El encuentro comenzó con un dominio claro del Friburgo, que sin centrar su dominio en el cuero, tuvo bastantes fases de posesión, pues  consiguió recuperar muchos balones con gran efectividad a lo largo del primer tiempo, adelantando mucho las líneas de presión (llegando a situar la de la defensa cerca del círculo central). Por su parte, el conjunto visitante se vió enjaulado en su terreno de juego a lo largo de la primera media hora de juego, pues no conseguía superar el espacio que había entre la primera y la segunda línea de presión con el esférico en su poder, y además, tampoco estaba contando con grandes apoyos a la hora de sacar el balón controlado, pues las bandas estaban taponadas por los locales, que las estaban utilizando como armas para atacar, especialmente el costado derecho con Phillipp. El 1-0 llegó por medio de Vincenzo Grifo, que aprovechó un disparo rechazado de Niederlechner por el larguero, para adelantar a los sureños. 

Superioridad local con una gran presión sin balón al principio

Después del gol, el Friburgo siguió llevando las riendas del encuentro, teniendo la posesión del balón en campo contrario, aunque es cierto que lo hizo con una mayor lentitud, y abusando de los pases en horizontal. Mientras que el equipo de Peter Stöger parecía no dar síntomas de reacción, pues no le duraba el balón, no presionaba a su contrincante, y a pesar de ello, consiguió igualar la contienda sin merecerlo, en una jugada en la que pilló de improviso a la defensa local, en la que Modeste empujó un balón rechazado tras un disparo de Osako. Después del tanto, el equipo local siguió dominando la pelota, aunque perdió una gran regularidad a la hora de llegar al arco rival, y perdió profundidad por ambos costados, especialmente por el izquierdo. Mientras tanto, los visitantes se replegaron, y trataron de evitar las llegadas a su portería del rival, para mantener el empate en el tiempo de descanso, en un tramo que siguió la tónica general del partido y tuvo muy poca intensidad.

Subotic despeja un balón ante un jugador del Friburgo | Foto: FC Köln
Subotic despeja un balón ante un jugador del Friburgo | Foto: FC Köln

El Colonia despertó demasiado tarde...

El segundo tiempo comenzó con un claro control del Friburgo, que a pesar de que no estaba llegando con mucho peligro, era el que más continuidad estaba teniendo, circulando el esférico por todo el frente del ataque en busca de algún espacio, pero entre que el equipo de Peter Stöger se estaba defendiendo razonablemente bien, y que los locales no tenían a ningún jugador en sus filas que destacara por su visión de juego, ni su último pase, se veían obligados a jugar hacia las bandas, para buscar los centros laterales. Por su parte, el equipo visitante se mantuvo encerrado en la frontal de su área a cal y canto, aunque en las pocas ocasiones en las que se desplegó en velocidad, consiguió crear una gran sensación de peligro, especialmente cuando Modeste entraba en contacto con el balón, pues era el mayor arma para crear peligro del conjunto visitante. 

Sin embargo, el fútbol le sonrió al conjunto local, que permitió que el equipo del sur de Alemania se volviese a adelantar en el marcador, después de que Maximilian Phillipp, marcara tras empujar un balón rechazado de Kessler tras un libre directo botado por Grifo. Ese gol compensó la cantidad de tiempo que el conjunto local empeñó en buscar el segundo tanto, sin el mayor peligro, ni el mayor éxito tampoco. Tras el tanto, el Friburgo siguió llevando las riendas de la situación, aunque empezó a tener mucho menos la redonda, pues el rival pareció despertar con el segundo gol, pues adelantó las líneas, empezó a presionar más al rival en su salida e intentó crear peligro, de una forma tan rudimentaria como ancestral: centrando balones laterales al área rival, en busca de un Anthony Modeste, que a pesar del peligro que llevó, no había tenido su mejor día.

Los últimos segundos del partido fueron de emoción e incertidumbre, aunque carecieron de fútbol, pues el Colonia se dedicó a bombardear a un Colonia que no tuvo mayores dificultades, pero que a pesar de ello se mantuvo férreo y contundente.