El encuentro comenzó con un dominio alterno en el juego, pues a pesar de que el conjunto local estaba llevando la iniciativa del juego, atacando, y buscando la portería contraria, mientras tanto, el conjunto visitante optaba por mantenerse agrupado en campo propio con las líneas unidas, y por salir al contraataque con las líneas bastante juntas cuando el equipo no tenía el balón, y cuando lo recuperaba, dependiendo de la zona, o salía al contraataque en velocidad, o procuraba avanzar y ganar metros círculando el esférico en raso. El ritmo de intensidad estaba siendo muy bajo, y ninguno de los dos estaba consiguiendo progresar significativamente, ni romper los esquemas del juego, los dos realizaban posesiones largas cuando tenían la redonda en su poder, y no se desplegaban con muchos hombres en ataque.

Dominio alterno, con fases de más control por parte del Hoffenheim

Después de los primeros minutos de juego, el Hoffenheim siguió llevando la voz cantante en el encuentro gracias a los amplios tramos de dominio del cuero que tenía, aunque conforme iba pasando el tiempo, se estaba empezando a desmelenar algo más, pues empezó a encontrar espacios entre las líneas de presión del rival, y gracias a ello, empezó a acercarse con más facilidad al área contraria, aunque estaba creando un especial peligro cuando Kramaric y Wagner se desmarcaban al espacio, y los centrocampistas les buscaban con balones a la espalda de los centrales de un conjunto berlinés que tenía mucha dificultad para recuperar el balón cuando lo perdía ante la buena presión alta de los locales. El 1-0 llegó por medio de Niklas Süle que remató de cabeza en el segundo palo, un centro de Demirbay desde el costado izquierdo.

Los últimos minutos de juego fueron algo más equilibrados, pues el Hertha recobró algo de la agresividad que había perdido, y el Hoffenheim que veía como se acercaba el descanso, que llevaba ventaja en el marcador optó por retroceder más las líneas y por mantener un menor número de efectivos en la zona de ataque, ante el dominio que estaba empezando a ejercer un Hertha, que progresaba atropelladamente, y que cuando llegaba a la frontal del área, se le apagaba la luz, pues a causa del sistema que utilizaba con el que jugaba con dos puntas, había perdido mucha capacidad para dar el último pase.

Control de los locales, que crearon mucho peligro al contraataque

El segundo tiempo comenzó con un ritmo bajo de intensidad, y con dominio de balón del cuadro de la capital que quería hacerse con las riendas del juego desde el principio, para dominar la situación, y buscar el gol del empate tocando con paciencia, y buscando espacios en la defensa de un equipo local, que en los primeros minutos se mantuvo replegado en su campo, expectante ante la posibilidad de que el Hertha se volcara en ataque, aunque con el paso de los minutos se dio cuenta, de que el equipo visitante no terminaba de arrancar, y se empezó a estirar algo más tanto cuando tenía el esférico, como cuando no, pues con el cuero controlado estaba empezando a poner en marcha fases de ataque posicional, con las que procuraba rodear el área contraria sin éxito, pues estaba siendo demasiado lento, horizontal y previsible en la circulación del cuero.

Después de los primeros minutos, el encuentro perdió intensidad y el equipo local consiguió afianzar su dominio, al gozar de amplias fases de posesión del balón, y al realizar un buen repliegue en campo propio, manteniendo las líneas muy juntas, en un 4-4-2 más cristalino que nunca. El Hertha lo intentaba sin éxito, y el Hoffenheim a pesar de que se estaba replegando, y de que cuando tenía el cuero, trataba de acelerar el reloj, seguía teniendo una intensa actividad en ataque, pues estaba consiguiendo crear ocasiones muy claras de gol profundizando por el costado izquierdo, con un Andrej Kramaric, que una vez más hacía gala de la facilidad que tenía para jugar por las bandas, encarando constantemente al lateral Weiser que con toda la actividad que estaba teniendo tanto en defensa como en ataque, se veía algo desbordado ante la falta de ayudas, y estaba cediendo muchos espacios en la banda. 

Los últimos minutos del encuentro sigueiron siendo de control por parte del Hoffenheim, que consiguió alejar la pelota de su portería con gran osadía y brillantez, con posesiones largas en zonas avanzadas del terreno de juego contrario, asegurando mucho el pase, y focalizando la circulación del balón sobre porciones pequeñas del terreno de juego. Pese a ello, lo que más estaba dejando asombrado al respetable, estaba siendo la gran producción ofensiva del cuadro local, que estaba sabiendo aprovechar a la perfección los espacios que estaba dejando un desconocido Hertha en defensa, aún así el equipo local mostró una gran falta de acierto en ataque, al no saber definir las grandísimas ocasiones de gol, de las que estaba disfrutando al contraataque.