Probablemente una gran mayoría pensaba que, después de que el Bayern de Múnich se proclamara campeón de liga en el partido contra el Hamburgo, el partido contra el RB Leipzig no tendría mucho que demostrar. Sin embargo, todo el mundo fue sorprendido por ambos equipos.
Posiblemente uno de los mejores partidos de la temporada, donde se disfrutó de un festival de goles y de una lucha de dos equipos que ya no se jugaban nada.
El RB Leipzig buscaba la venganza
El RB Leipzig solo necesitaba un punto en los dos partidos que quedan para no ser superado por el Dortmund —en caso de que este ganara los dos partidos. El Bayern de Múnich llegaba siendo campeón de la Bundesliga, jugando con el tercer portero, Tom Starke, debido a la lesión de los dos primeros guardametas. Un total de cuatro cambios respecto al último partido es lo que intentó Ancelotti para afrontar el partido.
El conjunto local quería llevarse la victoria costase lo que costase. Salió como si fuera un vendaval y pronto marcó el primer gol en la primera jugada que hicieron. Una gran jugada iniciada por Gulacsi y que controlaron los jugadores del Leipzig hasta que llegó a Forsberg que desde la banda izquierda vio muy bien la llegada de Sabitzer y centró el esférico para el gran remate del jugador austriaco. El RB Leipzig realizó después del gol dos jugadas más en los minutos siguientes. Cada vez que el Bayern de Múnich sacaba de puerta, los jugadores del RedBull Arena robaban con una agresividad y unas ganas increíbles, superando a los de Ancelotti.
No obstante, los de Baviera a los diez minutos de partido comenzaron a rehacerse, teniendo grandes periodos de posesión, estando muy decidido a marcar el gol que igualara el marcador, sufría entonces el RB Leipzig el asedio del Bayern. En el minuto doce, Werner realizó un tiro al palo izquierdo de la portería de Starke. El jugador alemán recortó muy bien hacia dentro. Al cuarto de hora de la primera mitad, el asistente de Tobias Stieler pitaba un penalti a favor del Bayern de Múnich por mano de Bernardo —mal pitado dado que el balón le daba en el pecho—, Lewandowski convertía así el empate a uno.
El partido se ponía de cara para ver un gran encuentro, que demostró que sería así con el paso de los minutos. Tenía mucho ritmo y ambos equipos no regalaban nada. En el minuto 23, Keita realizó un gran pase filtrado a Sabitzer que se giró y tiró obligando a Starke a salir. A la media hora del partido, llegaría el segundo gol del RB Leipzig. Después de una jugada ideal de Forsberg, Xabi Alonso metió la pierna para frenar la jugada y terminó haciendo penalti; Werner convirtió el gol. Ribéry se convirtió en el primer cambio obligado para el Bayern. El jugador francés se retiró del campo y tuvo que ser acompañado por los médicos del club hasta el vestuario.
Esto es el Bayern de Múnich
La segunda mitad comenzó con otro vendaval del RB Leipzig y con otro gol temprano. Timo Werner aprovechó su potencia por la banda derecha para hacerse con el balón y dejarlo atrás para la llegada de Forsberg que al verse forzado la dejó para que Poulsen la mandara al fondo de la red —tuvo suerte de que el balón dio en Xabi Alonso y se desvió. El equipo local estaba realizando un muy buen juego, aunque el Bayern de Múnich no se quedó atrás y en el minuto 60, llegó el gol de Thiago, el sexto de la temporada. Tras un córner, el balón cayó a Xabi Alonso que se la dejó para el remate del español que ganó la posición a los defensas.
El RB Leipzig se lo hizo pasar mal al Bayern, tal y como había pasado en la primera mitad, pero el Bayern pronto se rehízo de nuevo y aplicó una presión muy alta. Cinco minutos después del gol de Thiago, llegó el golazo de Timo Werner. El error de Lahm, que controló hacia dentro y dejó el balón para Werner que se fue de Boateng y definió por debajo de las piernas del guardameta. El partido no bajó la intensidad en ningún momento, todo el tiempo ambos equipos buscaron realizar más goles. No obstante, el técnico del RB Leipzig se decidió por hacer unos cambios defensivos para proteger el resultado con una línea de cinco defensas, lo que aprovechó el Bayern de Múnich para realizar su hazaña.
Arjen Robben, quien hizo un partido extraordinario, pudo culminarlo con un gol en el minuto 84. Pero aunque su balón se marchó al larguero, el rebote lo aprovechó Lewandowski para marcar de cabeza. En el minuto 91, una falta en la frontal del área dio la oportunidad a David Alaba para hacer el tercer gol del Bayern con un gran lanzamiento directo a la escuadra en el que Gulacsi no pudo hacer nada. Los dos equipos estaban dando todo al final, sobre todo el Bayern que con orgullo y sin rendirse, siguió luchando y creando ocasiones ante un RB Leipzip más reservado al final. La lucha del Bayern tuvo su resultado en el 95, cuando Robben con una jugada impresionante, la picó sobre el portero y hacía el gol de la victoria para su equipo.