo su estrella, era la noche de CristianoComo decía Zinedine Zidane en la rueda de prensa previa al partido de vuelta, los jugadores merengues deberían de arrancar el partido con cabeza y con paciencia. Estaban obligados a marcar dos goles pero a lo largo de noventa minutos y no debían desquiciarse si a los diez minutos no llevaban ninguno. Así pasó. El Real Madrid comenzó con la posesión del balón, basculando la pelota de un lado a otra bajo la batuta de Modric y Kroos. Además, si perdían el esférico, comenzaba entonces una presión asfixiante de la mano de Cristiano Ronaldo, pasando por cada uno de los futbolistas blancos. 

Justo antes del momento épico de la noche, Ramos estrelló un balón de cabeza en el larguero de Benaglio a la salida de un saque de esquina, presagiando, lo que le vendría encima a los pocos minutos a la defensa alemana. Entonces, apareció la figura de Dani Carvajal, demostrando que no hay quien le supere en el lateral derecho, robó un balón en el centro del campo, puso un centro al corazón del área y tras pegar en un defensor, la pelota le cayó a Cristiano Ronaldo que sólamente tuvo que empujarla para poner el 1-0 a los 16 minutos de encuentro. 

Cristiano Ronaldo y Pepe celebrando el primer tanto

Tras lograr lo más dificil, el Real Madrid bajó el ritmo y vio además como su rival perdía a su mejor arma: Draxler caía lesionadoSolo un par de minutos más tarde, el Wolfsburgo de Dieter Hecking se vio superado por el éxtasis del Santiago Bernabéu y de los jugadores locales y encajaron el segundo a balón parado, el gran handicap de los lobos esta temporada. Cristiano Ronaldo cabeceaba el esférico y lo introducía en la meta de Benaglio. Concha Espina vibraba. Cristiano Ronaldo lo volvía a hacer. Tan solo 17 minutos habían bastado para que el Real Madrid empatara una eliminatoria que se le puso en contra en el partido de ida. Con un resultado aceptable, los locales bajaron el ritmo de su fútbol aunque sin perder la posesión. A la media hora de juego, vieron además, como su rival, perdía a su mejor arma. Draxler era sustituido por lesión y entraba en su lugar Kruse.

Cristiano Ronaldo en el momento del segundo gol de la noche

El Wolfsburgo no iba a darse por vencido, porque además, la eliminatoria seguía viva pese a encajar dos goles tan pronto. Luiz Gustavo hizo trabajar a Keylor Navas y se sacó de la chistera un latigazo desde fuera del área que el costarrincese tuvo que mandar a saque de esquina. Antes del descanso, en una contra, Henrique tuvo en sus botas la oportunidad de reducir distancias y silenciar el templo blanco, pero su disparo desde el punto de penalty se marchó desviado de la meta del portero blanco. Con el 2-0 a favor del Real Madrid se llegó al tiempo de descanso. 

Misma línea con un ritmo más lento

La intensidad del partido fue disminuyendo. El Wolfsburgo superaba con facilidad la primera linea de presión blanca, intimidando al BernabéuEn la segunda mitad el partido iba a tener una línea parecida a la de la primera parte. El conjunto blanco seguiría controlando y llevando la iniciativa en el terreno de juego, mientras que los alemanes, buscarían algún error de la defensa blanca o simplemente llegar con peligro mediante algún contraataque. Sin embargo, los minutos pasaban, Zidane no hacía cambios, y el físico de los blancos comenzaba a bajar. Los de Dieter Hecking recuperaban con más facilidad el esférico y además, hubo unos minutos donde superaba sin dificultad alguna la primera línea del Real Madrid, llegando con criterio y peligro al área rival. 

Celebración blanca tras el tercer gol

Entonces volvió a aparecer la figura de Cristiano Ronaldo cuando su equipo más lo necesitaba. En el minuto 75, Modric lograba sacar una falta en el borde del área. El luso hizo su ritual particular y su disparo, con fortuna, porque pasó entre dos jugadores del Wolfsburgo, entró como un misil en la meta de Benaglio que poco pudo hacer para evitar el tercer tanto del Real Madrid. Este gol daba tranquilidad tanto a la plantilla merengue como a los aficionados que presenciaban un espectáculo digno para el recuerdo. El Wolfsburgo agotaba cambios e introducía a Bas-Dost en la punta del ataque para cazar balones por el aire. 

El Real Madrid no ha ganado nada tras esta eliminatoria pero ha dejado claro que el camino a la Undécima pasa por tener hambre y sed de triunfoZizou movía el banquillo. Daba entrada a Jesé y Varane en los minutos finales para imposibilitar algun remate de los lobos con el defensa francés junto a Sergio Ramos, Pepe y Casemiro. Los visitantes tuvieron una última ocasión pero sin ningún tipo de peligro para Keylor Navas. El Real Madrid venció en su noche preferida y lo hizo con orgullo, pasión y heroica, como más le gusta al conjunto merengue. El Wolfsburgo debería marcharse con la cabeza alta, bien alta, porque ha hecho que el diez veces campeón de Europa haya tenido que sufrir cuando debería haber sentenciado la eliminatoria en el encuentro de ida. El Real Madrid no ha ganado nada todavía, pero sí que ha dejado claro cómo debe ser el camino hacia la Undécima. Con hambre y con sed, como la que han tenido ante los lobos.