El fútbol es así de imprevisible, de inesperado, de impredecible. En fin, así de maravilloso. Un equipo que la temporada pasada estuvo un paso de descender a la Bundesliga 2 sólo unos meses después esta consiguiendo unos números de record y hacer historia en este inicio de competición. Estamos hablando del Hoffenheim de Julian Naggelsmann. Un conjunto, el del sur de Alemania, que ha igualado su mejor arranque liguero de la historia y que está luchando de tú a tú contra los grandes de Alemania, siempre con el permiso de otra revelación: el RB Leipzig.

Sus cero derrotas en los 10 partidos disputados hasta la fecha les permite ser terceros en la clasificación con 20 puntos, a sólo cuatro de RB Leipzig y Bayern de Múnich, que con 24 lideran la tabla. Unos datos que reafirman que el trabajo bien hecho siempre obtiene su recompensa. Y en el caso del Hoffenheim, la recompensa es, ni más ni menos, que soñar con algo insólito en la Bundesliga: destronar al todopoderoso Bayern de Múnich. Desde la temporada 2008/09, cuando el Wolfsburgo se alzó con el título liguero, sólo el conjunto muniqués –en ocho ocasiones– y el Borussia Dortmund –en dos– han sido los campeones. A continuación, analizamos los históricos números del conjunto de Naggelsmann así como el trabajo de este técnico que ha permitido anhelar a toda una ciudad.

Unos números para la historia

Contra el Schalke 04, el Hoffenheim sumó la primera victoria de la temporada. Desde entonces ha conseguido sumar 16 de los 18 puntos posibles.

14 de mayo de 2016. Última jornada de liga 2015/16 y el equipo acababa décimoquinto, cuatro puntos por encima del playoff de descenso. Muchos presagiaban que el futuro del Hoffenheim en la Bundesliga no duraría mucho pero, pasado el verano, se está viendo que el tiempo y la confianza son factores claves. Tras cuatro empates en las primeras cuatro jornadas, las pesadillas volvieron a instalarse en el club. Parecía que la lucha por no descender sería la tónica otra vez. Pero no fue así y entonces llegó el cambio. Frente al Schalke 04 (jornada-5), el conjunto de Naggelsman consiguió sumar la primera victoria de la temporada (2-1), un triunfo que supuso un antes y un después en el camino del Hoffenheim en esta Bundesliga. Y es que a partir de esa fecha, el Hoffe sumó un 15 de 15, sólo manchado por la derrota en la segunda fase de la Copa de Alemania (2-1 frente al FC Köln). A estos números hay que añadir que, en la jornada pasada, los de Naggelsman consiguieron un empate a uno muy sufrido frente al Bayern de Múnich.

Demirbay en una acción del último encuentro contra el Bayern  / FOTO: achtzehn99.de

Las estadísticas de juego, a favor del Hoffenheim

Pero no sólo son los resultados los que reflejan el buen estado de forma del Hoffe. En lo que llevamos de temporada, es el equipo que más disparos a puerta ha acumulado: 157, los mismos que Bayern de Múnich. Además, los de Naggelsman han conseguido mantener un porcentaje de acierto en el pase de entre el 70-80%, ser el equipo que más quilómetros ha corrido en un partido (123,2 frente al Bayern de Múnich) e incluso ser el cuarto equipo que promedia más quilómetros por partido. Todo esto gracias a un esquema 3-1-4-2 que le permite atacar con muchos hombres y que Naggelsman instauró tras los cuatro empates consecutivos al principio de temporada.

En la temporada del debut en la Bundesliga, el equipo acabó 7º con 55 puntos, siendo al final de la primera vuelta el campeón de invierno

Hay que retroceder hasta la temporada 2008/09 para ver algo igual. En la campaña de su debut en la máxima competición alemana, el Hoffenheim fue la revelación en la primera vuelta. Sus sólidas victorias contra equipos como el Borussia Dortmund (4-1) o Hamburgo (3-0) y el hecho de quedar invictos en casa permitieron coronarse como campeón de invierno. Unos números que no pudieron mantener durante la segunda vuelta: siete empates y cuatro derrotas, además de varias goleadas encajadas en el Rhei-Nheckar Arena provocaron que el equipo acabara séptimo con 55 puntos. Pese a que los números no fueron buenos en la segunda parte de la temporada, el Hoffenheim consiguió su mejor clasificación de la historia. Hasta ahora, claro. 

El efecto Naggelsmann y su 3-1-4-2

Uno de los grandes protagonistas en este arranque histórico es Julian Naggelsman, el entrenador más joven de la historia de la Bundesliga. Con tan sólo 29 años, Naggelsman ha conseguido revolucionar a un equipo hasta llevarlo a ser uno de los equipos más consistentes en todas sus líneas. Tras los ya mencionados empates en las primeras cuatro jornadas, Naggelsmann se decantó por un esquema 3-1-4-2 con apariencia defensiva pero que los resultados han demostrado no ser así.

La combinación de aspectos como la intensidad, movilidad y velocidad se han convertido en claves para el buen rendimiento del equipo. Dos carrileros de mucho recorrido, un mediocentro de consistencia y con afán de recuperación junto a dos volantes con presencia ofensiva y dos delanteros con la capacidad de aguantar el balón de espaldas y de poder caer en banda son algunas de las premisas que Naggelsmann  pide a sus jugadores. Jugadores que están brillando con luz propia: Niklas Süle y Benjamin Hübner, convertidos en dos muros infranqueables en defensa o la consistencia en el centro del campo que está mostrando el capitán Rudy. También Demirbay que, con tres goles, está dando un plus en ataque gracias a sus llegadas desde la segunda línea o Sandro Wagner, el pichichi del equipo. Todo un plantel que está dando mucho que hablar por su entrega y sacrificio en cada encuentro. Eso sí, en lo que llevamos de competición hemos podido observar que todo lo que hacen en el campo tiene una razón de ser. Todos los esfuerzos dentro del terreno de juego son inteligentes. Cuando corren lo hacen con criterio y lo hacen bien.

Julian Naggelsmann es uno de los grandes culpables del buen inicio de campaña del Hoffenheim / FOTO: bundesliga.de

No hay que olvidar que Naggelsmann ya hizo un gran trabajo cuando cogió las riendas del equipo en el tramo final de la pasada temporada. En las catorce jornadas que dirigió el equipo logró siete victorias y dos empates que permitieron asegurar la permanencia a falta de dos partidos para acabar la liga. Unos resultados que agradaron a la junta directiva del club y que han permitido que, a día de hoy, toda la entidad sueñe a lo grande. Poco ha necesitado este técnico de tan sólo 29 años para demostrar unas cualidades inmejorables para ser un entrenador de máximo nivel. Su combinación equilibrada entre juventud y experiencia hacen de él una persona que ha conseguido sacar el máximo jugo de cada uno de sus jugadores. En frente tiene la posibilidad de hacer algo muy grande, un desafío mayúsculo. ¡Abrochémonos el cinturón que el Hoffenheim ya está aquí!