Cuando un agricultor quiere plantar, pongamos por caso patatas sabe que tendrá que cuidarlas, regarlas y mantenerlas en óptimas condicionas para que crezcan de la mejor manera, pasos que él sabe que son imprescindibles para llegar al éxito en su producto. Digámoslo de otra manera, si no sigue estos pasos las patatas no le quedaran buenas. Pero no debemos olvidar que antes que todo esto, el agricultor necesita ir a comprar las semillas. Y e aquí el primer paso que tiene que dar. Si no compra unas semillas de calidad es mucho más difícil que el producto –las patatas, en este caso– salga bueno. Por lo tanto, sin una buena materia prima, el producto no es exitoso.

Llegados a este punto hagamos la reconversión del ejemplo y llevémoslo al mundo del fútbol. Un equipo está formado por jugadores –que en el ejemplo serían los agricultores–, los responsables de jugar bien al fútbol, entrenar, mantenerse en forma. Ellos son los máximos protagonistas en el camino hacia el éxito. Un camino, pero, que tiene comienzo en la figura de una persona que se convierte en imprescindible: el director deportivo. En el ejemplo, él seria quien nos daría la mejor semilla, quien trabaja para traer a los mejores jugadores. Y así sin quererlo, entre agricultores y patatas, llegamos a un club de fútbol, el RB Leipzig, que está consiguiendo batir todos los récords a base de un trabajo incansable tanto en el terreno de juego como en los despachos. Jugadores –agricultores– y director deportivo –vendedor de semillas– han conseguido la mezcla perfecta. Y es que, en los Die Roten Bullen, a parte de los jugadores hay una persona que se ha convertido en trascendental: Ralf Rangnick.

Ralf Rangnick es uno de los culpables del gran inico de campaña del RB Leipzig / FOTO: dierotenbullen.com

¿Pero quién es Ralf Rangnick?

Desde el SC Korb hasta el Stuttgart para llegar a debutar como técnico en la Bundesliga en 1999.

Este alemán de 58 años es de las pocas personas que se pueden considerar trascendentales en un deporte colectivo como es el fútbol. Algunos lo consiguen ser en los terrenos de juego; otros, como es el caso de Ralf Rangnick, lo han conseguido desde los banquillos y los despachos.

Nacido en la ciudad de Backnang, cerca de Stuttgart, Rangnick empezaba su carrera como entrenador a finales de los años 80 al frente del SC Korb, donde estaría dos temporadas (1988-1990). Tras su paso por este modesto club dio el salto al VfB Stuttgart, club en el que entrenaría al equipo juvenil durante cuatro campañas. Su siguiente parada seria el SSV Reutlingen, de la Regionalliga Sur, durante poco más de una temporada. En su primer año, Rangnick llevó al equipo hasta la cuarta plaza lo que permitió empezar la siguiente temporada de manera brillante. Pese a esto, no pudo completar un segundo año y abandonó sus filas para volver al SSV Ulm 1846, equipo con el que ya jugó y entrenó en su época de futbolista. Allí volvió a dar muestras de sus cualidades como entrenador. Tras una primera campaña en la que el equipo quedó sexto, el éxito llegaría al año siguiente con el título de liga de la Regionalliga Sur. Esto le permitió dar el salto a la Bundesliga de la mano del VfB Stuttgart en 1999.

SSV Ulm 1846, Stuttgart y Hannover 96, son algunos de los equipos que ha dirigido Rangnick / FOTO: Getty Images

De la Regionalliga Sur a la Bundesliga: un viaje de ida y vuelta

En la Bundesliga, Rangnick las vivió de todos los colores. Un ejemplo claro de esto es su paso por el VfB Stuttgart. Allí vivió dos años con luces y sombras. En su primera temporada el equipo acabó octavo, pero al año siguiente se vieron inmersos en las posiciones de descenso. Llegar a las semifinales de la DFB-Pokal y a los octavos de la UEFA no fueron suficientes y en febrero de 2001 Rangnick fue despedido.

En el Hannover 96 y Hoffenheim vivió dos de sus mejores temporadas des del banquillo

Donde sí que pasó tres años exitosos fue en el Hannover 96 (2001-2004). El equipo estaba en segunda división pero con Rangnick consiguieron el ascenso a la Bundesliga en tan sólo un año, un hecho muy celebrado ya que el club llevaba 13 años sin jugar en la máxima competición alemana. Su nombre empezaba a calar en el entorno del fútbol alemán. De esta forma dio el salto al Schalke 04, con quienes obtuvo muy buenos números en su primera temporada: finalista de la DFB-Pokal –perdieron 2-1 frente al Bayern de Múnich–, acceso a los octavos de final de la UEFA y segunda posición en la Bundesliga. Pese al gran inicio y la clasificación para la Champions League, los malos resultados llegaron y el club minero prescindió de él. Rangnick volvía a bajar a la Liga Regional dirigiendo al Hoffenheim (2006-2011), equipo con el que consiguió algo aún inédito en él: conseguir dos ascensos consecutivos. Y es que en su primera campaña aupó al equipo hasta la segunda división para dar el salto a la Bundesliga sólo un año después. Además, en su debut con el Hoffe en la Bundesliga consiguieron ser los campeones de invierno (2008-2009). En 2011 abandonó las filas del equipo de Sinsheim para pasar de forma exprés –sólo seis meses– por las filas del Schalke 04. Tras 24 años de trotamundos por el fútbol alemán, cosechando muchos éxitos, pero también algún que otro fracaso llegó su mejor obra: el RB Leipzig.

Rangnick en su etapa como técnico del Hoffenheim (2006-2011) / FOTO: Jan Husbner, Getty Images

El mejor diseño de Rangnick: el RB Leipzig

Como si de un arquitecto se tratara, Ralf Rangnick ha conseguido crear una obra casi perfecta alrededor del RB Leipzig, el primer equipo de la antigua Alemania Oriental que jugará en la Bundesliga desde el Energie Cottbus en 2009. Una obra que empezó a diseñar en 2012, año en el que entró a formar parte de un proyecto diferente: él sería el director deportivo de las categorías inferiores de dos equipos hermanados, el RB Salzburg austríaco y el RB Leipzig. Tras dos temporadas combinando las tareas de despacho en los dos equipos, Rangnick pasa a convertirse en el director técnico y deportivo de los Die Roten Bullen. Es decir, que llevó a cabo la doble función de entrenador y director deportivo. Con esta fórmula, el conjunto alemán dio el salto a la Bundesliga en la temporada 2014/15 al vencer por 2-0 al Karlsruhe en la promoción. Tras su acometido, Rangnick dejó los banquillos y se centró en los despachos. Su cargo al frente del Leipzig fue para Ralph Hasenhüttl, ex entrenador del FC Ingolstadt, ahora técnico del equipo y también uno de los 'culpables' de este gran éxito.

La confianza en las jóvenes promesas del club y los fichajes de verano son aspectos claves en el éxito de Los Toros Rojos.

De esta forma llegamos a la actual temporada. Tras el ascenso, Rangnick empezó a trabajar para reforzar a un equipo muy joven con la intención de llevarlo lo más lejos posible en su debut en la Bundesliga. Han sido muchas las incorporaciones que han llegado durante el verano pero, quizás, las dos más destacadas son las de Naby Keita (RB Salzburg) y Timo Werner (VfB Stuttgart), ambos con muy buenos números en este inicio de temporada: el guineano con cuatro goles y el alemán con siete. Pero no hay que olvidar que una de las piedras angulares de este proyecto que está construyendo Ralf Rangnick es la confianza en jugadores jóvenes. Al tan ansiado ascenso a la Bundesliga hay que sumarle las dos ligas juveniles que se ganaron la temporada 2014/15 por el equipo sub-19 y sub-17. Y de esas categorías es de donde provienen jugadores básicos en el RB Leipzig. Yussuf Poulsen (22 años) o Davie Selke (21) se suman a fichajes como Marcel Sabitzer (22) o Willi Orban (23). Todos ellos bajo la aprobación de un cazatalentos como Rangnick. Él sabe que está ante un proyecto que puede marcar una época en el fútbol alemán pero, pese a esto, no olvida que la juventud y el hambre de los jugadores es condición sine qua non para obtener éxitos deportivos.

Jugadores y afición se han convertido en un mismo equipo / FOTO: dierotenbullen.com

La calidad de la plantilla, sumado al apoyo inmenso que recibe de una afición ansiosa de éxitos hace que el proyecto de Rangnick tenga cimientos suficientes para consagrarse en la historia del fútbol alemán. De momento, los números son inmejorables. Líderes en solitario con 30 puntos, ninguna derrota en 12 partidos y equipo más goleador de la competición. Y lo más importante: las ganas y la determinación de seguir escribiendo más líneas en este cuento de hadas. Un éxito que se empezó a cultivar en los despachos y que se están recogiendo sus frutos dentro del terreno de juego.