Hablar de Philipp Lahm es hacerlo de dos cosas que hoy en día en muy pocos casos se ve: fidelidad y una extraordinaria calidad. Un futbolista que a sus 32 años sigue demostrando que por él no pasan los años. Pero el capitán bávaro ya no es aquel joven que en la temporada 04/05 regresaba de su cesión en el VfB Stuttgart para convertirse en el dueño y señor del lateral muniqués. Los años pasan para todos y Lahm no es inmune a los caprichos del tiempo y ahora la idea del dulce retiro flota por su mente, una mente que sigue centrada en Múnich.
Pero para que un jugador se retire tiene que haber un jugador capaz de estar al nivel, o superarlo, de su predecesor. En esta tarea está enrolada la directiva del Bayern de Múnich, que intenta mercado de fichajes tras mercado de fichajes rejuvenecer una plantilla que mezcla el atrevimiento y el descaro de la juventud con la calma y la serenidad del jugador que ha acumulado multitud de partidos en sus piernas. Los fichajes de jugadores como Coman o más recientemente del portugués Renato Sanches, conjugan en una perfecta armonía futbolística, como si fuera una melodía de Mozart, con la veteranía de los Robben, Ribéry o Xabi Alonso. Una melodía que se completa con jugadores jóvenes en edad y veteranos en el juego, como Thiago o Thomas Müller.
"Todo es posible" -Rummenigge
Philipp Lahm ha dejado claro que, una vez el fútbol abandone sus pies y cuelgue las botas, quiere que su vida siga ligada al deporte que tanto le ha dado y al club que lo llevó a la historia del balompié alemán. Sobre la posibilidad de que el emblemático capitán del equipo de Múnich siga respirando el fútbol de su equipo una vez retirado, Karl-Heinz Rummenigge comentó: "Puedo imaginar que Philipp Lahm pueda desarrollar un papel importante fuera de los terrenos de juego, en el club en un futuro. Su comportamiento fuera del campo me gusta mucho, para mí es un interlocutor no solamente agradable sino muy cualificado". El dueño del Bayern terminó con un sentenciante y rotundo: "Todo es posible".
En esa misma intervención, Rummenigge abrió las puertas de los despachos bávaros a jugadores como Neuer, Müller o el ex jugador del equipo rojo Schweinsteiger. Pero el "jefe" no fue el único que habló, Lahm comentó sobre su vida tras su retirada: "Puedo decir que conozco el club a fondo, me gustaría continuar en el FC Bayern, además tengo una gran relación con el presidente. A continuación puede surgir todo lo demás".
La directiva muniquesa está sumergida en un proyecto para rejuvenecer la plantilla. Los veteranos Robben, Ribéry, Alonso, Lahm, Rafinha o Neuer están en los albores de su retirada. Para evitar que el nivel de los alemanes caiga una vez estas leyendas del fussball se retiren, los directivos han iniciado el plan "Jugadores jóvenes y con calidad". Los efectos de este plan han tardado muy poco tiempo en surgir efecto. Un efecto que comenzó con jugadores como Thiago y al que se le han sumado jugadores como Bernat, Coman o Sanches. Pero fichando no se solucionan los problemas, otra solución ha venido desde abajo, como en su día llegó Philipp Lahm, desde la cantera. Los bávaros han potenciado el nivel de su cantera y jugadores como Julian Green o Niklas Dorsch forman parte del equipo de Ancelotti.
Dijo una vez Albert Einstein: "No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto". Poco a poco el adiós de Philipp Lahm lo hace rápido y con la bandera de que será uno de los grandes momentos, y de los más dolorosos, para los seguidores del Bayern. Las leyendas, al igual que una llama, se apagan, pero sus vestigios se quedan por siempre en el lugar donde una vez brillaron. Pero esos aficionados que llegado el momento llorarán y corearán por última vez el nombre de su capitán no pensarán en el futuro, no lo harán porque su futuro está allí ya. El futuro son los Coman o Sanches, destinados a mantener al FC Bayern de Múnich en los altares del fútbol mundial.