Dos equipos en horas bajas por no haber empezado bien la temporada se daban cita en el Weser-Stadion en busca de una victoria que les redimiese y les diera un poco de tranquilidad. Los locales no habían sumado ni un solo punto y ocupaban el farolillo rojo de la clasificación, situación que le ha costado el puesto a Viktor Skripnik. Entre los rumores que acercan al holandés Louis Van Gaal como próximo ocupante del banquillo, en el día de hoy ha sido Alexander Nouri quien ha ejercido desde la banda.

El Wolfsburgo se presentaba con cinco puntos tras la disputa de las primeras cuatro jornadas, un bagaje demasiado escaso para un equipo cuyo objetivo es estar en la zona alta de la tabla y terminar la temporada en puestos de acceso a competiciones europeas la próxima temporada. Especialmente dolorosa resultó la última jornada, en la que cayeron por un abultado 1-5 frente al Borussia Dortmund. El equipo de Hecking no ha acabado de engranarse aún y, sobre todo, tiene un hándicap en lo que a la consecución de goles se refiere. Y es que Mario Gómez, su flamante fichaje para la delantera, todavía no se ha estrenado con los lobos y Borja Mayoral, que en teoría debía ser la segunda opción tras la sorprendente marcha de Bas Dost, ni siquiera es convocado por Hecking en una decisión cuando menos extraña.

Igualada e insulsa primera parte

Empezaron mejor los visitantes, llevando las primeras apariciones en campo contrario por medio del aguerrido Blaszczykowski y Vierinha, que hacían daño por esa banda derecha compenetrando bien sus acciones de ataque. Sin embargo la primera ocasión de peligro llegó para el Bremen tras un remate de Moisander a la salida de un córner que se marchó por encima del travesaño. Se desperezó el Werder Bremen y comenzó a hilvanar algunas jugadas, con un Gnabry muy activo. Los balones parados, siempre botados por Januzovic, crearon algo de peligro hacia la portería de Casteels. El portero belga tuvo que desviar a córner un lanzamiento de falta de Januzovic poco después.

Pero lo cierto es que no hubo ninguna ocasión verdaderamente clara en la primera mitad. Mucho juego en el centro del campo y los delanteros de ambos equipos totalmente desparecidos. Gnabry Gnabry fue el mejor jugador del partidofue el más combativo por parte del Bremen y Blaszczykowski en el lado de los lobos, conjunto en el que Julian Draxler sigue sin hacer gala de su calidad en un nefasto inicio de temporada por su parte.

Todo se decidió al final

En el descanso Hecking sustituyó al joven Seguin, que hizo una buena primera parte por Caligiuri, en busca de dotar de mayor dinamismo al ataque de su equipo. El juego fue muy trabado en el inicio de la segunda parte, con continuas faltas por las dos partes. Draxler por fin apareció para lanzar a puerta en el minuto 51 y obligar a Drobny a despejar el balón y Gnabry siguió siendo el mejor de los suyos también en la segunda mitad. Pero tuvo mala suerte el Werder Bremen, Arnold impulsó un balón desde la izquierda y Bauer, en su intento de despejar, introdujo el balón en su propia portería. A Mario Gómez sigue sin marcarfalta de gol de Mario Gómez, el Wolfsburgo al menos encontraba con un gol de los contrarios en propia meta.

Tras encajar el gol, Nouri se apresuró a meter nuevos revulsivos en el campo, en búsqueda de que su equipo no cayera nuevamente en lo que podría ser la quinta derrota consecutiva. Uno de sus refuerzos, Lennart Thy, encontró el premio del gol en el minuto 86 y, cuando ya parecía que el empate sería el resultado definitivo, el Werder Bremen dispuso de un córner y Gebre Selessie se impuso en el salto a los defensas del Wolfsburgo para anotar en el minuto 91 el gol que le daba la victoria a su equipo. Explosión de alegría en el campo, en el banquillo del Werder Bremen y en todo el Weser Stadion. Y todo lo contrario, claro, en las filas del Wolfsburgo, que perdían el partido en el último minuto.