El encuentro comenzó con un elevado ritmo de intensidad y con dominio del Borussia Mönchengladbach, que en los primeros minutos estaba consiguiendo frenar a su contrincante con la posesión del balón y con la circulación lenta que conllevaba. Raffael consiguió adelantar a los potros con un disparo raso de pierna izquierda desde el balcón del área, aunque la reacción del conjunto aurinegro fue inmediata, pues Aubameyang empató con un disparo cruzado tras la asistencia de Marco Reus. Tras ese tanto, empezó a dominar el cuero y con ello se hizo con el timón del partido, se instaló en campo contrario y buscó el segundo gol a base de tocar con paciencia, y de intentar profundizar por los dos costados, con tranquilidad y sin caer en la desesperación. Pocos minutos después se encontraron con la recompensa, después de que Piszczek marcara el segundo gol con un remate de cabeza.

Desequilibrio ofensivo de un Dortmund que fue de menos a más

Después de los primeros minutos de juego, el Dortmund siguió llevando el timón del juego aunque cedió algo más la posesión del balón a un Borussia Mönchengladbach que se veía necesitado de volver a igualar la contienda, y de buscar la remontada ante la escasez de puntos y de triunfos. Por su parte, el conjunto local se aprovechó de esta circunstancia y retrocedió las líneas para poder explotar su mayor arma, el contraataque. Aunque a pesar de ello, cuando recuperaba el balón intentaba acercarse al arco contrario con la posesión del balón, intentando combinar en espacios cortos y desequilibrando con pases profundos hacia Reus y Aubameyang, que se estaban desmarcando constantemente. Uno de los jugadores más destacados del equipo de Thomas Tuchel estaba siendo Ousmanne Dembélé, que estaba abandonando la banda derecha, desde la que partía inicialmente, y estaba siendo un referente con el balón controlado entrelíneas a la hora de crear las jugadas y de buscar a los atacantes al espacio y en profundidad.

Reus golpea de espuela en el área del Gladbach | Foto: Bundesliga.com
Reus golpea de espuela en el área del Gladbach | Foto: bundesliga.com

Los últimos minutos de juego fueron de un claro dominio del Borussia Dortmund, que consiguió hacer funcionar definitivamente la presión alta y, a raíz de las constantes recuperaciones de balón, volvió a volcar el campo de su lado y gozó de ocasiones claras para sentenciar el encuentro, atacando por la izquierda donde Reus estaba teniendo más participación, por la derecha donde Aubameyang se estaba dejando caer y por el centro, donde el equipo llegaba con muchos efectivos, aunque era Dembelé el que llevaba la voz cantante con sus conducciones, su visión de juego, y su golpeo de balón.

Dominio local con posesión del balón y con un Reus colosal

El segundo tiempo comenzó con un elevado ritmo de intensidad, y con el Mönchengladbach dominando la pelota e intentando llegar al arco rival tocando y profundizando por los dos costados. Mientras tanto, el conjunto borusser se dedicaba a presionar la salida de balón con los hombres de ataque y a contraatacar en velocidad, cada vez que recuperaba el esférico. Dembelé marcó el 3-1, que, después de recibir el balón en la frontal del área, batió a Sommer con un disparo raso de pierna derecha. Tras ese tanto, el equipo visitante cayó en el desánimo y el cuadro aurinegro lo manejó a placer con el balón, practicando un fútbol exquisito, lleno de pases precisos y combinaciones vertiginosas, gracias a las cuales, el equipo de Thomas Tuchel rozó la excelencia futbolística. Fruto de ello, logró anotar el cuarto gol por medio de Aubameyang, que remató un balón servido por Reus en bandeja tras una jugada individual sensacional de este último, que ha cuajado una actuación sensacional.

Los jugadores del Dortmund celebran el gol de Dembelé | Foto: Borussia Dortmund
Los jugadores del Dortmund celebran el gol de Dembelé | Foto: bundesliga.com

Con ese colchón en el marcador, el Dortmund siguió ofreciendo ese gran fútbol, aunque además lo estaba completando con un dominio contundente de la posesión del esférico, circulándolo por todo el terreno de juego con mucha tranquilidad frente a un conjunto dirigido por André Schubert que se mantenía replegado en su terreno de juego y que estaba esperando el final del partido con bastante abulia, replegado con un 4-2-3-1, mientras que el cuadro local que seguía circulando la pelota a una buena velocidad; estaba posicionado con Aubameyang y Reus como puntas. El tiempo pasó, y el partido terminó con el conjunto aurrinegro monopolizando la posesión y anestesiando al Mönchengladbach que se había retirado del partido con el tercer gol, que marcó Ousmanne Dembelé, que había cuajado una actuación sensacional, y que había salido en los últimos minutos en el lugar de Emre Mor.

Con este resultado, el Borussia Dortmund se posiciona en cuarta posición con 24 puntos, a nueve del líder Leipzig, a la espera de lo que pueda hacer el Eintracht de Frankfurt mañana en campo del Augsburgo. Mientras tanto, el equipo de André Schubert sigue hundido en la clasificación: está 13º clasificado, con 13 puntos.