El conflicto surgió durante el encuentro del pasado 1 de septiembre que Alemania disputó en el Eden Arena de Praga, cuando aproximadamente 200 aficionados germanos interrumpieron y silbaron el himno nacional de la República Checa y luego el minuto de silencio en memoria de dos funcionarios checos fallecidos en esa semana. Además, se escucharon varios gritos de 'Sieg Heil', saludo utilizado durante la Alemania Nazi, y el uso de bengalas de humo, que esta prohibido por la UEFA. El partido se disputó en el aniversario de la invasión alemana a Polonia, evento que desencadenó en la Segunda Guerra Mundial.

Los aficionados locales reaccionaron agresivamente ante las acciones ese grupo de fanáticos alemanes, arrojando objetos y botellas al sector visitante, además de silbar al seleccionado alemán y no aplaudir al visitante al retirarse del estadio, como es la costumbre. La FIFA sancionó a la Federación de Fútbol de la República Checa (FACR) con 4300 euros de multa.

A pesar de que su equipo venció 2 a 1 a Chequia, Joachim Löw, entrenador de Alemania, se mostró enfadado con las acciones de esa minoría de los espectadores alemanes. "Es una vergüenza para nuestro país; Me decepciona que ciertos 'aficionados' utilizan el fútbol, en este caso un partido internacional, para sus demostraciones políticas" comentó. "Espero que los agresores sean sancionados, no los queremos aquí, no somos su selección nacional; es muy importante para nosotros representar a nuestro país de una forma digna y los valores de tolerancia, respeto y apertura hacia el mundo. Gente como esta arruinan la imagen que queremos dar como alemanes":

El próximo partido de la selección alemana será este jueves ante Irlanda del Norte en Belfast. Todavía se desconoce si la DFB tomará alguna medida a raíz de la multa para la última jornada de eliminatorias cuando Alemania reciba a Azerbaiyán en Kaiserslautern.

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Sobre el autor
Federico Guiance
Estudiante de periodismo en la UCES y redactor en VAVEL España. Apasionado del fútbol europeo.