Carlo Ancelotti llegaba al Bayern con un claro objetivo; devolver al gigante bávaro a lo más alto, situarlo allí donde merece, es decir, a levantar la orejona. Tras la marcha de Heynckes en Julio de 2013 el Bayern cayó durante tres añios seguidos en semifinales de la UCL, vapuleado por rivales españoles. Este año, sin Guardiola, criticado por no haber podido llevar  a los alemanes a una final de Champions, el Bayern cayó en cuartos de final frente al Real Madrid. Palo duro. Pero quizas aún más duro, e inesperado, fue la eliminación en la DFB Pokal en semifinales frente al Borussia Dortmund en el Allianz Arena. 2-3 y con "tan solo" el consuelo de la Bundesliga, un título que se ha vuelto indisociable a la imagen del Bayern en los últimos años y al que recurren tras eliminaciones en la madre de todas las competiciones, como se recurre al amgo fácil después de una noche de decepciones. La Bundesliga le pertenece.

Así pues, Carlo Ancelotti se ha mostrado satisfecho con el título, tres jornadas antes del cierre del campeonato. Los cánticos de los fans y los jugadores ya son conocidos, por lo que Ancelotti aseguró que claro que cantaba, a pesar de su rostro siempre impertérrito, se deja querer por los cánticos. Tras el partido, cerrado con un aplastante 0-6, quizás como recordatorio a los que lo creían menos temible que otros año, el técnico italiano aseguró sentirse" muy feliz en esta familia, y muy contento por haber ganado la liga". También han valorado muy positivamente la temporada los exigentes directivos Uli Hoeness y Karl- Heinz Rumenigge que han dicho confiar plenamente en Ancelotti ya que " es un gran entrenador y tenemos plena confianza en su trabajo". El año que viene el Bayern de Múnich tendrá que jugarse la temporada sin Lahm ni Xabi Alonso, ambos se retiran. Ganar o ganar para un Bayern que ya ha hecho de la Bundesliga su habitat.