El encuentro comenzó con un buen ritmo de intensidad, gracias al dinamismo con el que el Eintracht de Frankfurt que estaba llevando la iniciativa en el juego, circulaba el esférico. Tocando con mucha paciencia desde la zona de recuperación, hasta los últimos metros sin importar la zona. Mientras tanto, el equipo local se mantenía replegado en su campo, y cuando recuperaba el cuero, se dedicaba a salir en velocidad, combinando con mucha verticalidad, y jugando mucho hacia las dos bandas. Pasaban los minutos, el partido se fue tranquilizando, y el equipo de la capital germana empezó a asumir el rol de dominador en el duelo, aunque la gran falta de precisión en el tercer cuarto de campo, le estaba impidiendo llegar a la portería contraria con peligro, pues las aperturas hacia las bandas eran claves, ya que por dentro no tenía a ningún jugador entrelíneas que diese un buen último pase.

Dominio local, ocasiones visitantes

El conjunto visitante había perdido el timón del encuentro hace muchos minutos, pero paradójicamente empezó a llevar más peligro en sus acciones a raíz de ello, pues empezó a ser mucho más imprevisible cuando salía en velocidad, y conseguía pillar a contrapié a la defensa local, que estaba algo lenta a la hora de retroceder. El conjunto berlinés había perdido nuevamente el control de la situación, pues su rival se dio cuenta del gran daño que podría hacerle si le presionase, pues ya estaba cometiendo algún error sin presión. Y a ello se dedicó el conjunto dirigido por Niko Kovac en algunas fases del enfrentamiento, y le fue suficiente para desconectar al Hertha del encuentro, ya que además a nivel defensivo estaba concentrado en interceptar los intentos de jugar en largo con un Ibisevic tan impreciso como irregular a la hora de entrar en juego, que recibía el balón muy alejado del área, y que tampoco contaba con grandes apoyos.

Los últimos minutos del primer tiempo fueron de un ritmo más bajo de juego, el Hertha llevó la iniciativa sin realizar nada trascendente, mientras que el Eintracht de Frankfurt optó por mantenerse agrupado en defensa, con un 5-2-1-2, manteniendo en ataque a Gacinovic, a Seferovic y al croata Rebic esencialmente, para presionar tímidamente la salida de balón del rival, sin mayor éxito, a pesar de que este tampoco fue capaz de formular una jugada medianamente fluida en campo contrario.

Gol en contra, y asedio del Eintracht sin remate 

El segundo tiempo dio comienzo con el gol de Vedad Ibisevic que recogió un balón muerto en el área, tras una confrontación entre Kalou  y Chandler, para empujar el balón y concederle ventaja en el marcador al Hertha. Tras el tanto, el conjunto berlinés optó por retroceder las líneas de presión, y cederle el esférico a un Eintracht de Frankfurt excesivamente individualista, que a causa de su escasa compenetración tuvo dificultades para profundizar en los 30 últimos metros de campo, pues se estaba encontrando con un equipo robusto que estaba repeliendo todos los balones que le llegaban, y que no estaba concediendo espacios entrelíneas.

Pasaron los minutos, y los de Niko Kovac que habían cambiado de formación para jugar con un 5-3-2 con un único mediocentro y con dos pivotes que se posicionaban más adelantados, para colaborar en la presión sin balón, siguieron llevando la iniciativa en el encuentro, pero no encontraban la forma humana de profundizar en la guadaña defensiva de los locales, que en alguna ocasión intentaba aprovechar las recuperaciones de balón para buscar una salida en velocidad por las bandas. Ninguno de los dos estaba consiguiendo crear peligro explotando sus recursos, porque se estaba produciendo una gran paradoja que les impedía a ambos atacar con una plenitud futbolística, pues cada uno explotaba una vía de ataque de forma obsesivamente, los locales buscaban constantemente las bandas sin dar la menor opción al centro del ataque. Mientras que los visitantes, insistían en atacar por el centro.

Seferovic fue expulsado, y esa circunstancia mermó seriamente al Hertha en ataque, y le concedió toda la tranquilidad del mundo a un conjunto dirigido por Pal Dardai, que no solo cogió aire con la pelota en sus pies, sino que empezó a llevar el timón del duelo, y tuvo ocasión de atacar con más variedad, y de profundizar más en la defensa de un contrincante cuya formación quedó claramente desequilibrada tras la expulsión, pues obligó a los hombres de banda a colaborar el doble en ataque, y a mantener su aportación a nivel defensivo. Y a causa de ello, el conjunto berlinés se aprovechó de ese factor, y sentenció el encuentro por medio de Vladimir Darida, que marcó tras rematar de cabeza en el segundo palo, un centro medido de Mittelstaedt desde el costado izquierdo. Tras el segundo tanto, las esperanzas visitantes quedaron defintivamente enterradas, y los locales pudieron controlar situación, y disfrutar de un final de partido plácido.

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Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.