El encuentro comenzó con dominio del conjunto minero, que tenía la posesión del balón, y que se instaló en terreno de juego de un contrincante que trataba de defenderse con las líneas de presión muy juntas y aprovechar las recuperaciones de balón para salir al contraataque, en los primeros minutos de juego. Hasta que el carrilero Schöpf adelantó al equipo local tras rematar el centro de Burgstaller desde la banda izquierda. Tras ese tanto, el cuadro local retrocedió las líneas de presión, y el conjunto blanquiazul que estaba posicionado sobre el terreno de juego con un 3-1-4-2 bastante definido empezó a tener un mayor dominio del esférico, y empezó a rodear el área contraria atacando en estático sin demasiado éxito, ya que su arsenal ofensivo se reducía a centros diagonales. Por su parte, el equipo de Markus Weinzerl abogó por retroceder las líneas de presión, y por desplegarse en velocidad por alguna de las bandas, con multiples efectivos, que tampoco estaban contribuyendo mucho al desarrollo de los ataques debido a la imprecisión del pase en campo contrario.

Gol tempranero y repliegue para jugar a la contra

Después de los primeros minutos de juego, el Hoffenheim se fue haciendo con las riendas del encuentro, a base de precisar en la entrega, y de tocar en horizontal aunque lo hacía con una buena velocidad en la circulación. Mientras tanto, el conjunto minero se dedicaba a presionar arriba a su contrincante, aunque cuando este conseguía superar la primera fase de la presión, el primero optaba por dejar de presionar y por juntar las líneas en campo propio. Sin embargo, los visitantes encontraron un arma extra para crearle peligro al equipo de Gelserkirchen, tan imprevisible como efectiva: los disparos de media distancia. Aunque esta requiere de una precisión milimetríca, y en sus diversos intentos, el cuadro dirigido por Julian Naggelsmann, careció de ella, a pesar de que algún momento dentro de sus diversos intentos, estuvo cerca de encontrar la portería contraria con éxito.

Dominio estéril de un Hoffenheim obcecado con las bandas

El segundo tiempo comenzó con un claro dominio del conjunto visitante, que fue el dueño de la posesión del cuero en los primeros minutos del encuentro, y que se instaló en campo de su oponente que se replegó con un 5-3-1-1 a raíz de la entrada de Meyer que se posicionó de segunda punta, y le empezó a presionar arriba con bastante continuidad. Sin embargo, el equipo de Markus Weinzerl no sufrió prácticamente nada a pesar de que no tuvo apenas el esférico, pues se estaba defendiendo con una mediana solidez, ante un conjunto que no presentaba argumentos en la zona de ataque, y que además, también había abandonado los disparos de media distancia, y los centros laterales de Rudy que volvía al costado derecho, no conllevaba mayor peligro, y en alguna ocasión, padecía difcultades para encontrar un rematador.

Después de los primeros minutos de juego, el partido se abrió algo más, pues el Schalke empezó a mantener más la posesión del balón, y a raíz de ello ganó mucha continuidad en ataque, lo cual sumado a la ambición ofensiva de los visitantes, podrían haber convertido el partido en un correcalles en algunos minutos, pero la horizontalidad y la excesiva lentitud a la hora de circular el balón por parte del Hoffenheim esencialmente, estaban ralentizando sobremanera el encuentro, y además le impedían controlar el partido en los últimos metros, ya que no conseguían profundizar por el centro. A pesar de ello, logró igualar la contienda por medio de Sebastian Rudy, que en una de sus pocas llegadas al área, consiguió rematar en el punto de penalti, un centro de Zuber desde línea de fondo en banda izquierda. 

Los últimos minutos de juego fueron de un ritmo más bajo de intensidad, a causa de que el conjunto dirigido por Julian Naggelsmann, que siguió llevando las riendas del encuentro, se dedicó a adormecerlo con una circulación más lenta, para desesperación de una hinchada local, que veía que su equipo no reaccionaba, ya que ni siquiera era capaz de presionar en la salida de balón, a un contrincante, que tampoco estaba realizando un gran entramado para sacarlo jugado, después de haber pasado a jugar con dos centrales y defensa de cuatro, tras la entrada de Schwegler por Bikakcic, y el adelantamiento de la posición de Kevin Vogt, que no ha tenido uno de sus mejores días, y eso es algo que lo ha notado mucho su equipo a la hora de crear un juego fluido.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.