Se jugaban mucho en este partido el Gladbach y el City, y eso se notó en la tensión con la que ambos contendientes comenzaron el choque. El Manchester City partía, a priori, como claro favorito, pero se encontró con un rival que se lo puso muy complicado.

Gran primera parte del Gladbach

Encuentro tenso desde un principio, con un Borussia Mönchengladbach bien plantado y muy sólido, y un Manchester City al que le costaba trenzar jugadas, pero que, con la pléyade de estrellas que cuenta, siempre infunde temor entre sus rivales. Los de Guardiola intentaban aprovechar la velocidad de sus hombres de banda, Jesús Navas y Raheem Sterling. El entrenador catalán propuso un esquema de juego ofensivo con solo tres defensas sobre el campo.

Pero lo cierto es que el Gladbach, que venía de perder con el Colonia en la Bundesliga, no se amilanó ante el poderoso conjunto inglés. Las dos primeras ocasiones claras fueron para los locales cuando, Stindl primero, y Johnson después, obligaron a intervenir a Bravo. Pasado el primer cuarto de hora del partido el City se fue imponiendo en la posesión del balón, pero los hombres de Schubert estaban muy atentos y bien colocados, presionando la salida del balón a los ingleses y taponando las líneas de pase.

En el minuto 22, Sterling probó a Sommer con un disparo desde media distancia, y en la réplica a esa jugada, llegó el gol de los potros. Stindl consiguió robar el balón a Stones en la banda y avanzó por el costado hacia el área del City, para terminar echando el balón hacia la frontal donde llegó Raffael para controlar, avanzar unos metros y soltar un potente derechazo que se colaba en la portería de Bravo. Saltaba la sorpresa en el Borussia Park.

El gol no hizo replegarse al Gladbach, sino que continuó jugando muy fuerte hacia arriba aprovechándose de un City algo aturdido. Tardaron bastantes minutos en reaccionar los de Guardiola, pero en el tramo final del primer acto empezaron a desplegar todo su potencial, pisando mucho más el campo contrario. Agüero estaba bastante maniatado por los defensas locales, pero De Bruyne, Sterling y Silva fueron apareciendo con más peligro. Sommer sacó una muy buena mano a disparo de Gundogan, aunque Wendt y Dahoud también dispararon con peligro a la portería del City. Cuando ya parecía que los potros se irían al descanso ganando, llegó el empate de los ingleses. Buena combinación entre Sterling y De Bruyne para que el belga se metiera en el área ganando la espalda a los defensas, y consiguiese poner un balón raso para David Silva, que el canario solo tuvo que empujar a la red metiendo la puntera.

Silva anotando el empate (Foto Getty Images)
Silva anotando el empate (Foto Getty Images)

El City aprieta en el segundo tiempo

Los citizens salieron decididos a buscar la victoria en la segunda parte, y durante los primeros minutos de la reanudación el balón estuvo básicamente en su poder. En el minuto 51, los locales se iban a quedar con un hombre menos al ver Stindl la segunda amarilla por una acción absurda ante Otamendi. Stindl, que había cuajado una muy buena primera parte, dejaba en una mala situación a los suyos con casi toda la segunda parte por delante. Este hecho ocasionó que los de Schubert se fueran cerrando atrás, preparándose para defender las acometidas del City. De Bruyne volvió a intentarlo en el 59, pero Sommer respondió bien.

El dominio del City se vio interrumpido por la expulsión de Fernandinho, con lo cual ambos contendientes volvían a quedarse con el mismo número de jugadores sobre el terreno de juego. Al minuto siguiente Raffael mandó un disparo que se fue fuera por muy poco, y acto seguido de nuevo De Bruyne intentaba marcar, pero Sommer realizaba un paradón a mano cambiada.

En la última mitad del segundo acto, el balón fue dominado por el Manchester City, con mucho toque, pero con escasa profundidad, dado que los locales se mantenían bien posicionados y apenas cometían errores. Ambos conjuntos parecieron dar por bueno el resultado en los últimos minutos, ya que siendo realistas, y conociendo el resultado del otro choque entre Celtic y Barcelona, los citizens conseguían pasar a la siguiente fase y los potros seguir su andadura europea por la vía de la Europa League, que dados los dos cocos con los que compartía grupo, era el objetivo más razonable. Esta dinámica se mantuvo hasta el final del partido, en el que no volvió a haber ninguna ocasión clara para ninguno de los dos equipos y el empate fue el resultado final.